Espinas

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Star se encontraba en la entrada de el laberinto y un abismo negro se extendía a lo largo y ancho de aquel lugar, entró tomando la mano de Uxya, cerrándose la puerta justo detrás de ellas haciéndole un nudo en el estomago.

-Uxya, esto es seguro, normalmente estas situaciones no me dan miedo y puedo enfrentar grandes cosas sola pero ese el detalle, no estoy sola y no quiero que nada le pase a mi hijo.

-No tengas miedo, el laberinto reacciona a las emociones de quien entra, si tienes miedo e inseguridad nos resultara mas difícil atravesarlo, solo no sueltes mi mano, piensa en el laberinto como un animal salvaje que llevo siglos cuidando, a mi me conoce y hasta cierto punto obedece pero a ti no y no se como será si te sueltas. Le explicaba la hechicera mientras atravesaban un camino de piedra que se iba haciendo entre maleza y obscuridad, solo iluminadas por una flama aqua que salía de la mano de Uxya.

-De acuerdo, no te soltare y estaremos bien. Seguían su andar, el camino era largo, Star miraba como parecía no haber nada ahí, miraba al cielo y solo había obscuridad al igual que a los lados, solo existía el camino que pisaban con arbustos a los lados, se preguntaba que había mas haya de lo que se veía, como eran los retos que paso Marco ahí dentro y si de verdad eran tan peligrosos, pero entonces un dolor inexplicable le dio en el pecho gritando y alarmando a Uxya.

-Marco, algo le pasa a Marco. Solo eso pudo decir antes de desmayarse en medio de la nada soltando sin querer le mano de la hechicera.

Al despertar se encontraba en medio de un inmenso bosque, al menos eso parecía pero al ver al cielo vio que seguía en el laberinto y estaba sola, no tenia nada con que defenderse y no veía a Uxya por ningún lado, sentía mil miradas encima de ella y miedo, sentía que en cualquier momento una bestia salvaje le atacaría o algo así.

-Uxya!, Uxya!. Gritaba pero no había señal de ella, realmente estaba en apuros, mil pensamientos anudaban su mente, estaba Marco bien?, seguro vivo si estaba si no ella también habría muerto, pero que le habrá pasado para sentir ese dolor tan real, tantas cosas le estaban preocupando en ese momento y cada paso que daba parecía que el bosque se cerraba mas, no sabia a donde correr, ya no podía ver nada.

-Todo es tu culpa. Escucho una voz que no supo de donde venia. -Siempre haces estas cosas poniendo en riesgo a quien te rodea, piénsalo, desde niña siguiendo monstruos metiendo a Ponny Head en problemas contigo. Star se tapaba los oídos estando de rodillas en el piso sin un lugar a donde correr y una sombra parecía adueñarse del lugar. -Cuando creciste fue a Marco quien llevabas contigo haciendo mas de una vez que casi lo maten, hasta que felicidades lo lograste. Star empezaba a llorar, todo lo que oía le dolía mas y se sentía mas pequeña y las ramas parecían absórbela. -Y ahora ese hijo que llevas dentro, acéptalo no tienes madera de madre, a ti te gusta jugar al peligro, hacerte la valiente cuando en el fondo sabes que eres la princesa en apuros que necesita ser rescatada de si misma. Se quedo quieta, las lagrimas dejaron de caer por sus mejillas.

-Jamás he sido la princesa en apuros, si me han salvado pero nunca deje de luchar, siempre me he defendido, la guardia real me entreno y no soy una rosa delicada que deben cuidar. Las ramas alrededor de ella empezaban a secarse liberándola. –Si mis amigos han estado conmigo es por que han querido, y ha este hijo le cuidare mas que a nada, si debo dejar de perseguir monstruos lo hare, ya no soy la niña desastrosa y ahora mi familia es mi prioridad y ni Tom, ni este laberinto ni nada me detendrá hasta que estemos juntos al fin y seamos felices. Pronto el bosque se empezó a liberar y el laberinto se mostró delante de ella, con sus recovecos y enredaderas, caminos torcidos, y con paso decidido fue a donde su corazón le indicaba, de un momento a otro todas las paredes de hierbas bajaron y dejaron ver a la hechicera del otro lado y Star corrió hasta donde se encontraba ella.

