Capítulo 2:

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Después de un largo camino por la autovía llegué al piso. Al rato de tener una buena cena de fideos chinos, me llamó una chica para ser mi compañera de piso, llevaba mucho tiempo buscando una, así que me vino genial la noticia.

Nos pasamos hablando un largo tiempo por teléfono, así que al final decidimos quedar para cenar el sábado. Mañana sería viernes, y lo aprovecharía para empezarme un nuevo libro que compré la semana pasada, La princesa de hielo y fuego. Sería un buen día para relajarme.

Después de leer más de la mitad de mi libro, decidí ir a ducharme y luego a dormir.

Ya era sábado por la mañana así que decidí ir a comprarme algo de ropa para esta noche. Me decidí por unos vaqueros ajustados, un jersey rosa palo, y por último una chaqueta y unos zapatos negros de cuero. Al medio día pensaba llamar a mi madre a ver que tal le iba el viaje de negocios.

Por la noche me decanté por ir al Good Clash a por la comida para la cena. Me costó más de media hora llegar al apartamento por el tráfico. Cuando tocaron el timbre y abrí, me quede atónita. Alyssa estaba allí. Dejando de lado lo rara que era aquella chica, era bastante bonita. Era de mi edad, una chica con curvas, se notaba que se cuidaba, tenía una larga melena morena con reflejos rubios,pero sus ojos eran grises y el color que giraba era morado...que extraño.

- Hola - casi se le entrecorta la voz al ver que la miraba con cara de desconfianza. - ¿Qué pasa?

- Eh, hola, ¿tú y Owen me estáis espiando o algo parecido?, ¿qué queréis?

- Ah, por eso me mirabas así - se rió - No nada de eso, solo que le recuerdas mucho a una persona a la que quiso mucho y se la arrebataron, solo te confundió.

Vio que no respondí así que siguió hablando, un poco incómoda.

- Vi ese anuncio en la web, y bueno necesito un sitio en Chicago por un tiempo.

- Está bien, cenemos y ya veremos que hacemos.

Terminamos de cenar sobre las once, decidí que Alyssa sería una compañera de piso perfecta. Me sentía muy cómoda con ella, era una persona bastante divertida, alegre, y según fuimos hablando me di cuenta que parecía conocerme mejor que yo misma. Teníamos muchas cosas en común y a la vez eramos diferentes en tantos aspectos. Le di la noticia y le ayudé con una mini maleta que se había traído. Le enseñé su habitación y me quede con ella un rato más. Al final hablamos de tantas cosas que nos quedamos las dos fritas en la cama.

Me desperté al escuchar ruido en el salón, y no podía creer lo que veían mis ojos, Owen. Se le veía tan cómodo y cuando me miró me dio un vuelco al corazón. No sabía porque, pero cuando ese chico estaba cerca me sentía extraña.

- ¿Qué estas haciendo aquí?

- He venido a ver donde se ha instalado Aly.

Así que estaban juntos.

- Dile a Alyssa que me avise cuando tenga invitados. No me gusta encontrarme desconocidos sentados en mi sofá.

- Bonito pijama - parecía divertirse.

En ese momento vi que llevaba una camiseta del Día del libro hasta las rodillas y unas calcetas. Dios que vergüenza.

- No esperaba visitas, y menos de chicos tan impertinentes como tú - intenté parecer irritada ante ma situación, no creo que lo estuviese consiguiendo.

- Alyssa me dijo que te invitara a un helado mientras que ella termina su turno, para que no estes sola.

- No gracias, no me agrada la compañía - dios, pero él si que agradaba la vista de cualquiera.

- Venga Lesly sabes que estás deseando salir de aquí y de pasar un rato conmigo - cuando me guiño el ojo dudaba entre pegarle un puñetazo o correr a sus brazos.

Euphorbia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora