#4 (editado)

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No sé por qué vuelve a mi mente lo que sucedió ayer con Samuel.
Cuando nos íbamos rumbo a su casa iba nerviosa pero no incómoda, era extrañó pero me sentía feliz al saber que él me quiere, no como yo a él pero me quiere y eso es lo que me llena de emoción.
Mientras íbamos en el carro lo veía pérdida mientras el manejaba, pero no sabía cómo romper el hielo.
- Me vas a ojear sí me sigues mirando de esa manera- inmediatamente quite mi vista de él y miré por la ventana, sentía muchas cosas en ese momento. ¡Dios Lore vamos a hacer un trabajo en su casa! No va a pasar nada, tú no le gustas. Me estremeció su tacto en mi pierna -No estés nerviosa, No sé por qué eres una de las pocas chicas que consideró como mi amiga, pues sé que no te gustare- Ahora soy su amiga

Río nervioso y él lo nota

-Lo sé, y no entiendo por qué las chicas se fijan en un feo como tú- Apretó más su agarré en mi pierna lo que hace que lo voltee a ver ¡MIERDA!

-Y si te llegase a gustar este feo, házmelo saber.

Seguí hablando con Raúl valla que me divierto, me dijo que me vendría a visitar. Ya extrañaba sus visitas las cuales siempre se desenvolvían entre charlas, Doritos, carcajadas, y chistes malos, pero atesoro esos momentos así con él.

*Raúl:
-Ciao bonita, a las 6:00 está bien?

Yo:
-Si, está perfecto
Nos vemos al rato

*Raúl:
-Nos vemos al rato. Un besó.

Bajé las escaleras, en busca de mis papás. Allí estaban ocupados como siempre cada uno en lo suyo. Ahora que lo pienso ellos a pesar de sus trabajos de tiempo completo, siempre me involucran en él y es que pasamos mucho tiempo juntos. Más de lo que la gente piensa.

- ¿Les puedo hablar? - Ellos dejan de hacer lo que sea que estaban haciendo y me ponen atención.

- El día que no lo puedas hacer será nuestra culpa- Dice mi mamá indicándome que me tomé asiento a su lado.

- ¿Qué sucede Lorena? - interroga mi padre mientras me acopló en los cómodos muebles del estudio.

- Bueno... ¿se acuerdan de Raúl? - ellos asienten - Bueno... este... Eeh... comenzó a estudiar en la Universidad hoy, con beca deportiva o algo así. Y pues almorcé con él y todo, y me dijo que hoy vendría a visitar como antes- Sabiendo como son mis papás debo de decirles si o si sobre la visita de cualquier espécimen que vaya a venir a nuestra casa - Dios me sudan las manos.

-Está bien, pero ya sabes que las visitas se hacen en la sala, no en la cocina o en los cuartos, ¿Entendido? - Asentí varias veces para luego salir a organizarme- Además tengo que salir a una junta directiva en Ibiza; fue algo de último momento- me explica ella y beso su frente en señal de que entiendo que es su trabajo.

*5:45pm*

Ya casi llega, hace mucho no me sentía así de nerviosa; quizás porque la última persona que me hacía visitas tan frecuentes era mi ex, del cual me enamoré locamente y fue muy duro para mi haber terminado con él. Cualquier persona que me pregunté por mi vida amorosa se reirá, pues, aunque me gusta estar rodeada de hombres he tenido cuento con muy pocos.

El vibrar de mi celular me saca de mis pensamientos.

*Raúl:
-Princesa ya estoy llegando a tu casa. ¿Tocó como siempre?

Yo:
-Si, como siempre

*6:12pm*

Escucho el timbre de la puerta y salgo para abrir la, y ahí estaba con su cabello castaño todo desordenado que lo hacían ver sexy, una sonrisa de medio lado y ni que hablar de su outfit, una camisa polo negra pegada que hacían resaltar las nubes que tiene por brazos, jeans claros con unos rotos sutiles y unos tenis casuales, y es que me siento afortunada de que sea mi amigo. Tenía su mano izquierda detrás de la espalda, pareció una bolsa grande de algo.

- Hola- le di un abrazo el cual correspondió sólo con una mano, mientras con la otra dejaba el paquete en el suelo y fuera de mi vista- ¿Cómo estás? -Huele tan bien, esa loción la conozco Invictus de Paco Rabanne; no lo quería soltar, pero respiré hondo y lo solté.

-Hola mi hermosa, casi me dejas sin aire- reímos y le indiqué que pasará.
Vaya, cuanto ha cambiado tu casa desde la última vez que vine al igual que tu- sentí como me ardían las mejillas, y me senté con la cabeza baja para evitar verle a los ojos-

-Y.... trajiste los doritos- Sonrió y se levantó dirigiéndose a la puerta.

-Ya vengo.

Okay... ¿Cómo romperás el hielo? Vamos no es tan complicado solo es ¡ROMPER EL MALDITO HIELO! Pero es difícil pues me gusta, ¡ay! Ahí viene; actúa serena y deja que todo fluya. Levante la vista y vi una gran bolsa llena de chucherías las cuales traía y reí al verlo tan encartado.

-Gracias por la ayuda, yo puedo sólo- Dijo en un tono sarcástico y dejó las cosas en la mesa- Okay creo que traje algo más que doritos.

-Eso puedo ver, ¿Entonces, que sigue ahora? - Estaba en blanco, no sabía que decir ni cómo actuar.

- Buenas noches Raúl, tiempo sin verlo - la voz de mi padre me saco de mis pensamientos a lo que no pude evitar sonreír al ver un nervioso Raúl ponerse de pie ante el imponente de mi padre, ¿qué puedo decir eh? Es mi padre, un corpulento hombre negro.

- Don Jano (Yano), lo mismo digo y vaya que los años en Ud. no avanzan. Le recuerdo que Ud. es un ejemplo de vida- Dios Papá ¿Dónde consigues un yerno mejor preparado que él? Es perfecto- Y ¿Su esposa, Sheila?

-Salió- me adelante en contestar Y me sentí extraña - lo siento papi- desvíe mi vista.

-Está en una importante junta directiva, pero te manda saludos- Y allí está su típica mirada amenazante cuando lo interrumpo o me adelantó. Siente la presión de su mirada- ¿Te quedarás para la cena?



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S.

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