-Star, me alegro tanto de que estés bien, en cuanto te soltaste el laberinto reacciono y no te pude ver, pero por lo visto lograste superar la prueba que te puso. Uxya puso su mano en el piso y susurro unas palabras a él he inmediatamente se abrió un paso iluminado con unas llamas violetas. -El laberinto nos dejara pasar ahora sin problemas pero debes recordar por que estamos aquí y tenlo muy aferrado a tu corazón, si no las llamas se apagarán y perderemos el camino.

Star puso una mano sobre su vientre y asintió con valentía, siguieron el camino que el laberinto les marcaba, jamás en su vida había estado tan decidida como en ese momento, encontraría la daga, liberaría a Marco del control de Tom y al fin hará que les deje en paz. Caminaba perdida en sus pensamientos, extrañaba a Marco incluso mas que antes, realmente pasaban la mayor parte del tiempo juntos, casarse solo era la manera de hacerlo oficial por que incluso sus almas ya están unidas. A lo lejos se alzaba una enorme torre de diamante resplandeciente y con brillo propio, a pesar de ser princesa y estar rodeada todo el tiempo de palacios y joyas, nunca había visto algo como eso, parecía brillar con todos los colores del arcoíris y al mismo tiempo irradiaba una luz blanca realmente estaba impresionada.

Llegaron al lugar y las puertas se abrieron mostrando los grandes tesoros de este, tantas cosas como sabría ella que es lo que buscaba pero en medio estaba un pedestal que sostenía una daga, cuya hoja era blanca totalmente y se notaba que estaba afilada, el puño era de plata con incrustaciones de rubíes y un mensaje en una lengua que no lograba identificar, fue hasta ella como si le llamara y la tomo.

-Debes tener mucho cuidado con eso, es capaz hasta de destruirme a mi pero dada la circunstancia es realmente necesaria, una advertencia te debo de hacer, la magia y el poder no se destruye solo lo sacaras de Tom, no se como vaya a reaccionar esta cuando se encuentre fuera de el así que hay que estar preparados. Le explicaba la hechicera a Star mientras con su uña rasgaba lo que parecía ser un portal de regreso a fuera del laberinto a idear la estrategia ideal para acabar con este tormento de una vez.

Mas sin embargo en una parte profunda del inframundo, Tom preparaba algo enorme, algo que el pueblo de Mewni no veía venir.

-Señor, ya esta todo preparado, los soldados ya conocen los puntos débiles de ejercito de Mewni, además me he enterado que Star no se encuentra en estos momentos para defender su pueblo, se encuentran sin la varita y no tendrán oportunidad. Decía el nuevo General del ejercito del inframundo a Tom quien observaba un mapa del reino de Mewni, sabia que si algo amaba Star además de su familia, era su reino y necesitaba romper el alma de ella tanto como la de Marco para poder lograr su cometido, solo que ahora habían dos cosas que le impedían llegar a su meta pero si todo salía al plan estas dos cosas pronto dejarían de ser un problema.

-Muy bien, ahora da la orden, el ataque a Mewni se hará mañana al amanecer, las indicaciones son claras y quitaran del camino a quien me estorbe entendido.

-Tom, no hay que hacer esto, por favor recapacita, vidas inocentes pueden ser perdidas, te lo suplico.

-Ya es tarde, tarde para suplicar y para todos, es tarde incluso para mi, la orden ha sido dada así que ve y cumple ahora. El corazón de Tom se encontraba obscurecido totalmente, ya cegado por el odio y el rencor, el ataque al reino de Mewni ya estaba programado y seria el mas horrendo amanecer que se recordaría en muchos siglos.


Donde estés - SVTOV ( Starco fan fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora