Capitulo 21

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Esteban miro enojado a su madre.

–No culpes a Gina. –Hablo Manuel. –Ella no hizo nada.

– ¿Por qué siempre insistes con lo mismo? –Pregunto Esteban. –Hasta estoy pensando que tú mataste a Ramiro.

María le da una cachetada fuerte a Esteban, dejándole roja la mejilla.

–Me canse. –Furioso. –Por eso Ramiro se fue, lo estabas asfixiando, obligando a que este con Cordelia. –Se ríe. –A mi no me vas a empujar a eso, yo me voy, te vas a quedar sola.

Su madre lo miraba con odio, Esteban le hacia frente, no le importaba nada.

–Los dos están estupidos por esa mujer, mira lo que te ha hecho ahora.

–Siempre culpas a otros pero nunca a ti. –Salto Manuel. –El tiene razón.

– ¿Ahora lo defiendes?

–Es lo que pienso, aparte, no es la culpa de Gina, no hables estupideces.

–Yo me largo de aquí. –Se va de la sala.

Tardo unos minutos para guardar las cosas que necesitaba y se marcho de la casa, no quería estar ni un segundo más con su madre.

Era de noche y Gina había ido al parque, quería tomar aire fresco. Se sentó en un asiento, estirando su cabeza hacia atrás.

Agarro su celular y ve que le llego un mensaje.

"¿Estas esperando a alguien?"

Miro el número y era desconocido, se puso de pie y miro para todos lados.

Otra vez sonó su celular.

"¿No me encuentras todavía?"

Dio unos pasos, estaba con mucha precaución. Sabía que era el asesino.

– ¿Dónde estas, hijo de puta? –Piensa.

Miro su celular y había llegado otro mensaje.

"Detrás de ti"

Se dio vuelta y sintió un empujón, tirandola en el pasto.

No se podía ver la cara del asesino, tenía una capucha y como estaba todo oscuro, no se veía nada. Se estaba por sacar la capucha.

Gina se despertó de golpe, sentándose, golpeando el colchón.

– ¿Por qué? –Nerviosa. – ¿Por qué no me puedo acordar?

Se pone a llorar y se acuesta en su cama.

–Ya no aguanto más.

Se agarraba la cabeza, estaba desesperada, retorciéndose en su cama.

Su madre entro corriendo a la habitación.

– ¿Qué pasa? –Asustada.

–Ya no aguanto más, mamá. –La abraza. –Quiero que todo esto termine.

–Hija, vos podes, estas re cerca de encontrarlo. –Agarra sus manos. –No te aflijas ahora, vos no sos así.

–No puedo acordarme de su cara, no puede ser que no me acuerde de nada, doy un paso y retrocedo tres.

–Están cerca, va a comenzar el juicio, vas a descubrir al culpable. –Conteniéndola. –No bajes los brazos, Gina, no ahora.

Gina asiente y cierra los ojos, se limpia las lágrimas.

–Y las cosas con ese muchacho. –La mira. –Se van arreglar. –Sonríe.

–De eso prefiero no hablar. –Baja la cabeza.

–Tu lo amas, ¿o no?

–Demasiado. –Traga salida. –Los dos nos lastimamos mucho.

–Ustedes fueron victimas, no seas cabeza dura.

Gina no dijo nada, Leonor la vio muy cansada y se levanto de la cama.

–Sera mejor que vuelva a mi cama, tienes que dormir, hasta mañana.

–Hasta mañana, mamá.

Esteban estaba en su nuevo departamento, tenía su celular y no sabia si marcar o no el número de Gina, quería llamarla.

–No me va atender. –Nervioso.

Su celular empezó a vibrar, no podía creer quien era.

–Gina. –Animado.

–Necesito hablar con vos, mañana, ¿te parece?

– ¿Dónde?

–En el departamento que era de Ramiro.

– ¿Qué quieres hacer?

–Mañana vas a saber bien, nos vemos mañana.

–Esta bien, nos vemos mañana, descansa.

–Vos también, Esteban, adiós.

Ella corta la llamada.

Esteban no sabia que quería hacer ella pero estaba dispuesto en ayudarla.

Mientras tanto, Muriel estaba caminando de acá para allá, recordando la última llamada que recibió, tenia que tomarse su tiempo, mañana tenia que encontrarse con la persona que había llamado.

–Un testigo ahora, al fin se animo a hablar.

Sus manos le sudaban, estaba muy inquieta.

" ¿Por qué no hablo antes?

Era menor de edad, señora, tenia mucho miedo.

Entiendo pero tenía a sus padres para decírselo.

Mi madre lo sabia, no quería que contara nada."

Su cabeza le daba vueltas, el lunes empezaba el juicio, le faltaba tan poco, solo unos cuatro días.

–Ahora solo falta que digaquien es el asesino y así todo va a poder terminar.    

Por Amarte AsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora