-Han sido tiempos difíciles ¿no lo crees? - Preguntó Kimora acomodándose de nuevo frente a mí.
-No lo sé, ya no tengo noción de lo que es difícil y lo que es duro. Ustedes complican todo- Hago una pausa organizando mis ideas, para no herir los sentimientos de mis guardianes- Y díganme ¿Cómo es que ahora, exactamente un año después de la tragedia vienen y me enseñan esas imágenes? ¿No tienen sentimientos o qué? ¡Porque yo sí! Y me duele mucho ver eso- Unas cuantas lágrimas se salieron de mis ojos sin mi consentimiento, ¿era rabia? No lo sé, pero sentía como algo muy dentro de mí se volvía a quebrar.
-Nada de eso pequeña – dijo ella organizando un mechón rebelde de cabello detrás de mi oreja - te lo enseñamos porque ya es tiempo de que afrontes, y de que te des cuenta que el accidente no fue del todo tu culpa, está bien dijimos que necesitas ver en qué te equivocaste, pero la mayor culpabilidad no es tuya. Claro que tenemos sentimientos, solo que estamos entrenados para no sentir muchas cosas.
Kimora saca de su cinturilla una especie de medallón con un cristal blanco que estaba titilando entre mis manos, el medallón que un día vi en el bosque mientras jugaba con mis primos de niños. Pensé que se había extraviado o que en medio de mi dolor lo había dañado.
- Cree en tus instintos mi pequeña- Finaliza dándome un beso en la cabeza.
-Eeh, creo que es mejor que salgas Lore – me dice Scotty que viene hacia nosotras corriendo - tus padres ya están por irse y debes decirle algo a tus amigas.
-Sí, gracias chicos- Les sonrió, limpio mis lágrimas para salir corriendo de allí.
Cuando llego al pasillo me detengo para mirar el medallón, se me escapa un suspiro y sin más remedio lo cuelgo en mi cuello. Me parece aun algo mágico porque desde muy pequeña estuve con ellos y nunca me había dado cuenta de que todo esto es real creí que solo eran juegos de niños pequeños, como hablar sola, o eso era lo que mis papas me decían.
Me acerque al barandal y observe a mis padres de un lado para otro o más bien a mi madre, es todo un proceso salir con ella de viaje por eso prefiero ir un día después o incluso a la semana siguiente, todo depende de lo que se me cruce.
Mi papá quien estaba revisando algo en su tablet levanta la cabeza y me indica que baje a su lado. Bajé las escaleras corriendo, viendo la cara de mi papá y salté hacia él y le di un abrazo de emoción.
-Papi, te amo- dije entre risas.
- Y yo a ti pequeño monstrico ¿Por qué las caras largas? Si mañana darás una fiesta.
Suspiré al recordar todas esas imágenes desagradables
- No es nada papi- le respondí mientras jugaba con el cristal entre mis dedos- ¿Te acuerdas que cuando era pequeña solía jugar en el jardín de la finca de mis abuelos y que me gustaba perderme en el denso bosque que hay detrás? Y ustedes me insistían que dejara de jugar sola.
-Claro nena, como olvidarlo. Si te disfrazabas de guerrero y decías que ibas a combatir las fuerzas oscuras. Siempre culpé a tu mamá por ver contigo esas películas de Harry Potter.
Ambos reímos al recordar eso.
- ¿Por qué te surge esa pregunta ahora?
- Extraño esa época ¿sabes? Cuando solo me preocupaban cosas pequeñas, y no tenía que cargar con responsabilidades.
Él acaricio mi mejilla tiernamente. –Estarás bien hija.
Mi mamá entró a la sala cargada de muchas cosas, me levanté para poderle ayudar.
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En la U
RomanceLorena es una chica poco convencional, no tiene un cuerpo atletico, come por montones y le gustan muchas cosas que a las demas chicas de su edad no les interesa. Junto con sus amigas Leonora y Angie comienzan juntas una nueva etapa en la universidad...