Capitulo XVIII: Incidente Mónica

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En el colegio, Leidy empezó a comportarse de una manera muy cariñosa conmigo, aunque quería alejarla, simplemente no tenía la fuerza de voluntad para alejarla de mí, la quería cerca de mí, quería que estuviera a mi lado por siempre, perderme en sus ojos, darle un abrazo hasta que ella y yo nos volviéramos uno, besarla... hasta que nuestros labios se secaran. Sabía que tal vez ella buscaba venganza por lo que yo le había hecho 2 años atrás, pero tenía que creer que ella de verdad me quería, que había algo más que amistad y odio entre ella y yo, eso me ponía muy feliz, es como uno de esos momentos en los que te regalan algo, y simplemente no lo quieres soltar, así me sentía en esos momentos con ella. Pero, estaba Mónica, iba a hablar con ella el sábado, pero creo que el jueves estaría bien, tal vez esto le rompería el corazón, no quería que esta amistad tan bonita que tenemos se arruine por una cosa del momento, una situación que provoco las hormonas que a nuestra edad están revoleteando por ahí, provocando sensaciones y sentimientos que no comprendemos; pero bueno, era hora de hablar con ella.

Como ese día jueves no teníamos clase, y ella estudia en la jornada de la mañana en otro colegio, no había ningún inconveniente en que fuera a su casa, además, ella me había pedido anteriormente que fuera para "ayudarla" con una tarea de inglés.

***Chat con Mónica***

Yeison: Hola, ¿voy a tu casa?

Mónica: Si, ya iba a empezar a hacer las tareas

Yeison: Ah ok, en 20 minutos estoy allá

Mónica: Ok

En 5 minutos tome un baño, me vestí y puse zapatos, tome mi celular, y encendí mis audífonos, y Salí. Mientras caminaba iban pasando las canciones más calmadas, y que sinceramente me ponen a pensar en algunas cosas, no me fije en lo rápido que llegue a las cercanías de la casa de Mónica, mire la hora en mi celular y aún tenía 7 minutos, así que decidí ir a un parque cercano; me acosté sobre una banca que se encontraba allí, y empezó a sonar una de las canciones más inspiradoras (por así decirlo) que hay en mi multimedia, cerré mis ojos por unos momentos, pero el tiempo se me paso volando, se había acabado la canción y ya estaba otra. Pude sentir como alguien me observaba, apenas abrí mi ojo izquierdo, esa persona puso su mano sobre mi ojo, cuando de repente sentí unos labios sobre los míos, estaban húmedos, solo podía imaginar que era Leidy, pero quito sus manos y...

-Hola Yeison-

-Mónica... ¡me asustaste!-

-Agradece que fui yo la que te encontró aquí, y no otra persona. Imagina si el que te hubiese encontrado hubiera sido un malandro, te quitan los audífonos, el celular y ¡hasta los zapatos!- Se cruzó de brazos y se sentó a mi lado.

-Ah, pos si, tienes razón- Me recosté sobre sus piernas- Gracias por venir-

-Tú tenías que ir a mi casa, no venir a dormir. Cuando estemos en mi casa puedes dormir en mi cama...- Se sonrojo y miro a otro lado mientras acariciaba mi cabello- Si quieres...-

-Sí, tengo mucha pereza, llévame en tus hombros, Okno-

-Vamos más bien-

-Ok- Empezamos a caminar hacia la casa de ella que se encontraba a solo una manzana de distancia- Oye, ¿Cómo me encontraste?-

-Ah, mi mama me mando a comprar algo-

-¿Y lo compraste?- Ella se detuvo, y me miro- ¿Lo olvidaste?-

-Fue por tu culpa, me distrajiste. Ve a mi casa, allá están mis papas ellos te dejan pasar- Me dijo mientras caminaba a alguna tienda cercana.

-Definitivamente se parece a mí- Llegue a su casa, sus papas estaban sacando el carro.

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