Secuestro - Parte dos

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- ¡Maldición! - Me tiraron un balde de agua helada en el cuerpo. Abrí los ojos y vi a quien me hizo esto. ¿Porqué?
Jamas le había hecho nada malo ¿Porqué lo hizo? ¿Qué gana con esto? Creí que era una buena persona.

- Aby... Quería hacer esto por las buenas. Pero tu lo buscaste, te pedí que no corras. - dijo eso y me sacó la mordaza de la boca.

- ¡Teresa! ¿Qué estas haciendo?

- Pero si me lo pedías a gritos Aby. Todas esas veces que abrazaste a Martín cuando yo estaba viendo. Todas esas veces que hacías que él me ignore. Todas las veces que...

- ¡Teresa espera! Te estas confundiendo yo...

- Sabias lo que yo sentía y aún así lo hacías. ¡¡¡Siempre!!!

- Teresa, él es solo mi amigo.

- ¡¡¡CÁLLATE!!! Ya no mientas... Creí que podíamos ser amigas.- dijo eso y comenzó a llorar y se cubrió la cara. - Pero no te preocupes. Soy muy buena y doy segundas oportunidades. - Al decir eso volteó y agarró algo.

- Teresa calmate por favor. Yo no siento nada por él, te lo juro. Y si así fuera no ganarías su amor haciendo esto.

- Mi querida Aby. No debiste decir eso. - Ella volteó y tenia una pistola en la mano. - Quizás haciendo esto no, pero... Si no existieras... Su amor sería mío.

- Teresa ... No, Por favor. ¡Por favor!

Ella agarró mi mentón y levantó mi rostro - ¡Amiga no te asustes! Te dije que iba a darte otra oportunidad. No voy a hacerte daño, pero si llegas a darme un motivo para hacerlo ¡¡¡Te juro que..!!! Bueno no hace falta que te explique, mejor te lo muestro. - agarró un gran estuche y lo abrió frente a mis ojos, eran herramientas y algunas muy extrañas. - Estos que estas viendo son mis juguetes, ¿No son lindos "amiga"? - Mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Qué pensaba hacerme ?

- ¡¡¡CONTESTA CUANDO TE PREGUNTO ALGO!!!- grito ella muy enojada y con los ojos muy grandes.

- ¿Qué vas a hacerme ? - dije llorando

- No llores, odio ver a las personas llorar. No llores amiga. - ella tomo un pañuelo y empezó a limpiar mis lágrimas - ¡Así está mejor!

Me enojé por lo desquiciada que estaba. Sin pensar en lo que hacia corrí mi rostro de sus manos.

- Muy mal Aby... Estoy siendo gentil y me corres la cara así. Parece que tengo que enseñarte algo de modales. A veces no se si eres muy valiente o solo eres estúpida al correr riesgos.

- Teresa no hagas esto. Solo tienes que soltarme. No voy a contárselo a nadie, lo prometo pero dejame ir.

Ella enojada me puso otra vez la mordaza y sacó unas tijeras de su estuche. Las lágrimas volvieron a salir de mis ojos.

- ¿Sabes algo? Siempre quise un cabello tan largo como el tuyo. - Decía ella mientras me acariciaba el cabello - Así de lindo para que Martín lo admire. Lamentablemente con mi trabajo no puedo permitirme tenerlo así. Pero como ahora somos amigas, lo justo es que lo tengamos a la misma medida. - Ella me jaló el cabello y comenzó a cortarlo muy enojada.

Movía mi cabeza para que ya no me lo corte mas. Era importante para mi, a mi abuela siempre le gustó que lo lleve largo.

- ¡Deja de moverte! Bueno ya me cansaste, intente ser buena Aby pero no aprendes. ¡No aprendes!

MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora