Tras dejar a los caballos en el establos entramos en la casa. Me hizo muchísima gracias ver la cara de dolor de Daniel mientras caminaba, el pobre no estaba nada acostumbrado al dolor de montar, aunque me pareció que se estaba pasando un poco; a veces Daniel era un exagerado. Reí al recordar cómo se quejaba de las agujetas tras nuestro fin de semana por Hyde Park y estaba segura de que al día siguiente se pondría de la misma manera; esperaba que para cuando terminase el verano ya estuviese acostumbrado al dolor, al menos yo pensaba volver a llevármelo a montar muchas veces durante nuestra estancia allí.
Entramos en la cocina y nos servimos dos grandes vasos de agua con hielo; fue un tremendo despiste por mi parte olvidarme de coger agua para el paseo.
-¿Te ha gustado el paseo? -le pregunté tamborileando en el vaso de cristal con mis dedos.
-Sí, sobretodo la parte en la que nos hemos bajado de los caballos -rió.
-Has sido realmente valiente al montar por tu propia voluntad. Seguro que para el final del verano ya habrás superado tu miedo a los caballos y me rogarás que vayamos juntos a montar.
-Yo no estaría tan seguro... -solté una risotada. Me puse de puntillas y él se agachó un poco para que nuestros labios se tocasen.
-Hola, chica de ciudad -interrumpió de pronto una tercera voz haciendo que Daniel y yo nos separásemos de golpe.
Miré hacia el individuo que acababa de llegar y una gran sonrisa apareció en los rostros de ambos. Dejé el vaso sobre la encimera de mármol y me lancé a los brazos de mi estudiante de derecho favorito. Lucas me abrazó con fuerza levantándome del suelo provocando que yo riese; todo esto ante la atenta mirada de mi novio que empezaba a mosquearse al ver mi reacción respecto a la llegada del desconocido.
-Eh, aparta las manos de mi hombre.
Me separé de Lucas y saludé a mi prima dándole un beso en la mejilla. Ésta dejó sobre la mesa una gran bolsa de papel llena de comida y a continuación le dio un beso a su novio.
-Daniel, te presento a Lucas, el novio de Lucy -dije volviendo a su lado.
-¿Novio...? Oh, ah, claro. Encantado -le tendió la mano y le hizo un pequeño gesto con la cabeza, saludando. Lucas le devolvió el gesto.
-Vaya, que guay -dijo Lucas riendo-. Es como en las series y las películas inglesas, tieso, serio, educado... mola, creía que exageraban en la tele.
-No, no lo hacen, los ingleses son así -reí-. ¿Os quedaréis a cenar?
Sí -respondió mi prima-, hemos traído chuletillas de cerdo, pimientos rojos y por si acaso patatas, no sabía si el abuelo tendría o no en la huerta y me he quedado sin batería en el móvil cuando estábamos en la carnicería así que no podía llamar para preguntar.
-Solo tiene patatas pequeñas, así que está bien -respondí mirando el contenido de la bolsa-. ¿Os ayudamos a preparar la cena?
-¿Acaso crees que os dejaríamos que os librarais? -preguntó Lucy sonriendo irónicamente.
(***)
La cena con Lucy y Lucas estuvo genial. Mi abuelo se alegró mucho de volver a ver a Lucas. Lucy siempre había tenido mucho éxito con los chicos, a diferencia mía que solo había tenido tres novios incluyendo a Daniel y a Raúl, el cual no sabía si podía considerarlo realmente mi novio teniendo en cuenta que ya estaba bastante pillada por Daniel cuando salía con él.
En cualquier caso, Lucas era el novio con el que más tiempo llevaba saliendo mi prima, y era el único novio que realmente le caía bien a mi abuelo.
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El amor conlleva sacrificio
RomanceSegunda parte de la novela Enamorada de mi hermanastro. © Todos los derechos reservados. Esta totalmente prohibida la copia o adaptación de la historia. En caso de plagio, se tomarán medidas legales de manera inmediata. Obra registrada en Safe Crea...