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El lugar no parecía apropiado desde el comienzo. Él no debió ir en primer lugar. Si él se hubiera quedado con Baekhyun cualquier amenaza sería ridícula, porque él lo estaría cuidando, y sólo así, nada le sucedería. Pero el miedo le invadió, y quizás también el hecho de que quería acabar con Sehun. Quería más. Pero pareciera como si eso ya no fuera a ser posible.

Ver al oficial, el que más mal le caía, no le afectó en lo absoluto, sin embargo, apretó la mandíbula y le miró con desprecio. Verlo le causaba un sentimiento amargo. ¿Él decía cuidar de Baekhyun? Él no sabía que el menor estaba, posiblemente, a punto de ser retenido. Tampoco le diría, porque eso sólo le causaría problemas al menor. Pero si no fuera por la reputación de Baekhyun... Tampoco le diría. Estaba siendo egoísta y lo sabía. Pero también sabía que Kris no era capaz de proteger al más bajo adecuadamente. No como él sabía.

Pero ahora era claro que no podría hacer nada.

Vio cómo los demás policías revisaban las cajas y usaban linternas para ver en su interior. Otro policía se acercó a él y retiró el arma que antes había utilizado en vano. Kris se mantuvo viéndolo despectivamente. Ambos guardaban el mismo sentimiento. Su odio era recíproco, cabe destacar, pero Chanyeol sabía que el guardaba un poco más de rencor y recelo. Porque Kris era ajeno a todo lo que había pasado entre él y Baekhyun. Él no sabía. No sabía nada.

Chanyeol dedujo que Sehun había salido por atrás, ya que el lugar fue casi barrido por completo por las linternas de todos esos policías y sólo encontraron lo que querían encontrar. Sí había muertos, eso no era una mentira. Chanyeol era consciente de ellos pero no le preocupó cuando fue culpado por traficar armas, por asesinato y otras cosas que sólo eran complemento a su condena. La condena que el magnifico Kris le había puesto.

Dio un bajo resoplido cuando sintió el metal de las esposas en sus muñecas y se dejó empujar por Kris hasta la parte trasera de una patrulla. Dio un respingo cuando sintió algo vibrar en sus pantalones y una idea le cruzó por la mente como un rayo. Sólo una suposición que involucraba a Baekhyun. Recordó que Kris estaba tan ocupado viéndole con odio que no se dio el tiempo de revisarle. De por si Chanyeol ya pensaba que era un oficial patético. Vio a través de la ventana a Kris hablando con otro policía fuera del auto y dio un vistazo rápido a la bodega, casi tratando de encontrar a Sehun con la mirada. Casi deseando que él estuviera ahí y no en otro lugar. No con él.

Pero no había señales de que alguien más estuviera ahí, y también pudo notar la ausencia de algo suyo. De algo que no podía pasar desapercibido tan fácilmente. ¿Cómo es que ya no estaba ahí?

* * * * * 

Después de dar varias vueltas en la cama aún sin poder dormir, se dio cuenta que no lo conseguiría. No podía dormir.

Era más de media noche y Chanyeol no regresaba. ¿No había dicho que regresaría temprano? Baekhyun comenzaba a tener frío debido a que había dejado la ventana de su habitación abierta. Tenía la esperanza que, a pesar de estar en un sexto piso, pudiera escuchar el auto de Chanyeol llegar.

Y en efecto, escuchó a alguien llegar.

Rápidamente se quitó las cobijas de encima y caminó descalzo hasta asomarse por la ventana. A esas horas no había nadie cerca del edificio y el ruido de la parte inferior casi podía resonar en todo el lugar. Tras notar el auto ya conocido por él estacionarse frente al edificio, como siempre ㅡaunque Chanyeol sabía que había estacionamiento no lo utilizabaㅡ, recobró la tranquilidad.

Sólo fue unos segundos.

Sólo fue hasta que se dio cuenta que cuatro hombre bajaban del auto, y el conductor definitivamente no tenía la complexión de quien esperaba. Se vio respirando dificultosamente y no dudó un segundo más en tomar su móvil y correr a la puerta principal. Sobre la mesa de la entrada seguía el una pequeña nota con sólo una cifra de números escritos. Sus dedos temblaron al escribir sobre la pantalla de su celular y su corazón se agitó con preocupación cuando tardaron en contestar. Pero la respiración se le detuvo cuando nadie contestó. Sus manos se apretaron contra el objeto y luego lo soltó con fuerza contra la pared. Sus nervios estaban desatados y estaba entrando en pánico. Se detuvo un momento tras correr de vuelta a su habitación y cerró los ojos, inhaló y exhaló de forma lenta y se obligó a tranquilizarse. Todo estaría bien. Todo. Todo bien.

ᴄᴏᴜʟɪs  [ ᴇxᴏ/ᴄʜᴀɴʙᴀᴇᴋ/ᴋʀɪsʙᴀᴇᴋ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora