Miéntele

Capítulo 26: Mi peor ene-amiga?

Siempre la envidie. Siempre pensé que era mejor que yo. Siempre le tuve miedo. Emma es una excelente bailarina, tan excelente que estoy segura de que si yo no hubiera obtenido el papel protagónico de esta temporada, ello lo tendría. Es preciosa, su melena oscura y corta la hace elegante, adulta, esbelta, más de lo que lo es ya. Tiene un par de años más que yo, cosa que me tranquilizaba, puesto que envejecerá antes que yo. Al menos eso pensaba.

Esa bella mujer llamada Emma, está sentada frente a mí, en el jardín de la casona, cuando todos ya se han ido. Quisiera no escuchar lo que me dice pero el eco de su voz resuena en mi cabeza.

- Kylie ha estado hablando con Norman - dice con voz preocupada

- Entiendo ¿pero qué es exactamente lo que quieres decirme? - pregunto

- Mira, sé que no nos llevamos bien, y eso por una estupidez tuya - hace una pausa para ver mi expresión - es cierto, no sé qué tienes conmigo...

- Lo siento - digo antes de que ella pueda continuar - eres mejor que yo en muchas cosas y ...

- Espera Lena... realmente eres tan inmadura como se te ve - ladea su cabeza - ¿Por qué crees que eres la protagonista de la temporada?

- Sinceramente... - suspiro - ya no lo sé

- No es por Norman... si a eso te refieres.

Nunca pensé tener el apoyo de la enemiga que inventé en mi cabeza, lo cierto es que Emma no es tan mala como yo pensaba - un poco sarcástica - pero mala no. Ella me cuenta que Kylie planea algo en mi contra, al parecer estuvo hablando con otras bailarinas acerca de lo que vió en el baño aquel día. La verdad es que algo dentro de mí dice que debo creerle a Emma y tratar a mi "mejor amiga" con más cuidado.

- Deberías descansar - dice Emma - mañana es el gran día

- Lo sé, pero aun dudo de ciertas partes de la coreografía - digo en voz alta lo que pensaba

- Ven aquí vamos a ensayar un momento - ella se levanta y me tiende la mano para ayudarme a ponerme de pie

Emma realmente es increíble, a pesar de ser mayor que yo, sus movimientos parecen las de una joven niña, es fluida y alegre. No debería estar ensayando pero aprender un poco más sobre este arte nunca está demás. Llevamos una hora practicando hasta que alguien aclara su garganta para interrumpir.

- Bueno bellezas, yo creo que es hora de dejar esto hasta aquí - dice la profesora Juliane - estaba revisando los últimos detalles del escenario y todo luce encantador - juntas su manos en señal de algo tierno - además, Lena te están esperando.

- Por supuesto que te estoy esperando Leni, tengo hambre - dice Víctor apareciéndose detrás de madame Juliane.

- Ok. Lena - miro a Emma - Descansa, mañana será tu día

- Muchas gracias Emma - digo y no puedo evitar sonreírle.

Víctor me invita a su casa a comer algo, acepto encantada, esa "practica de última hora" me dejó agotada. Al llegar a casa la madre de Víctor me saluda efusiva, él le dio entradas para que fuera al ballet, pero ella me confiesa que está muy emocionada por verme como la protagonista y a que Víctor lo escucha prácticamente todos los días tocar el piano. Me hace gracia su comentario, me hace reír, mientras que Víctor reclama su atención. Su relación es muy bonita, si bien ella es contadora, jamás le importo que Víctor quisiera dedicarse a la música y no a los números. En nuestros tiempos de novios, la sentí más madre que a mi propia madre. Se preocupaba por mí, de alimentarme bien, tal como lo hace ahora - desde la cocina siento el olor a pancakes - no puedo evitar la nostalgia que me viene al pecho.