Capitulo 12.

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—¿De mi? —me señale a mi misma y después agregue— No lo creo, y de verdad muchísimas gracias por dejarnos quedar aquí, pero no será necesario.—Mire a Maximiliano y tenía una expresión de confusión—Podemos irnos a un hotel.

—Oh Angelina—su madre se acercó a mi y me tomo por los hombros—Aquí se quedarán, será un gusto para mi. Tu abuela Melisa es un encanto de persona y seguro tu también.

—Pues muchas gracias por todo en verdad—eso lo dije mirando a Maximiliano, quien es el que ha hecho demasiado por nosotras.

Me guió hacia el comedor donde ya estaba servida la cena, Andrea y mi abuela ahí.

—Por cierto es un verdadero placer conocerte, mi nombre es Sara—Me sonrió tan sincera.

—El placer es mio, Sara.—Sonreí y antes de yo recorrer la silla, Maximiliano lo hizo por mi.

Le di las gracias y por supuesto que eso no pasó desapercibido por nadie de la mesa, todas estaban atentas.

—Bueno Angelina, cuéntame de ti? —Dijo Sara, mientras se sentaba.

Que podía contarle de mi vida? No quisiera que supieras todo, así que solo diré lo esencial .

—Bueno pues... Tengo veintitrés años, me gradué en licenciatura en filosofía. Vivo desde pequeña con mis abuelos, mi abuelo falleció ayer—Mi voz se entrecorto—Mis padres me abandonaron desde pequeña y con eso he vivido, a mis abuelos les debo todo lo que en esta vida se y he aprendido, valorado las pequeñas cosas.

Todo eso lo dije mirando a mi abuela, quien sonrió con tristeza.

—Lo siento mucho, pero seguro te cuida desde el cielo.—Sara me tomo las manos con cariño, Maximiliano seguro se sorprendió por lo que dije de mis padres— Y no has sabido algo de tus padres?

De la nada apareció una señora y nos sirvió la cena en nuestros platos.

—No y no me interesa saber nada de ellos.—Dije seria y empecé a comer.

—Bueno esta bien—Sonrío y empezaron a platicar entre ellos, mientras yo guardaba silencio.

Al poco tiempo termine de cenar, ellos aún seguían riendo y platicando. Lo único que yo quería era dormir, lo necesitaba.

—Si no les importa, estoy muy cansada y quisiera dormir.

La señora Sara presto atención en mi y enseguida llamo a Valentina, ese era su nombre, me guió por un pasillo y entre a una habitación totalmente fina y adornada con colores elegantes.

Abrí la maleta y saque mi pijama, fui al baño;  me cambié, lave mis dientes y me acosté.

Mi vida estaba totalmente destruida y nadie podrá hacer que esto cambié, estoy deshecha por dentro y fuera. Nadie en toda la noche se les ocurrió molestarme, ni siquiera a mi abuela, se que a ella tendría que haberle contado todo, pero no puedo.

Después de pensar y pensar, caí en un sueño profundo donde me encontraba con mi abuelo y me decía que todo estaría bien.
A la mañana siguiente mi abuela entro a despertarme y a decirme que ya estaba el desayuno, Maximiliano nos llevaría después de desayunar.

Me levante, tendí la cama; Fui a ducharme, deje mi cabello mojado suelto, me coloque un suéter color durazno, un jean negro y unas botas cafés con una bufanda beige. Arregle mi maleta y después de eso baje a desayunar.

En el comedor solo se encontraba Maximiliano leyendo el periódico, y aun no se daba cuenta de mi presencia. Tome asiento y el dejo el periódico de lado.

—Buenos días, como dormiste? —Pregunto mientras le daba un sorbo al café.

—Buenos días, dormí muy bien gracias. —Sonreí y me dediqué a desayunar con su mirada clavada en mi. —Y los demás, donde están?

Pregunte extrañada al ver toda la casa vacía.

—Mi madre, Andrea y tu abuela, se fueron a acomodar todo lo del departamento.

Asentí despacio y termine mi desayuno.

—Vamos, quiero llevarte a un lugar donde se respira paz y tranquilidad —se levantó de su asiento y me tendió la mano.

—No me vas a secuestrar ni nada por el estilo, verdad.—Reí y tome su mano.

—No, de eso puedes estar tranquila.—Sonrió y fuimos hacia el auto, lo puso en marcha y fuimos a ese lugar que Maximiliano anhelaba llevarme.

Hacía una brisa demasiado fría, ni el suéter ni la bufanda eran suficientes para mantenerme caliente. Miraba hacia la ventana, veía pasar árboles y árboles a todo velocidad.

Maximiliano me tomo de la mano y se detuvo en un lugar donde había demasiadas flores y un lago, tomamos asiento en un tronco que estaba en el suelo, yo respiré profundo y deje que mis pensamientos volaran.

—Cuando yo me siento triste o necesito gritar, siempre vengo a este lugar, en este lugar encuentro la paz y tranquilidad que necesito en esos momentos, dejo que mis pensamientos vuelen y me desahogo.—Miraba hacia el lago y lo cierto era que aquí encontrabas la paz—¿Que es lo que tanto te agobia Angelina?  Puedes confiar en mi, no te juzgaré yo solo te escucharé en silencio.
No quería tocar ese tema, pero tenía que soltarlo; deshagoarme de una vez por todas y dejar de atormentarme, lágrimas empezaron a salir de mis ojos, los recuerdos se agolpaban en mi cabeza.

—Bien—Suspiré y continúe—Mi vida era tranquila y relajada, cuando mi abuelo me metió a estudiar comenzó la locura y ahí mi vida no volvió a ser igual, me dedicaba a ir a fiestas, tomaba y perdía el control en muchas cosas. Nunca fui rebelde, era una niña alegre y jamás dejaba de sonreír.—Lo miré y el solo se dedicó  escucharme y tomarme de la mano. —Conocí al supuesto amor de mi vida, el mi pintaba el mundo de color rosa, pasaba los mejores momentos de felicidad con el. Mis abuelos lo conocieron y les parecía un buen tipo, pero las apariencias engañan y el no era lo que parecía. Se convirtió en una persona que yo no conocía, a cada rato peleábamos, discutía de cualquier tontería y yo llegue a odiarlo. El destruyo mi vida para siempre y aunque el ya no este en este mundo, lo odiaré.

—¿Que fue lo que hizo para que llegarás a odiarlo de esa manera? —Pregunto retirando las lágrimas de mis mejillas.

Llore desconsoladamente al recordar ese momento, estaba temblando y juraba que en cualquier momento perdería la cordura.
••••••

Este capítulo es un poco fuerte, Angelina le esta confiando todo a Maximiliano.
Estaré actualizando seguido, espero les guste y resuelva algunas de sus dudas :) gracias por tanto

Triunfo del Amor © (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora