Capítulo 13.

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Maximiliano me abrazo y trato de tranquilizarme—Tuve una hija con el—Apretó su agarre y siguió escuchándome, yo no podía verlo a la cara, estaba muerta de vergüenza y miedo.—Él al poco tiempo murió, mi hija fue arrebatada de mis brazos, sus padres la alejaron de mi.—Solloce en su hombro y el solo se dedicaba a darme masajes en la espalda.—Nadie sabe de esto y no quiero que sepan, hasta ahora le he pagado a la señora Maite que es abogada, para que me ayude a encontrarla; por eso no me quería ir de ahí. Todo lo que gano trabajando, la mayoría se lo doy a ella. Llevo cinco años buscando y no encuentro nada.

Me deshice de su agarre y me deslice hasta caer al suelo, abrazándome a mi misma, temblando por los recuerdos atormentados que se venían en mi cabeza.

—Es una historia demasiado fuerte, tal vez no se lo que se siente no encontrar a tu hija, pero agradezco que hayas confiado en mi. Te ayudaré a encontrarla, daría lo que fuera para que no estuvieras así, borrar tus recuerdos y reemplazarlos por unos buenos y felices.

Maximiliano me tomo en brazos y me llevo hacia el carro, me abrocho el cinturón y después el subió.

Al tranquilizarme hable—Estoy desecha Maximiliano, nada ni nadie va poder borrarme estos recuerdos y pensamientos que me atormentan, agradezco todo lo que haz hecho, pero me parece que ya es suficiente.

Al momento me puse seria y Maximiliano lo noto.

—No será nada, déjame ayudarte, por favor—Despego la vista del camino para mirarme.

—Esta bien, solo aceptaré esto y ya.—Forcé una sonrisa y guarde silencio durante todo el camino.

Después de un rato llegamos al departamento y ahí estaban todas.

—Angelina, que guapa estas.—La madre de Maximiliano me dio un efusivo abrazo.

—Gracias—Dije apenada

—Ya casi terminamos cielo, tu habitación ya esta lista.—mi abuela sacaba las cosas de las cajas.

—Bueno pues yo me voy, tengo que ir a trabajar—Maximiliano me miro y después se despidió de cada quien.

—Buena suerte cariño—Grito su madre desde la cocina.

—Nos vemos luego —Paso a lado mio y me dio un beso en la mejilla que por poco me deja sin aire, me miro con esos ojos penetrantes, nuestras miradas se cruzaron y después salio por esa puerta.

Me quede mirando la puerta como boba, no se que me pasaba con el que a su lado me sentía tan segura y protegida.

—¿Dónde estaban tu y mi hermano?—Andrea se paro a lado mio mirándome picaramente.

—A ningún lado, solo desayunamos y después venimos para acá.—Reí y subí a la que sería mi habitación.

Me recosté en la cama y me quede pensando en como hubiera sido mi vida si mis padres estuvieran conmigo, pero no me hacen falta. Mis abuelos han formado parte de mi vida y siempre les estaré eternamente agradecida.

Hoy Maximiliano me hizo recordar cosas de las que espero algún día olvidar, esa niña es la razón por la que aún me mantengo en pie, a veces pienso que la vida ha sido muy injusta conmigo. El me maltrataba y solo estaba conmigo por compromiso, sin embargo yo le di todo de mi y solo recibí maltratos, engaños y de más. Espero que el estando allá arriba, este pagando por lo que hizo.

Deje de pensar un momento y me dediqué a acostarme, me acurruque en las almohadas y de inmediato me dormí, imaginándome como seria mi hija en estos cinco años.

Mientras ella dormía, Maximiliano no dejaba de pensar en esa cabellera y ojos tan bellos que ella tenía. Era una mujer excepcional y fuerte que a pesar de no tener padres y de a ver perdido a su hija, aun se mantenía en pie y cada día luchaba por no derrumbarse.
Cada segundo pensaba en ella y ahora supo que había hecho bien al ir a ese pueblo, encontró a esa mujer y ahora la tenía tan cerca.

