MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADES

Gran fiesta - Parte uno.

"Las sirenas adquirieron un carácter maligno de matiz monstruoso..."

Al terminar de leer esa frase alguien entró por la puerta. Rápidamente escondí el recorte de diario en mi espalda y lo metí como pude debajo de mi blusa. Era Esteban

- Aby quería...¿Qué es eso? - preguntó.

- Nada... - dije extremadamente nerviosa.

¿Me estás escondiendo algo? - dijo él.

¿¡Dios, que le podía decir!?

- Bueno yo... - no supe que decir y solo miré hacia abajo.

Él se acercó y dijo - Esta es mi casa, es imposible que puedas esconderme algo.

Muy enojada le dije - ¡No te lo pienso mostrar! - Corrí para escaparme pero me alcanzó muy rápido y me puso contra la pared.

- Nunca vas a poder escapar de mi Aby - dijo él muy cerca de mi rostro. Apretaba su cuerpo contra el mío, lo que me impedía escapar. Metió su mano bajo mi blusa e intentó sacarme lo que escondía.

Agarré muy fuerte su mano e intenté detenerlo. Lógicamente él tenia mas fuerza que yo. Era tarde, no se me ocurría una manera de pararlo. Esto no era por mi, sino por él. No quería que vuelva a ver a la criatura que tanto amo en ese estado. Él sufrió demasiado, no quiero que vuelva a ver algo así.
Pero, ¿Qué puedo hacer?
En un último intento por pararlo simplemente dejé de forcejear con él y dejé que tome el recorte de diario. Rápidamente y con toda mi fuerza lo tomé de la cara y lo besé, fue mi única manera de evitar que vea ese maldito papel.



Él dejó caer el recorte para tomarme fuertemente de la cintura. Sus labios eran muy dulces y me dejé llevar.
Hasta que una voz me hizo separarme de Esteban precipitadamente.- ... Te extraño, mi hermosa Aby.



Esteban quedó sorprendido por mi reacción precipitada de besarlo y cortar el beso tan bruscamente.

- A veces no te entiendo Aby. ¿Por  qué juegas conmigo de esa manera?

- No fue mi intensión. - dije con la voz entrecortada.- En todo caso, ¿Porqué entraste así a mi habitación? Me podría haber estado cambiando o sin ropa.- dije molesta.

- Por esa misma razón... - dijo él mirándome de arriba a abajo. - y también porque nos llegó una invitación de una fiesta que se realiza en el pueblo esta noche. Mandé a que te compren un par de cosas para que te arregles. Te iba a llamar para que lo veas, está en el salón principal.

- Podrías haber tocado.

- La puerta estaba abierta...y además, ¿Dónde está ese papel que no querías que vea? ¡Oh, Es este!

- ¡No Esteban! No lo...mires.

Sus ojos se abrieron muy grandes y en su cara se notaba la indignación. Todo mi intento fue en vano.

- ¿Cómo pueden ser así de sádicos? Están enfermos... - dijo él muy enojado.

- De verdad lo lamento... No quería que lo veas. Se que ella fue importante para ...