Over Again || Alexis Sánchez

Capítulo 42: "Doctor"

He estado todos los días a puro chocolate caliente y leyendo, me aburre estar en cama, el primer día bien, pero después cuando los días avanzan es demasiado aburrido. No hay nada que hacer... Más encima ahora no sé qué onda mi vida, pero la paso pensando en Alexis, lo peor es que no tengo nada que me lo ayude a olvidar, ninguna distracción... Buscando una distracción me puse a ordenar mi armario y encontré una polera del FC Barcelona que me regalaron unas fans una vez que fui a España y ahora recién me di cuenta que la puta camiseta tenía el número nueve y el nombre de Alexis, el mundo se confabulaba en mi contra, cuando no quiero pensar en él aparecen cosas que me hacen pensar en él y como yo soy masoquista me puse la camiseta, porque igual era grande y me gustan las poleras grandes en especial ahora que tengo una panza enorme... Esto era tan aburrido, yo  no resistiría tanto tiempo en la cama iba a morir del aburrimiento... Ya había terminado hasta una trilogía, aish, no tenía qué hacer... Prendí la tele y estaba jugando Chile contra El Salvador, maldición, se me había olvidado que estaban jugando o sino no hubiera prendido la televisión, quería apagarla, pero al final no lo hice y disfruté del partido, finalmente ganaron 1-0, pero jugaron mal, si seguían así no iban a ganar la copa, pero bueno a mí me daba lo mismo si la ganaban o no...

9 de Junio del 2015, Santiago de Chile.

                Hoy al fin terminan mis malditos días en cama o eso creo, o sea hoy viene el doctor a verme, y espero poder salir de este reposo interminable, del cual estoy chata. Solo esperaba que llegara luego el viejo porque quería salir a recorrer mi ciudad, o solamente ir a mi trabajo en la oficina de mi padre, el cual me entretenía, los números y las cuentas son entretenidas para mí, ahora entiendo por qué estudié lo que estudié... Aunque nunca lo terminé, quizás algún día lo termine, sin embargo no lo creo porque yo necesito las luces y las cámaras, ya me acostumbré a ellas y me gustan.

                Sonó el timbre de la casa, debía ser el doctor supongo porque estábamos en la hora, esperé y esperé pero nada pasó, quizás quién había sido, pero de seguro no era el doctor. De repente la puerta de mi pieza se abrió, me estaba emocionando pensando que era el médico, pero no... ¿Qué chucha hacía este hueón aquí? ¿Quién lo invitó a mi pieza?

―Hola querida tanto tiempo―era Federico, el socio de mi padre, el que me joteaba y que yo no quería saber nada de él, ¿Acaso no entendía las indirectas? ¿Acaso no veía mi súper enorme panza?... A este tipo lo conocía desde que era chica, tenía unos pocos años más que yo, y era el encargado de la empresa familiar y que sé yo, no me interesa, siempre me cayó mal.

―Sí, tengo que mantener reposo―le dije, el tipo entró a mi pieza sin invitación y se sentó al lado mío ¿Qué onda su vida?

―Lo que más me entristece de esto es que te he echado de menos en la empresa, he extrañado hacer negocios contigo linda―me dijo con voz coqueta, ¿Qué se creía? Si no me gustaba, o sea igual tenía un buen físico, pero me caía mal, más encima lo he rechazado mil veces y sigue apareciendo, no sé qué tengo que hacer para que se vaya de una vez por todas y me deje en paz.

―Ay sí es una pena tan grande, te lo juro, yo también te he extrañado mucho―le dije irónica y rodando los ojos.

―¿Y cómo está el retoño?―dijo poniendo su mano encima de mi panza. Lo fulminé con la mirada, él no tenía derecho a tocarme y menos a porotito...

―Bien―dije entredientes, parece que no notaba mi incomodidad ni tampoco mi mirada de odio, arg maldito. El timbre de la casa sonó. Yupi debía ser el doctor... Al fin terminaría mi reposo y me sacarían a este tipo de encima. Sentí pasos en la escalera. Sí, sí. Los pasos se acercaron a mi pieza, y la puerta se abrió, que raro, el doctor se supone que debía tocar antes de entrar o ¿no?