Dejo un momento de pensar en ella y se dedicó a la junta en donde se encontraba, varios de los empresarios hablan sin parar, mientras el no dejaba de pensar en ella y distraerse; se dijo a si mismo que el iría hoy a buscarla.

Angelina despertó a las seis de la tarde, se tallo los ojos y en cuanto vio el reloj se levantó de inmediato. Salió de su habitación y se dirigió a la planta baja, encontrando una nota de su abuela.

Cielo, voy con la señora Sara a comprar unas cosas, en el refrigerador hay comida que puedes calentar.

Angelina negó con la cabeza y dejo la nota donde estaba, se dirigió hacia la cocina y cuando iba abrir el refrigerador se escucho el timbre; extrañada fue abrir la puerta.
Lo que vio ante sus ojos la sorprendió, Maximiliano estaba delante de ella y consigo traía un ramo de rosas rojas.

—Buenas noches y bienvenida a tu nuevo hogar.—Maximiliano le dio un leve beso en la mejilla y con eso hizo que ella temblará.

—Buenas noches, gracias no te hubieras molestado con las rosas—Ella sonrió y le hizo un ademán con la mano para que pasará.
—¿Que hacías? —Pregunto siguiéndome hasta la cocina.

—Me acababa de despertar e iba a prepararme algo de comer.—sonreí mientras colocaba las rosas en un jarrón con agua.

—Vamos a cenar, yo invito y sirve que nos conocemos un poco más —Me miro ante cualquier movimiento que yo hacía.

—Esta bien, solo subo a dejar las rosas en mi habitación y por un suéter.

El asintió y espero en la cocina, subí rápidamente las escaleras y deposite las rosas en mi mesita de noche, agarre un suéter ligero y ne coloque un poco de perfume.

—Lista —Asenti y Maximiliano tomo mi mano al salir.

Al llegar al restaurante nos asignaron nuestra mesa y pedimos una pizza para cenar, junto con refresco.

—Podrías contarme algo de ti—Dije al tiempo que mordía un trozo de pizza.

—Trabajo con mi padre en su empresa, tengo que estar todo el día en juntas, reuniones, papeles y de más. A veces es muy cansado.—Reí por su expresión.

—¿Te gusta lo que haces?

—Si, solo que es un poco cansado, pero es algo que te deja ganar bien.

Asenti pensativa —Yo buscaré trabajo, la herencia de mi abuelo no durará por siempre.—Hice una mueca de tristeza y Maximiliano tomo mi mano.

—Podrías ser mi asistente, por ahora no tengo a ninguna y sería un placer ayudarte.—Negué con la cabeza sonriendo.

—Ya haz hecho demasiado por nosotras, lo pensaré y te aviso. —El se me quedo mirando un largo tiempo.

—Podríamos salir mas seguido y conocernos más, eres una mujer fantástica Angelina y es un placer pasar el tiempo contigo.

Ella también pensaba lo mismo, sabía que algo dentro de ella estaba floreciendo y que pronto esos sentimientos saldrían a la luz.

—Sabes te agradezco por todas las cosas lindas que dices, y acepto tu petición, quiero olvidar mi horrible pasado y se que contigo lo lograré, seremos como amigos por ahora.

El sonrío y beso su mano, sabía que el era diferente solo bastaría un poco de tiempo para enamorarse y nunca separase de el.
Y es que en esas palabras se encerraban tantas promesas.

•••••
Discúlpenme, por favor no quise tardar tanto en subir, las que me siguen en Instagram sabrán el por qué de mi tardanza y aquellas que se preocupan por mi salud, mil gracias por todo.

Actualización Yeih! Por ahora solo serán amigos, pero sabemos que esto pronto florecerá, no todo será color de rosa y en esta historia faltan muchas cosas por pasar y aclarar. Bonito domingo y que mañana tengan un excelente inicio de semana, besos.

Instagram : @wattpadvictoria

Triunfo del Amor © (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora