Addicted. |Gemeliers|

Capitulo 18.

Suena el despertador, sin salir de mi cama ni destaparme de las sábanas intento buscarlo con mi mano, sin éxito claro.

Odió su sonido.

Me levanto y lo encuentro en el suelo, no se rompe ni queriendo. Acabo poniéndole en "OFF".

Me visto, y me plancho bien el pelo.

Bajó y desayuno un Nesquik, y un par de tostadas.
Cojo mi mochila, y salgo.

Nuria sigue durmiendo, que suerte tiene la cabrona.

Me encuentro a Miriam por el camino, mirando su movil.
Mas atrás están Daniel y Jesús, los cuales me han visto perfectamente y siguen sin apartar la mirada de mi.

-¡Miriam!.-grito y me abalanzo sobre ella y la abrazo.

-¡Tia me espachurras!.-se ríe y seguimos andando, se gira un segundo y vuelve a mirar hacia delante.-¿Que vas a hacer con lo de ya sabes?.

-No tengo ni idea, pero creo que me voy a arriesgar, no voy a perder nada, mi reputación tampoco ha sido una cosa loca.-hago un extraño movimiento con las manos, y ellos están mucho mas cerca, tanto que nos pueden llegar a oir.

-¡Que ganas tenia de verte!.-vuelvo a gritar y la doy un leve beso en la mejilla.

-Que Cariñosa estas hoy eh Eri.-ríe levemente.

Pocos minutos después llegamos, justo toca el timbre y subimos a nuestras dichas clases.

Poso la mochila al lado de mi silla y saco el libro de Biología, un cuaderno y el estuche.

Segundos después, llega Daniel y se sienta a mi lado.

-Hola.-le sonrío tímida, pero cojo confianzas.

-Chivata.-dice en forma de saludo.

Quiero hacer como, si no nos hubiésemos besado, si vuelve a surgir no se que haré, pero quiero ver como se comporta conmigo, para saber si puedo dejarle entrar en mi vida.

-Te he echado de menos.-susurro y entra Paulina, la profesora.

-Yo tambien.-dice acercándose a mi oído y a pronunciar sus palabras me da un leve escalofrío y sonreímos.

Me encanta su sonrisa, me pasaría horas observándola.

"Tú sonríes y no sé si el tiempo se detiene, pero yo sí lo hago."

(...)

¡Por fin acabaron las clases!

Dios, se me han pasado súper largas estas seis horas, y aun es lunes.

Voy andando hacia casa, cuando alguien me para.

-Te acompaño.-se pasa su mano por el pelo, og me encanta cuando hace eso.

-Me parece bien, aunque no hace falta.-sonrío, comenzamos a andar.

A pocos minutos llegamos a la casa de Nuria, el se extraña al ver que paro aquí y se lo explicó a lo que el asiente sin perder la sonrisa.

-Hasta mañana.-le dedicó una sonrisa y me giro para ir hacia la puerta, tira de mi y me giro quedando a pocos centímetros junto a el, y lo repite, me vuelve a besar como si no hubiera mañana.

-Nos vemos chivata.-dice y se va.