Capítulo 4: El Vestido

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Cuando Norman vino a buscarme a la casona, todo entre Víctor y yo se volvió a quebrar, sabía que esta extraña tregua duraría poco pero esta vez no dependió de ninguno de los dos.

- ¿Qué haces acá preciosa? - pregunta curioso mientras Víctor entro a su salón como un ninja.

- Ah... eh... yo venía a... - me interrumpe.

- No me digas que venías a ver a... - ahora quien lo interrumpe soy yo.

- Al profesor - digo rápidamente - ya está todo listo para comenzar los ensayos por escena - digo por fin una mentira piadosa ¿es piadosa verdad?

Sé que no me cree del todo pero es lo único que se me ocurrió decir. Caminamos en silencio por la casona. Norman me explica que la decisión de los resultados se tomaron ayer en la noche, por lo que su padre ya estaba al tanto de que yo sería la protagonista y solo quería darme una sorpresa. Agradecí el gesto de mi novio con un tierno y falso abrazo, además me recordó que esta tarde me vendría a buscar para ir a la tienda de vestidos, mañana es la famosa y glamorosa fiesta de la compañía.

Nos dirigimos el salón número 3 para comenzar los ensayos de la primera escena. Los coreógrafos incluida la profesora Juliane se ponen manos a la obra para enseñarnos los pasos de la fiesta de navidad. Conforman los grupos para cada baile grupal. Junto a John - quien haría el papel de mi hermano - nos dispusimos a trabajar toda esa tarde.

Practicamos los primeros 20 minutos de la escena, es realmente agotador. A la hora del almuerzo me trago un pequeño pedazo de pollo con ensalada de rúcula y repollo crudos aliñados con limón. Miro de reojo a Víctor desde lejos engulléndose una gran presa de gallina asada y medio plato de puré de papas. La escenita hizo que se me revolviera el estómago mientras él me observaba con un gesto burlesco. Kylie me anima a comprar un lindo vestido que favorezca mi color de piel y no tarda en recordarme que en el coctel me presentarán ante todo el público como la protagonista de esta temporada. Eso me hace sentir orgullosa y nerviosa a la vez.

Me alisto para salir cuando se acerca a mí la profesora Juliane para llevarme al gran salón y explicarme el lugar en donde haría mi entrada triunfal. Subimos a uno de los camerinos en donde me podía retocar el maquillaje o algo así. La idea es mantenerme escondida hasta que un guardia me señalara el momento exacto para la presentación. Nunca había estado en este lugar de la casona, es realmente elegante, las habitaciones son de colores pasteles con tapices florales, cada uno cuenta con un tocador y grandes espejos.

Norman vino por mi tal cual como me dijo antes, me acerque hacia su automóvil deportivo rojo que su padre le regalo hace un par de meses por su cumpleaños.

- ¿Qué tal tu día preciosa? ¿Cómo va el ensayo? - pregunta Norman de forma gentil acercándose a mi boca para darme un corto beso.

- Todo bien Norman ¿Qué tal tú en el trabajo? - respondo tratando de ser una buena novia.

- Tranquilo, mira ya casi llegamos a la tienda de ropa exclusiva -- hace una pausa para observarme - no quiero que te fijes en el precio del vestido, si te gusta, te lo llevas ¿de acuerdo?

Asiento. Es lo único que puedo hacer antes de que me entre la rabia. Puedo pagar mi propio vestido - en esta tienda quizá el más barato, pero de todos modos conseguiría algo - bajamos del coche, Norman se preocupa de sacar un estuche de ropa en donde me imagino lleva un traje de gala - a lo mejor no le queda o lo quiere arreglar - mis ojos van directo al letrero con luces fluor el que dice: Beauty and Chic. Nos abre la puerta principal una mujer muy hermosa vestida con un vestido negro y un blazer del mismo color, su cabello lleva un moño con rizos que le caen fuera del peinado. Habla para darnos una calurosa bienvenida a la tienda. Analizo el lugar con detenimiento. Las paredes están cubiertas con un papel mural blanco, hay repisas repletas de maravillosos zapatos de tacón y pequeñas carteras de fiesta de muchos colores. Tiene lámparas en forma de esferas doradas que lucen con los adornos que le hacen juego y un par de arreglos florares falsos. Hay tantos vestidos que no sé por dónde comenzar a mirar, recorro las largas hileras y me decido comenzar con los colores claros.

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