Capitulo 14

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– ¿A la noche? No vamos a ir. –Dijo Esteban. –Es muy sospechoso.

– ¿Y si es el testigo? Quiero saber que paso y si la culpa a Gina, mucho mejor.

–Estas demasiado envenenada, madre.

Manuel la miraba muy serio, miro a su hermano y suspira.

–Vamos los 4, si es una trampa, estando todos juntos, no va a pasar nada.

– ¿Llevar a Cordelia? No se...

–Va a ir con nosotros, no podemos dejarla sola.

–Yo iré con ustedes. –Seria. –No me va a pasar nada.

Gina había llegado a su casa, su madre estaba en la cocina y la escucho entrar.

– ¿Cómo te fue? –La mira.

Gina toma aire y se queda sin palabras, no sabia por donde empezar, no quería llorar.

–La detective Elías, esta segura que soy inocente.

–Ay hija. –Feliz. –Eso es maravilloso.

–Hace poco conocí a un hombre, me enamore de el, mamá, pero esa persona es su hermano. –Llorando. –Me odia.

Ella la abraza y acaricia su espalda.

–Tranquila, hija, si el también te ama, va a dejar de lado todo esto, vas a probar que eres inocente y vas a poder ser feliz.

–Toda la familia me odia, aunque sea inocente, van a pensar lo mismo.

–Entonces no vale la pena. –Acaricia su pelo. –Si el sigue pensando lo mismo, no vale la pena que sufras por el.

–Pero, ¿cómo hago? Yo lo amo.

–El te hará daño, si el cree que eres la asesina, va a querer verte presa.

–Yo le voy a demostrar que soy inocente, el no tiene que odiarme, nos amamos.

–Ojala hija, el caso puede tardar mucho en aclararse.

Escucharon el ruido del timbre y Gina abrió la puerta, vio a Muriel en el marco de la puerta, estaba preocupada.

– ¿Qué paso? –La mira.

–Cuando llegue a mi casa. –Abre la cartera y saco una carta. –Vi esta carta, hay un testigo.

Gina la mira y traga saliva.

– ¿Un testigo? ¿Estas segura?

–Léela. –Le entrega la carta.

"Estimada Detective Elías: Se que esto lo que le voy a decir es un poco raro pero vi todo lo que paso en el asesinato, no podía hablar porque tenia miedo y era menor de edad, paso tanto tiempo, me siento culpable y por eso quiero remediar lo que calle, la espero el día 24, le dejo mi dirección, por favor no falte."

–Es mañana. –Dejo la carta.

–Lo se, hay que proteger a ese testigo, debe saber todo lo que paso.

–Y cerró la boca.

–Era menor de edad, no podemos culparlo.

Tocaron el timbre y había un cartero en la puerta.

–Hola señorita, aquí le dejo una carta. –Gina firma la carpeta y agarra la carta.

–Muchas gracias.

El cartero se marcha y abre la carta.

Empieza a leerla y mira a Muriel.

–Es la misma carta.

– ¿Qué? –Agarra la carta y la lee.

Muriel estaba muy confundida, era la misma carta pero destinada a Gina, capaz el testigo quería hablar con ellas 2.

– ¿Usted piensa que tenemos que ir?

–Tenemos que hablar con ese testigo, debe querer hablar con nosotras.

–No lo se, todo esto es muy raro.

–No vamos a estar solas, si es una trampa, no va a pasar nada.

–Esta bien. –Asiente. –Vamos a ir.

Al otro día, el cuerpo de Ramiro estaba preparado para la autopsia, Muriel estaba con el forense, quien salio después de sacar unas muestras del cuerpo.

–Lo que hicieron fue un desastre, Ramiro lucho con el asesino antes de la muerte, en sus uñas, tomara un tiempo para que haya un resultado, una semana.

–Lo se, hoy tengo que hablar con un testigo.

–Ten cuidado, es muy peligroso, podría ser una trampa.

–No voy a ir sola, la muchacha ira conmigo, no pasara nada.

–Yo voy a tratar que las pruebas salgan el menor tiempo posible.

–Gracias.

Se estaba haciendo de noche y Muriel fue en búsqueda de Gina, se subieron al auto y viajaron hasta donde vivía el testigo.

Muriel la miro antes de entrar, quería estar segura que ella estuviera lista.

– ¿Estas lista?

Gina la miro y asiente.

–Si, estoy lista. –Segura.

Muriel sonríe y tocan el timbre.

Una mujer abrió la puerta, era una ama de llaves, les dio la bienvenida y les agarro el abrigo.

Caminaron hasta la sala, encontrándose con Esteban y su familia.

–¿Qué hace esa mujer aquí? –Dijo Maria.

Por Amarte AsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora