CAPÍTULO 50.
Creo que estaba mostrando mi etapa de rebeldía en ese momento porque se suponía de debía estar durmiendo en lo de Alice, pero a cambio me encontraba con Alan, en su nuevo apartamento, completamente desnuda debajo de sus sábanas mientras él acariciaba mi piel y dejaba besos en mi hombro.
Suspiré, saliendo del sueño y girándome hacia él. Cerré los ojos en cuanto le di una sonrisa perezosa y adormilada.
-Buenos días -susurró él. Escuché el roce de la tela cuando se acercó a mí.
-Buen día ¿Cómo te sientes? -pregunté, aun sabiendo la respuesta.
-Me siento más que bien... hoy estás más hermosa, más radiante.
Me senté en la cama volteando la vista hacia él que me reparaba con la vista.
-Eso dices porque dormí contigo -dije en charla.
Él sonrió, aun recostado.
-¿Te arrepientes? -Inmediatamente negué y me tiré a él.
-No.
-Pero no fue de la manera en la que querías que pasara. -Ladeé la cabeza frunciendo el ceño.
-¿A qué te refieres con eso?
-Que recuerdo cuando me dijiste que soñabas con casarte con el hombre de tu vida, entregarte únicamente a él y...
-Té eres el hombre de mi vida -interrumpí deseando que no pensara que estaba arrepentida.
Me sonrió y aplaudí internamente agradeciendo que fuera él al que se lo dijera; otro chico hubiera salido corriendo. Su mirada se enterneció de pronto.
-Ven aquí y dame un beso, Preciosa.
A pesar de que fue él quien lo dijo, se acercó a mí y me apretó contra sí, tomando mi cuello para que evitara alejarme, algo que claramente no iba a hacer.
-¿Tienes hambre? -preguntó sin separarse de mí.
-Mucha... pero tengo mucho más sueño. Estoy muy cansada.
Esta vez fue él quien rio divertido.
-¿Cómo no estarlo? Si parecías no querer dormirte.
-Claro, era yo... ¿Quién se fue a duchar y luego me comenzó a besar de nuevo?
-Yo, pero tú me disté pase a lo otro -entrecerré mis ojos frunciendo mis labios-. Si quieres besarme solo dilo, no tienes que hacer morritos para eso.
Me besó rápidamente en los labios, sin darme oportunidad de responder que no estaba haciendo eso para que me besara.
-¡Alan! No hice así para eso.
-Oh, lo siento, pensé que era para eso, no para que llegara más lejos... -insinuó con un tono juguetón.
-No hay caso contigo -dije riéndome-, pero ya, en serio, anoche... hicimos mucho y casi no dormimos, estoy cansada -me quejé como niña pequeña.
El teléfono de Alan sonó en alguna parte de la habitación. Me quité de encima de él para que pudiera atender.
-¿Mamá?... -contestó colocándose su bóxer. Me sonrojé furiosamente al verlo, pero él no notó mi mirada en él. Creía que se me haría difícil acostumbrar a verlo desnudo, aunque la noche anterior había tenido para familiarizarme un poco con su cuerpo. Salió de la habitación y yo aproveché esto para buscar mi ropa interior y su camisa, como la típica historia de película.
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Lunas de hielo
Manusia Serigala¿Puede la verdad alejar al amor? Primer libro de la saga Cantos a la luna. 01/09/2020 #63 en Desamor entre 95,1k 01/09/2020 #4 en Relaciones entre 5k 16/09/2020 #25 en Desamor ente 95,4k Todos los derechos reservados. Esta obra se encuentra registra...