Huir

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Teresa se fue y comencé a llorar. Quiero irme.

¡No es tiempo de llorar! Salí de otras situaciones difíciles, tengo que ser fuerte por mas miedo que tenga. Voy a idear un plan para escapar.

No tengo idea de cuanto pasó. Desde que me tienen aquí, perdí la noción del tiempo. No se cuando es de día o cuando es de noche.

****

Gisela vino como siempre a traerme la comida. Tenia que pedirle para ir al baño y escapar en ese momento como sea.

- Hola... aquí esta tu comida.

- Aby.

- ¿Qué?

- ¡Dime Aby!

- Soy Gisela.

- Un gusto Gisela, te agradezco que no me trates mal como tu hermana que siempre me lastima cuando entra en la habitación.

- Te pido perdón por eso. No quiero que estés aquí. Sé que estas sufriendo. Me siento tan culpable por no liberarte que a penas puedo mirarte.

Gisela era buena persona, quería escapar pero no puedo dejarla en esta casa con esa loca. Ella es chica y no puede crecer en un lugar así. Tengo que llevarla conmigo.

- Gisela.. Tenemos que irnos - Le susurré.

- ¿Qué? No Aby, me da miedo.

- Gisela no podemos estar aquí. Te suplico que lo entiendas. Si nos vamos no voy a permitir que tu hermana te haga daño, ¡Creeme!

- Aby, ya lo intente... Estoy resignada. Ella me dijo que si algún día escapaba me iba a encontrar y me iba a matar. Sé que es capaz.

- No, ¡Yo voy a protegerte! - mis ojos se llenaron de lágrimas - Si nos vamos juntas voy a protegerte como si fueras mi hermanita.

- ¿De verdad?

- Te lo prometo.

- Esta bien... Pero Teresa nos encierra con llave. Hay que irnos cuando ella este aquí y sacarle la llave.

- Tienes que soltarme. Hay que buscar algo con que defendernos.

- No hay nada ella lo tiene todo bajo llave.

- Entonces cuando venga hay que desmayarla con algo e irnos.

Con Gisela seguimos viendo como salir hasta que escuchamos que llego Teresa. Teníamos que poner el plan en marcha.

Teresa entró y como de costumbre le dijo a Gisela que se vaya. Ella caminó y cuando estaba detrás de Teresa la golpeó en la cabeza. Teresa calló al piso y Gisela me desató. Buscamos en su bolsillo las lleves y abrimos el candado de la caja donde podían haber cosas para defendernos. Teresa se levantó y se tiró arriba mio. Empezamos a luchar y Gisela empujó a Teresa y ésta se golpeó contra la pared.
Gisela tomó un cuchillo y le dijo a su hermana que todo había terminado y que íbamos a irnos le guste o no.

Teresa comenzó a llorar y a pedirle a su hermana que la perdone, le rogaba que no se vaya.

- Gisela, yo te crié y nunca te abandoné. ¿Tu vas a dejarme? ¿Sola? Mamá quería que siempre estemos juntas. No te vayas.

MISTERIO EN LAS PROFUNDIDADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora