Capítulo 8:

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No sé cuánto tiempo estuve bebiendo con Mike en el banco de aquel parque, pero estaba muy oscuro, ¿serían las dos de la mañana o faltarían unos minutos para que saliese el sol? No lo sabía, pero tampoco me importaba.

- Les, se ha hecho demasiado tarde, te tengo que llevar a casa.

Empezó a recoger todas las botellas y algunas latas vacías para tirarlas a la basura, y se quedó de pie esperando a que me levantara.

- Venga, apoyate en mi hasta el coche.

Me levanté por mi misma, no estaba tan mal como él creía, me podía mantener en pie.

- Vamos cuerda floja, sigueme - me dijo divertido.

- ¿Cuerda floja? ¿A qué viene eso?

- En estos momentos eres eso, una cuerda que esta flaqueando. Necesitas tus momentos de bajón para volver a ser esa cuerda fuerte que conocí. Que hace que todo vaya bien cuando esta a mi alrededor - cuando dijo esto, me estaba mirando de una manera que no sabía reconocer.

Y tampoco sabía que decir a eso. Me pilló por sorpresa, sólo me quede ahí, mirándole con cara de boba, seguramente. Vio que no hice ni dije nada así que empezó a andar hacía el coche. Fui detrás de él, le agarré para que dejase de andar y se girase para mirarme.

- Mike...eso que has dicho ha sido muy bonito, y tú has estado aquí conmigo cuando nadie más lo ha estado. Podrías estar con cualquier chica, pero estas aquí conmigo. Creo que me gustas.

- Ay dios mio, Lesley estas borracha - después de beber tanto el seguía igual de sobrio que antes, y se ve que se lo pasaba de lujo en estos momentos.

Me fuí acercando hacía a él, hacia su cara, y sobre todo a sus labios. Él vio mis intenciones, ya que dió un paso hacia atrás.

- No quiero que me beses por el simple hecho de que estas ebria, y mañana ni te acordarías.

Desde pequeña he conseguido lo que he querido, y ebria o no, eso no cambiaría. Recurrí a mis métodos de teatro y me desmayé hacia atrás quedándome boca arriba. Podía sentir cuan nervioso estaba. Se agachó junto a mí para ver si respiraba, en ese momento no lo dude dos veces, y con un gesto rápido atraje con una mano su boca hacia la mía, lo hice con tanta fuerza, que le obligé a poner cada rodilla a cada lado de mi cadera. Vaya, gracias papá, por pagar las clases de artes marciales. Respondió al beso con sutileza, aunque no duró ni diez segundos, porque se apartó y se levantó.

- Muy lista, Lesley. Veo que estar ebria no te ha afectado en absoluto en tus habilidades. - intentaba sonar serio, pero sonreía de una manera que dejaba claro que no le había disgustado para nada la idea.

- Y creeme, mañana no lo olvidaré - le guiñe un ojo, divertida.

Me llevó a casa, de camino me quedé dormida en el coche. Intentó despertarme, estaba consciente solo que me costaba abrir los ojos, así que decidí hacerme la dormida.

Salió del coche, y me llevó en brazos hasta el portal, llamó al 4°D y Alyssa estaba en casa, ya que abrieron la puerta sin preguntar quien era. Llegamos arriba y Alyssa abrió la puerta, no vi su expresión, pero juraría que estaría con la boca abierta mirando a Mike y preguntándose que pasa.

- ¿Le ha pasado algo a Lesley? - en su tono de voz se notaba un tono de vergüenza. Ajá, ya sabía por que. La habríamos despertado, ya que el sol habia salido como hace media hora y se me olvidó que Alyssa dormía sólo con un sujetador deportivo y unas braquitas en verano.

- No, sólo que se ha pasado un poco con la bebida. ¿Puedo entrar a dejarla en su cama? - él también estaba cortado a la hora de hablar.

- Eh, si, pasa.

Euphorbia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora