Capitulo 7

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Caminan hasta su auto y el le abre la puerta para que entre.

–Gracias. –Sonríe y entra al auto.

–No tienes porque darme las gracias. –Cierra la puerta y el sube al auto por la otra puerta.

– ¿A dónde vamos?

– ¿Qué te parece que pasemos el día en un parque? Y después vamos a una tienda a comprar algo.

–Me encanta la idea. –Sonríe. – ¿Pero que vamos a comprar? –Pregunto.

–Cuando lleguemos a la tienda te digo, ojala aceptes.

–Total que no sea nada malo. –Bromea.

–No, te vas a divertir. –La besa y en unos segundos arranca el coche.

Mientras, Cordelia tenía el teléfono en su mano y atendió.

– ¿Hola? ¿Quién habla?

–Hola, ¿Esta la señora Maria Creel o su hijo Esteban?

–No pero soy la consuegra y cuñada de Esteban, si quiere dejar un mensaje, se los puedo dar yo.

–Esteban Rivas solicito la apertura del caso de la señorita Pastorino, al final el juez acepto que el caso este abierto y en unas semanas llegara una de las fiscales. –Ella empezó a temblar.

– ¿En unas semanas? –Pálida.

–Si y el juez va a decidir que hacer con la acusada durante la investigación, hay algunas cosas que las voy a mantener en secreto, no se olvide de avisarle a Esteban y a su madre.

–Lo... hare. –Tartamudeando. –Adiós. –Corta, cubre su cara con sus manos. –Si la declaran inocente, ¿Qué hare yo? –Preocupada. –No te preocupes, no van a investigar nada, solo la van a sentenciar más años, tranquila. –Calmándose. –Pero que no se destapen cosas de el...

Llegan al parque y se sientan en el pasto, ella se recostó en las piernas de Esteban.

– ¿Me lo dirás ahora?

–No, ya lo vas a saber, falta mucho para que suceda eso y esto me lo voy a cobrar por no saber tu nombre. –La besa.

–Tú ganas. –Derrotada.

– ¿Quieres helado? –La abraza.

–Por favor. –Esteban se levanta y la alza. –Bájame. –Se ríen.

–No. –La pega más a el y se besan de vuelta. –Sos hermosa. –Se miran.

–Tú lo eres. –Sonríen.

Van hasta una heladería y compran dos helados, vuelven al parque y comen el helado en el suelo, el recibe una llamada y atiende.

–Hola madre.

–Te tengo buenas noticias.

– ¿Qué paso? –Quería saber.

–Recibimos noticias del caso de Ramiro, van a abrirlo y se hara una investigación para probar que ella es culpable y darle más años. –El sonrío.

– ¿Cuándo paso eso?

–Hoy llamaron y atendió Cordelia, la fiscal llegara en unas semanas para ayudarnos.

Esteban no podía parar de reír por la felicidad que golpeo en su pecho, quería hacerle pagar a la asesina que había matado a su hermano y hacer justicia de una vez por todas.

–Gracias madre por la noticia, después hablamos, estoy con alguien, adiós. –Corta.

–Me parece que te dieron una buena noticia. –Dijo ella, el sonrío.

–No te imaginas. –La besa. –Vamos a la tienda.

–Me tienes que decir para que vamos a la tienda. –Divertida. –No me dijiste nada.

–Iremos a una tienda de disfraces. –Ella lo mira.

– ¿Disfraces? ¿Una fiesta?

–Si una fiesta de disfraces, dime que quieres. –Sonrío.

–No tengo ganas de disfrazarme.

–Entonces ponte un antifaz pero quiero que me acompañes. –Le rogó.

–Mañana tengo trabajo, no puedo darme el lujo de faltar o llegar tarde.

–Esta bien. –Acepta de mala gana.

–No te enojes, no quiero que me regañen o me despidan de mi trabajo. –Pone su mano en el su hombro. –Si quieres planeamos algo para el viernes.

–No estoy enojado, solo quería divertirme en la fiesta contigo.

–Puedes divertirte sin mi, no voy a ser aguafiestas.

–Ya lo eres. –Bromea.

–Cállate. –Lo abraza.

–Te quiero. –Rozan sus narices.

–Yo también te quiero.

Más tarde, Manuel estaba con la madre de Gina, ella suspiro y puso sus manos a la cabeza.

–No se preocupe Leonor, no voy a dejar que la vuelvan a encerrar.

–Yo se que mi hija no mato a tu hermano, alguien le tendió una trampa. –Preocupada.

–Lo se, yo también lo creo por eso no voy a dejar que pase eso.

–El verdadero asesino tiene que estar en la cárcel, no ella. –Alterada. –Esa persona merece estar en la cárcel, mi hija no lo asesino.

–Lo se pero hasta que no sepamos quien fue, ahora solo tenemos que probar su inocencia.

– ¿Pero quien fue? –Quería saber.

–Estoy preguntándome lo mismo desde hace años pero estoy igual que tu, no se quien pudo haber sido.


Por Amarte AsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora