Capítulo 5: Glamorosa Gala

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Cogí mi estuche que guarda mi hermoso vestido blanco - realmente termine comprándome ese - un bolso que contiene un estuche de maquillaje, mis zapatos blancos de tacón, entre otras cosas. Suena mi celular en el que aparece el nombre de Norman en la pantalla.

- Hola Norman - saludo a mi novio.

- Estoy afuera muñeca - dice del otro lado de la línea.

- En un minuto.

Terminé de empacar todo, salgo me cuarto para despedirme de mi madre - quien por cierto no está invitada y mi padre para variar no se encuentra en casa - cierro la puerta tras de mi mientras observo deslumbrada un automóvil demasiado lujoso para mi gusto, es de color negro brillante, advierto que está recién lustrado, posee solo dos puertas que se abren hacia arriba.

- Hey, ¿te gusta esta hermosura de carro? - dice Norman con el pecho inflado de orgullo.

- Norman, esto es demasiado - digo con un poco de enfado - no era necesario.

- ¿Qué no es necesario? Muñeca eres la estrella de esta noche... mereces brillar frente al mundo - dice abriendo los brazos al aire.

- Ya, te lo agradezco pero no lo vuelvas a hacer.

Coloco mis pertenencias en el asiento de atrás de ese costoso automóvil y me subo en el copiloto, Norman se queda mirándome con una expresión muy extraña que no logro interpretar. Finamente lo entiendo cuando estira sus labios formando un beso. Sin mucho ánimo me acerco a él para besarlo en los labios mientras que me toma la cabeza con sus manos haciendo que el beso fuera más apasionado. No lo niego, me pasan cosas con este hombre, es guapo, muy guapo, inteligente, trabajador, es tierno conmigo y trata de ser un buen novio. Lo cierto es, que me excita un hombre como el, pero no pasa de ser algo carnal, además después del encuentro con Víctor, quedé con ganas de más.

Claramente no pudimos hacer nada dentro del coche, pero nos fuimos coqueteando todo el camino con promesas de acciones libidinosas en algún motel cuando se termine la fiesta. Norman estaciona su coche en el estacionamiento trasero de la casona, desciendo de mi lugar con la intención de recoger mi hermoso vestido guardado en su estuche. Nos despedimos rápidamente y salgo corriendo hacia los interiores del lugar. Camino por el pasillo observando que el salón está adornado con colores plateados y blancos ¡Cómo mi vestido! Sigo caminando por el lugar maravillada con la vista. Colocaron una bola de disco en el medio de la sala, en todos los rincones hay mesas con adornos florares y charolas con frutas, cascadas de chocolates, copas, etc.

Subo las escaleras a saltos llegando al piso superior, comienzo a leer los nombres en las puertas blancas decoradas con guirnaldas plateadas ¡Lena, esa soy yo! Entro al vestidor y todo está tal cual como la primera vez que entré aquí. En el perchero cuelgo el estuche del vestido y comiendo a soltarme el cabello previamente lavado. Llevare el cabello en una coleta de caballo alto así que cojo un elástico negro, dejándolos en el tocador, saco mi cepillo y peino con cuidado de que quede suficientemente estirado. Tomo la coleta pasando el elástico con las vueltas que sean necesarias para que quede bien sujeto. Los cabellos que quedan rebeldes los ordeno con laca para peinar ¡Sí, es un peinado muy sencillo pero me quedó bastante bien! Me observo en el espejo para darme por satisfecha con el peinado. Para el maquillaje doy vuelta todos mis productos de belleza - que son bastantes por el oficio - Limpio mi rostro con agua termal para que esté totalmente limpio para aplicar el maquillaje. Comienzo con un corrector de ojeras - porque Dios, lo necesito - todos estos días de ensayo en las noches ha tenido sus consecuencias. Lo aplico con la yema de mis dedos hasta difuminar. Continúo con la base de rostro y a mis ojos les doy un delineado en el párpado para que tengan en efecto de ser más grandes para posteriormente aplicar muchas capas de máscara de pestañas y terminar con el rubor en las mejillas y polvos traslúcidos para sellar todo. Ya estoy casi lista, solo me falta ¡el vestido!

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