Después de lo que se llama un polvo mañanero, salimos a escondidas del taller de mi padre para ir hacia la casa.
Bradley se iría directamente desde allí hacia su casa para recoger algunas cosas y yo me inventaría alguna excusa para que nadie notara mi retraso. ¡Joder que mal suena eso! Mejor diré que me di prisa para que no notaran mi ausencia. Sí, mucho mejor. Prosigo...El problema es que estaba tan en mi mundo y que nadie se tragaría ninguna excusa con la cara que tenía. Vamos que tenía cara de bien follada hablando mal y pronto.
Por suerte para mi en la cocina no quedaba nadie cuando llegué y me ahorré el rollo de las excusas, se me daban fatal, así que punto a mi favor por segunda vez en la mañana.
Mientras me comía media nevera seguí haciendo cábalas de como podría sacar más información sobre la familia Pronelli, pero solo encontraba trabas en mi investigación, eso de estar encerrada me cortaba las alas, y tampoco ayudaba que nadie del exterior me hablara. Cosa que no entendía creía que había quedado claro que era inocente de la muerte de mis padres, pero aún así este pueblo estaba lleno de idiotas y gallinas, y no me referencia a los animales.
- Erwin tienes visita.
- ¿Visita?¿puedo tener de eso?. Creí que estaba muerta para el mundo exterior.- Siempre con tus ironías ¿Quieres recibirla o no?
- ¿Me vais a dejar?
El agente suspira de forma audible, ante la frustración que siente al tratar conmigo, cosa que no les pongo fácil. Pero hoy estoy de buen humor a pesar de todo, así que decido ser buena.
- Está bien que pase mi visita. Es la primera que tengo en un mes y medio, no debería hacerme de rogar. - el policía me mira de nuevo concara de pocos amigos y se dirige hacia la entrada. Oigo como unos pasos siguen sus pesadas botas, hasta que se paran en el umbral dela puerta. - ¿y bien?- digo sin darme la vuelta y llenándome eltazón de cereales.
- Hola Aria.
Al oír esa voz estoy apunto de tirar el tazón de cereales al suelo.
- ¿Maggie? ¡Oh, Dios mío! - digo con las lagrimas brotando de mis ojos, mientras avanzo hacia ella para abrazarla. Sé que ella tambiénestá llorando, siento un ligero temblor mientras la abrazo queproviene de su diminuto cuerpo. Maggie era, o mejor dicho es, mimejor amiga.
- Lo siento mucho Aria, yo no sabía como me recibirías. Han sido unas semanas muy raras, y todo el mundo decía que te habías cargado atus padres, yo no les creía, pero han dicho tantas cosas de ti y mis padres...- sentía que a mi amiga la faltaba el aire. Hablaba tan deprisa y de forma incoherente. Tenía un tono de voz arrepentido y sus lágrimas confirmaban aún más lo que su voz intentaba decir.
- Lo entiendo. Han sido unos semanas muy extrañas para todos. Peroquiero que sepas que yo no hice nada de eso Maggie. ¿Me crees verdad?
- Pues claro que si. Nunca he dudado de ti. Además esa noche estabas conmigo.
- ¿Se lo dijiste a la policía?
- ¡Claro! Pero no me creyeron y mucho menos después de haber encontrado la droga en mi habitación. Hoy es el primer día que he salido de mi propio arresto domiciliario. Mi madre se puso como una histérica.
- Me lo imagino.
- Me ha obligado a ir a un centro. Ya le dije que era de forma esporádica pero... ya sabes como es.
- Eso no es bueno ni de forma esporádica, Maggie.
- Tú también lo hacías.
- Sí, pero hay que darse cuenta a tiempo. ¿Te apetece desayunar?
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Géminis ♊ ©
Misterio / SuspensoHay caminos en la vida que son realmente difíciles, pero Aria Erwin no tenía ni idea de cuanto. Tras despertar aquella mañana en esa habitación gris, sucia y fría, donde tan solo una ventana llena de barrotes le permite ver la luz del sol, empieza a...