Géminis ♊ ©

Capitulo 21

Bruno Pronelli lleva varios minutos sin mediar palabra. Es como si de repente se hubiera quedado mudo y sordo al mismo tiempo, pero yo necesito respuestas. Muchas respuestas, diría yo.

- ¿Va a decírmelo de una vez o no?

- ¿Qué esperas saber Aria?

- ¡La verdad!

- No sé si querrás saberlo.

- Llevo meses haciéndome pasar por ella con la esperanza de vivir lo suficiente para poder escapar de esta mierda de sitio donde me tienen retenida en contra de mi voluntad. Así que exijo saber qué es lo que está pasando aquí y quiero oírlo de tu boca, Pronelli.

- Jamás te mataría, aria.

- Eso ya me es igual Bruno, pero quiero saber que está pasando aquí de una maldita vez.

- Todo era un acuerdo. Tu padre cuando tuvo que abandonar Italia me entregó algo muy preciado para él, así que me entregó a su hija para que yo la cuidara y llegado el momento ella se casaría con mi hijo y así él pudiera regresar aquí sin que nadie lo impidiera.

<< Creíamos que todo saldrían bien, pero todo se complicó, cuando Géminis creció y se enteró de la verdad de esa forma tan precipitada, cambió radicalmente y se convirtió en una persona oscura. Odiaba a todos los que tenía a su alrededor y la cosa fue a peor cuando se enteró del compromiso con Andrés.

- ¿Cómo se enteró?

- Mi mujer, Alba.

- ¿Qué es lo que le dijo?

- La verdad sobre su familia. La metió en la cabeza ideas equivocadas para que se volviera en contra de nosotros y entonces contactó con tus padres.

- Yo no sabía nada de eso. Mis padres jamás me contaron nada.

- Porque no era el momento de saberlo Aria. Cuando fuerais mayores de edad íbamos a contaros todo y entonces todo volvería a ser como antes y tu padre podría regresar para la boda de su hija.

- ¿Y nunca pensasteis que era injusto casarla sin su consentimiento? Esas costumbres son arcaicas, Pronelli.

- Era la única forma de que tu padre consiguiera el lugar que siempre le había pertenecido. Tú abuelo fue un gran hombre y él estaba metido en esto cuando todo se inició, formaba parte de todo y su hijo tenía que tener su lugar.

- ¿Lugar? Esto no saldrá bien, algún día acabarán con esto y la familia Pronelli pasará a la historia y acabareis metido en una celda de por vida. No podéis tener tanto respaldo como decías.

- Aria, te sorprendería la de cosas que oculta este mundo que tanto te desagrada. Puede que no lo creas pero un apellido puede abrir muchas puertas.

- ¿Puertas? No quiero un apellido que está manchado de sangre para ser alguien en la vida. Cada persona debe labrarse su propio futuro.

- ¿Hablas por Andrés?

- ¡Hablo en general! No es justo para nadie, incluso para ella.

- ¿Ella? ¿te estás escuchando Aria? Esa a la que defiendes mató a sangre fría a sus padres y después inculpó a su propia hermana. ¿De verdad piensas que merece alguna benevolencia?

- ¿Entonces fue ella?- la expresión seria de Bruno Pronelli es suficiente para saber cuál es la respuesta. - ¿Por qué?

- Eso mismo me pregunto yo cada noche, pero aún no he hallado la respuesta a esa pregunta. Aria, sé que piensas que el hecho de estar aquí es lo peor que te podía haber pasado en esta vida, pero aquí es donde estarás realmente a salvo.