MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADES

Descubriendo la verdad

Caminé hasta llegar a la cueva. Estaba bastante oscuro y eso me ponía algo nerviosa.

No sabia lo que podía encontrar ahí. Después de entrar, caminé un poco y escuché unos ruidos mas adelante. Mis piernas no se movieron mas. ¿Y si esa criatura es agresiva? ¿Y si comen personas? ¿Y si...?
No puedo moverme. Mil preguntas pasan por mi mente y esos ruidos me hacen temblar todo el cuerpo.

Tengo que ser fuerte, Martín no esta aquí para cuidarme. Estoy sola y tengo que ser valiente si quiero respuestas.

Caminé al lugar donde había visto a esa criatura con forma humana pero no había nada.
No había nadie.

Después de esperar sentada casi por una hora, me cansé y era incomodo estar en ese lugar. Decidí irme y volver al día siguiente, quizá tenga mas suerte y pueda averiguar algo.

Todo estaba muy tranquilo, pero en cuanto me puse de pie para irme pude ver que el agua que estuvo tranquila tanto tiempo, comenzó a moverse. Mi corazón empezó a latir muy fuerte.

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Narrado por Martín:

¿No puede darse cuenta de lo que siento?

Me gusta desde que eramos niños. No quiero que sea tan curiosa. Eso la pone en peligro y no puedo detenerla cuando quiere algo, después de todo solo soy... Su amigo. Si fuera mas que eso quizá podría tener un poco mas de autoridad con ella. Podría cuidarla de esto.

Me asusta la idea de que vuelva a ver a ese engendro que la lastimó cuando era una niña.
Todavía lo recuerdo muy bien.

Cuando llegamos a esta isla estaba tan contenta que quería ir a todos lados y conocer todo.

Yo solo quería estar con ella. Pero como de costumbre ella no se quedaba quieta y corría a todos lados. Estaba maravillada con este lugar y se iba corriendo sola para conocerlo. Su abuela la dejaba y a mi no me preocupaba, en ese entonces no tenia idea del peligro que corría.

Después de muchos días en la isla, como era de costumbre, ella se fue corriendo. Me dio curiosidad saber a dónde iba todos los días, así que intenté seguirla pero la perdí de vista. Caminé y caminé buscándola. Cuando me cansé me quedé en la orilla del mar mirando la puesta de sol. En ese momento veo una chica de espalda en lo profundo del mar. Me asusté pensando que podría ser Aby. Entré al mar y nadé en su dirección. Cuando estaba por llegar, la chica se dio vuelta. No era humana. Era la cosa mas fea que podrían haber visto. Tenia la piel tan pálida, casi celeste. Sus ojos eran azules, muy raros y enormes. Era ... Simplemente espantosa para mi.

El miedo me paralizó y esa cosa se  empezó a acercar a mi. Cuando vio que empecé a alejarme se puso mas fea de lo que era. Abrió su boca y pude ver unos dientes filosos y grandes, sus ojos se pusieron completamente negros y se acercaba muy rápido hacia mi.

Nadé lo mas rápido que  pude hacia  la orilla, pero ese monstruo era mas rápido que yo. Me tomó de la ropa y empezó a hundirme en el mar. Creí que iba a morir.

Ella agarrándome la cabeza intentaba acercarse a mi. Era obvio, quería comerme. Luché, pero era mas fuerte que yo. Fue ahí cuando alguien me tomó un brazo y me sacó a la superficie no sin antes golpear a esa criatura. Cuando saqué mi cabeza del agua pude ver a un hombre.