"AMOR DESTINADO"

CAP. 3 (VIRGINIDAD)

viernes 29 de Noviembre del 2013

Yo me encontraba en el ciber que estaba frente a la escuela y como a los 5 minutos llego Karla, ambas estábamos muy nerviosas ya que habíamos llegado al acuerdo de vernos en el ciber, ella con Miguel su novio y yo con Diego.

Las dos traíamos ropa casual bajo el uniforme para que no nos descubrieran ya que nos íbamos a correr las clases, así que nos quitamos el uniforme y solo estábamos esperando a que llegaran los chicos. Sonó la campana del ciber y Karla y yo todas nerviosas volteamos a la puerta pero era Miguel, así que nos quedamos tranquilas un rato, ya como a los 10 minutos sonó de nuevo y era él, Diego...

Con ese pantalón de mezclilla entubado y su camisa a cuadros y ese peinado perfecto tipo Justin Bieber. Al verlo me derrumbe por completo, no sé qué me hizo este chico pero Wow, lo deseaba ya.

Al llegar nos explicó que su mamá había salido a los ángeles por lo que tenía que atender unos pendientes antes de hacer lo que teníamos planeado así que caminamos a la oficina, la cual no estaba nada lejos por lo que en 10 minutos llegamos. Al llegar estuvimos como unos 20 minutos fuera de la oficina y cuando termino me propuso que él y yo nos quedáramos en la oficina por lo que le platique a Karla y dijo que estaba bien.

-Está bien, pero antes de las 2:00pm vengo por ti- me dijo Karla decidida

Al irse, Diego y yo entramos a la oficina la cual estaba muy helada.

-Entra al baño y has lo que tengas que hacer- me ordeno Diego, el cual a la vez me guiño el ojo y me aventó un beso.

Yo muy educada obedecí y entre al baño, el cual solo tenía un retrete, un lavado y una ¿regadera?, si una regadera, ¿para qué coño tienen una regadera en una oficina?, en fin, entre al baño me quite el pantalón, dejando ver solo mis bragas y mi hermosa blusa roja entallada. Me encontraba toda nerviosa y no sabía que hacer por lo que torpemente me pinte un poco los labios con mi labial ROJO, pero este cayo al lavado y dejo todo pintado así que nerviosa limpie y Salí temblando de nervios y de frió.

NARRA DIEGO

Estaba súper nervioso por todo ya que también era mi primera vez, pero desde que la vi en la escuela sabia que ella era la indicada, así que todo eso de la oficina, el trabajo y todo estaba planeado. Curiosamente en la oficina de mi madre estaba una mesa de billar por lo que tenía toda una aventura planeada arriba de esta mesa, no sabía si saldría bien, si le iría a gustar o si me despreciaría para toda la vida pero en fin, nada pierdo con intentar.

Mi cabeza era un mar de pensamientos cuando...

-Wow!!!- fue lo único que logro salir de mi boca al verla salir del baño con esas bragas azules, una playera roja descotada y unos hermosos y carnosos labios rojos.

Le indique con mi dedo que se girara para poder verla de pies a cabeza y wow es hermosa, ella se acercó a mí.
-Tengo nervios- me dijo ella un poco tímida, yo le ofrecí una sonrisa y comencé a besarla, era tan fantástica, con esos labios carnosos. Comencé a sentir como ella se dejaba besar y comencé a bajar mi mano por su vientre hasta llegar al punto preciso.

NARRA ISABEL

Diego me beso y comenzó a bajar su mano cálida y temblorosa por mi vientre, hasta que... Wow, llego a mi parte íntima y comenzó a frotar mi clítoris, se sentía tan... magnifico y era algo grandioso, de pronto se paró.

-Espérame aquí, hay vuelvo- dijo y entró al baño. Mientras el salía yo aproveche y me quite mi camiseta, dejándome solo en ropa interior y me recosté en la mesa de billar, al salir lo único que vi fue su cara de sorpresa, se acercó a mi comenzó a besarme, de inmediato me quito las bragas y el brasier, dejándome completamente desnuda y para mi sorpresa bajo hasta mi sexo y comenzó a besar, wow, era una sensación completamente ajena a mí. Luego coloco un preservativo y lentamente quizo introducir su GRAN miembro en mí, pero... ¿no pudo?, si, NO pudo, pero aunque batallo un poco, al final logro introducirlo.

Estuvimos algunas horas ocupados y al terminar nos cambiamos y comenzamos a hablar de nosotros. A la 1:40 llegaron Karla y Miguel por mí, me despedí de Diego y me fui con una actitud de una niña chiquita.