Over Again || Alexis Sánchez

Capítulo 24: "Felicidad"

El hospital me tenía chata, me hacían muchos exámenes, me pinchaban, me sacaban sangre o me ponían suero. Tuvieron que pasar tres días para que me sacaran de la UCI, y me trasladaran a la pieza normal, y para que me dieran comida. Es increíble el hambre que se pasa en un hospital, por la chucha, lo único que quería comer eran papas fritas o una hamburguesa o lasaña preparada por Alexis, mi comida favorita, pero no, me daban puras cuestiones a la plancha o sopas sin sabor a nada. Odio los hospitales. Lo único bueno de los días en el hospital es que mi negro ha estado todo el tiempo conmigo. Y bueno también mis amigos. Mi manager Caitlyn no ha aparecido, algo debe haber pasado en los días que estuve en coma para que no haya aparecido, solo sé que ella ha controlado a la prensa y toda esa mierda.

                Hoy se supone que me dan de alta, estoy feliz por ese lado porque estoy chata del hospital pero por el otro lado no, porque me da miedo salir al mundo exterior, la prensa y las fans me aterran. Porque todos estos días he estado encerrada en mi burbuja, y prefiero quedarme en una burbuja a salir al mundo exterior. El mundo exterior siempre me trae problemas.

—Francisca ¿Cómo te sientes?—preguntó el Dr. Olsen, mi neurocirujano.

—Bien, doctor, ¿Me puedo ir a casa?—le pregunté esperanzada.

—No me mientas chiquilla, sé que estás desesperada por irte de aquí, pero lo que te pasó fue muy grave, no te vas a poner bien de un día para otro—resoplé y lo miré feo—sin embargo, los exámenes que te tomaron hoy se ven bien—dijo mirando unos papeles—podría dejarte ir pero con dos condiciones—estoy segura que mis ojos brillaron cuando dijo eso.

—¿Qué condiciones doctor? Haré lo que sea por salir de aquí—dijo al borde de la desesperación.

—¡Tan desesperada! Pareciera que aquí no te tratáramos bien—dijo en tono divertido. Fruncí el ceño. No po, no me trataban bien, me pinchaban y me hacían exámenes a cada rato, estaba chata, más encima una enfermera culia me amenazó que si no me quedaba tranquila me iba a tener que pinchar más veces, eso es imperdonable para mí...

—Una enfermera me amenazó, eso no es tratar bien—dije cruzándome de brazos—¿sabe qué más viejo? me voy de aquí con o sin su autorización—dije exaltada, me levanté de la cama, cuando me estaba dirigiendo al baño a vestirme, una voz me detuvo

—Preciosa, ¿Qué crees que haces?—¡Mierda!, era Alexis, quién se puso a mi lado e intentó que volviera a la cama, pero yo me quedé estática.

—Yéndome de este hospital de mierda, ya estoy chata, no sé cómo la gente resiste aquí, aparte este viejo culiao no me quiere dar el alta—le dije en español, para que el doctor no entendiera, aunque me importaba un comino que el viejo entendiera.

—Cálmate preciosa—dijo en tono tranquilizador y hablándome en español—hay que hacerle caso al doc, para que te recuperes—lo fulminé con la mirada. ¡Lo que me faltaba que se pusiera de lado del doctor!—Doctor, ¿usted cree que se puede ir de alta?—le dijo hablando en inglés esta vez. Reprimí una risa, aún no me acostumbraba a su inglés, era tan chanta y mal pronunciado. 

—Eso le estaba diciendo a la señorita, que se puede ir aunque con dos condiciones, pero ella no quiso escuchar y dijo que se iba con o sin mi autorización.—Alexis me miró con una mirada de reproche.

—Bueno, doctor, podría usted decirme esas condiciones, porque ya ve que está loca por irse de aquí—dijo Alexis rodando los ojos. ¡maldito!

—Lo que pido es simple, que se cuide, que no haga mucha actividad, no que esté en reposo todo el día, pero que descanse, y que si siente cualquier dolor inusual venga directo al hospital.—já seguro que iba a volver al hospital, este viejo estaba loco.