Por Amarte Asi

Capitulo 5

Mira como ella se alejaba de el y una idea recorrió en su mente, corrió tras ella.

–Espera.

– ¿Qué paso? –Se detiene para mirarlo.

– ¿Estas apurada? –Ella lo mira extrañada. –Quiero decir que si tienes prisa para entregarle esas fotos.

–No, tengo tiempo todavía, ¿Por qué lo dices?

–Hay una cafetería cerca, podemos comprar algo para tomar y de paso charlar un poco, ¿Qué dices? –Ella sonrío y el hizo lo mismo.

–Esta bien. –Camino hacia el. –Pero pago lo mío.

–Yo no dije que te lo iba a pagar. –Bromea, se ríen.

Se van hasta la cafetería caminando, compran cafés y algo para comer.

–No quiero comer adentro, salgamos de aquí.

– ¿Segura?

–Claro. –Agarra su café.

Salen de la cafetería y ella se adelanta, se sienta en el suelo y el la mira extrañado.

– ¿Qué? –Lo mira.

– ¿En el piso? ¿Una mujer? –Se ríe.

–No es nada sentarse en el suelo, ya estoy acostumbrada, siéntate. –Le dice y el se sienta al lado de ella.

–Ten. –Le da la bolsa con las rosquillas.

–Gracias. –Sonríe, el mueve la cabeza.

–Basta. –Ella lo mira sorprendida. –No sonrías así.

– ¿Por qué? –Extrañada.

–Eres muy hermosa y esa sonrisa te hace ver mucho más hermosa que antes. –Se acerca a ella. –Me hace querer besarte.

Los dos se miran por un momento y sus respiraciones se aceleran, estaban muy cerca pero ella se movió para cortar la cercanía.

–El café se va a enfriar. –Bromea.

–Claro, el café. –Toma un sorbo.

Después de un rato, terminan de tomar el café y ella se levanta del suelo.

–Bueno, me tengo que ir, me divertí mucho.

–Yo también. –Se levanta. – ¿No quieres que te lleve?

–No, yo me voy sola.

– ¿Nos volveremos a ver?

–Seguramente, con nuestro trabajo nos vamos a ver muchas veces. –Divertida. –Bueno, me voy, adiós Eric. –Se da media vuelta.

–Adiós Sirenita. –La ve irse y el dio media vuelta.

Pasaron unas horas y Gina entro a su casa.

–Tardaste bastante. –Dijo su madre.

–Ya lo se, me quede hablando con alguien que conocí.

– ¿Alguien del trabajo?

–No, del trabajo no conocí a nadie pero si a un policía, ayer lo conocí y hoy nos volvimos a encontrar.

– ¿Un policía? Mmm es mala combinación.

– ¿Mala combinación? ¿Quién dijo que estaba con el?

–Lo se pero se nota que te gusta, ¿Cómo es el?

–Es alto, de ojos marrones, tenía un poco la barba crecida, es muy apuesto. –Emocionada.

– ¿El te dijo algo? –Gina se sonrojo.

–Si, me dijo que soy hermosa y cuando sonrío lo soy más todavía, me gusta.

– ¿Qué va a pasar si llegan a algo más? ¿Le vas a decir lo del asesinato?

–Si pasa algo no lo tiene porque saber, por ahora pero por eso quería probar que soy inocente pero no se como. –Baja la cabeza. –Es necesario que demuestre que soy inocente.

–Yo te creo hija, el te va a creer también, si te quiere va a entender lo que paso, no te preocupes. –Levanta la cabeza de ella y la ve llorar.

–Me preocupo porque creo que lo amo. –Llorando, se abrazan.

–Mi niña. –Consolándola. –Si el te quiere como vos lo haces, van a estar juntos aun que vos estuviste en la cárcel por algo que no hiciste.

–Ojala. –Entierra su cabeza en su hombro.

Esteban entro a su casa de buen ánimo y puso su bolso en la silla de la cocina, vio a Cordelia que paso en la cocina.

–Hola. –Seria.

– ¿Cómo estas?

–Bien, no hace falta que te pregunte como estas. –Lo mira. – ¿Qué te paso? –El iba a hablar pero la interrumpió su hermano.

– ¿Y esa cara? –Pregunto Manuel.

–Si vieras a la chica que conocí, es hermosa. –Emocionado.

– ¿Dónde la conociste?

–Ayer en el trabajo, es fotógrafa.

–Con razón estabas tarado ayer y te olvidaste de la denuncia. –Esteban cambio su cara.

–No me olvide de la denuncia. –Serio y lo miro. –Espera, tú sabes donde vive esa mujer.

– ¿Piensas que te voy a dar su dirección? Estas loco. –Burlándose.

–Me vas a dar su dirección.

–De ninguna manera, no voy a dejar que la molestes. –Enojado.

–Aun que escondas a esa zorra. –Enojada. –Yo la voy a encontrar. –Se va de ahí.

– ¿Ves lo que haces?

–No la vas a encontrar, no quiero que molestes a una inocente, deja de ser tan ciego. –Molesto.