Capítulo 15:

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Ya nos alejamos bastante de la habitación en la que me había retenido Tack, pero seguíamos caminando por unos pasillos que parecían que no tenían fin.

- Esto, Mike... - no sabía como hablarle en estos momentos, tenía otra vez esa mirada que me hacía sentir escalofríos.

- ¿Qué? - respondió secamente.

- Oye, se puede saber por que estás siendo tan estúpido en estos momentos. ¡A mi no me hables así! - encima que aparece de la nada en la sala, y ni me da explicaciones va a estar de modo cortante conmigo, já.

- ¡¿Perdona?! ¿Te acabo de salvar la vida y me estás llamando estúpido? - se estaba alterando demasiado, incluso una vena de su cuello se marcaba cada vez más.

- ¿Te he pedido que me salvases acaso? Has venido por que tú has querido. Y que pasaba allí dentro, ¿por qué Ámber y Tack no te han retenido? - si creía que por salvarme iba a saltar en sus brazos estaba muy, pero que muy equivocado.

- ¿Eso es lo qué importa ahora? ¿No ves que tu cuello sigue sangrando? Tenemos que salir de aquí - Mike estaba esquivando mis preguntas, esto no me gustaba ni un pelo.

- No, hasta que no me digas que esta pasando aquí, no me voy a mover - me solté de su agarre y me quede ahí de pie, sin moverme.

- Vamos Les, no te comportes como una niña pequeña, avanza, o si no, te cogeré en brazos - ahí vi desaparecer un poco al Mike aterrador, y me dedicó una sonrisa juguetona.

- No sé como puedes bromear en estos momentos - me tuve que apoyar en la pared, estaba empezando a marearme. Mike tenía razón, teníamos que irnos ya a casa, o me acabaría desmayando.

Mike vio como mis rodillas se doblaron, y me cogió justo a tiempo. - Lo siento, Les.

Sin decir nada más solo me abrazó, eso fue lo último que recordé, ya que me desmayé por la perdida de tanta sangre.

Abrí los ojos. Estaba tumbada en la cama de mi habitación, pero estaba sola, no había nadie allí. Decidí levantarme e ir al salón, quizá me encontraría a Aly, Owen o Mike. Al salir de la habitación, aún me dolía el cuello, cuando lo toqué, sentí que tenía una especie de vendaje, no sé quien me habría estado cuidando. En el salón me encontré a una de las personas que no quería ver en esos momentos, que me viese así, pero la había echado tanto de menos.

- Mamá - fui y la abrazé, ella hizo lo mismo.

- Lesley, menos mal que te has despertado. Estaba muy preocupada - tenía las bolsas de debajo de los ojos hinchadas, se le notaba la falta de sueño y haber estado llorando.

- Eh, estoy bien, ¿has estado llorando? - me dolía ver a mi madre así.

- Por un momento pensé..que te perdería, como a tu padre... - casi se le escaparon varias lágrimas al decir esto.

Mi madre miraba mi cuello con mucha atención, lo estaba examinando. - No mamá, estoy bien. De verdad, los cortes tampoco habían sido tan profundos.

- ¿Quién te ha hecho esto? ¿Ha sido Ámber, cierto? - la mirada de mi madre paso de tierna y preocupada, a una llena de odio y de lo siguiente no estaba muy segura, venganza quizá.

- No, a ella también la he visto, pero no me ha hecho nada. Ha sido el hipócrita de Tack - cuando recordaba su sonrisa con esos dientes afilados sentía escalofríos por todo el cuerpo. - ¿Por cierto, cuando llegaste aquí no había nadie?

- Tendré que arreglar unas cuentas con Tack, su nombre es tan estúpido como él - al decir esto le salió una risa nerviosa, no me gustaba nada esta situación. - Sí, estaba el chico que te atropelló, Mike creo que se llamaba, ¿no?

Euphorbia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora