Entramos a mi apartamento. Todos teníamos unas caras que dejaban claro la falta de sueño y el cansancio. Había salido de casa por la mañana y ya era casi media noche. Que rápido pasaba el tiempo cuando ibas y venías del infierno. Desdé que entré en el cuerpo de Clerúm, tenía una sensación de nauseas increíbles. Esa noche decimos que todos dormirían en mi apartamento, con Clerúm vivito y coleando no se sabía que podía pasar.
Se repartieron las habitaciones:
Mamá en la habitación de Aly.
Aly y Mike en el salón.
Y por último Owen y yo, en mi habitación.No sé como saldría lo de Aly y Mike en el salón, menos mal que había dos sofás, si no, la situación se pondría un tanto rara.
Cenamos y cada uno tuvo su turno de ducha. Como relajaban las duchas después de un día tan agotador como ese.
Mamá fue la primera en irse a dormir.
Nosotros cuatro nos sentamos al rededor de la mesa del salón y nos pusimos a hablar. Fui al frigorífico y cogí una cerveza para cada uno.
Al principio pensaba que Mike no encajaría muy bien con nosotros, pero después de ayudarnos hoy, parece que volvíamos a confiar en él, hasta Owen, que al principio tenía vigilado cada paso que daba Mike. Incluso Alyssa se veía muy cómoda con él, me arriesgué a pensar que hasta más que con Josh. A pesar de que las primeras intenciones de Mike no hubiesen sido las mejores, yo creo que al final todos le hemos cogido cariño.
Yo estaba algo cansada, así que decidí irme a dormir ya, echaba en falta dormir. Owen se quedó un rato más hablando con Mike y Aly, pero no tardó mucho en venir. Cuando escuché que la puerta se abría, me hice la dormida, e intenté controlar mi respiración, aunque no creo que pudiese hacerlo muy bien estando Owen cerca de mí.
- Ey peque, se que estás despierta, el truco de hacerte la dormida ya no me vale - me dijo Owen tendiéndose a mi lado en la cama.
- Lo notaste por la respiración, ¿cierto? - dije mientras Owen bajaba desde la mandíbula hasta las clavículas dejando un suave beso por todo mi cuello. - Ay, me haces cosquillas, para Owen - dije entre risas.
- ¿De verdad es eso lo que quieres? - dijo mientras empezó a reírse también. El simple sonido de su sonrisa ya me hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo.
Como estaba de espaldas a él, me di la vuelta, y comencé a besarle. Yo también sabía jugar a ese juego.
No sé cuanto pasó, ¿una hora?, ¿o dos quizás? Estaba apoyada en su hombro mientras me rodeaba con su brazo. Sentía que me estaba quedando dormida, cuando escuché a Owen hablar:
- He sabido lo que es vivir sin tenerte, solo han sido varios meses, pero sentía que esos meses se convertía en una eternidad sin ti. Nunca te dije esto, pero fuiste la primera chica que de verdad me ha llegado a gustar, y quiero que seas la última. Te quiero - después de decir esto, dejó un beso sobre mi frente.
¿Se acaba de declarar? Me pareció tan tierno que lo hiciese mientras que creía que estaba dormida. Ja, aún sigue funcionando el truco de hacerme la dormida. Aún no seguía asimilando todo lo que me dijo. Esperé unos minutos, y le dije:
- Tú fuiste el único para mi, no necesito tener a varios chicos antes para darme cuenta que eres el único para mi, y lo has sido siempre. Te quiero.
Recé porque él estuviese dormido, o puede que preferiese que estuviese despierto, y así que Owen fuese consciente de todo lo que siento por él. Nosotros siempre fuimos una pareja de pocas palabras, fuimos más de hechos, pienso que eso es lo que vale en una relación.
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Euphorbia.
Teen FictionDebe ser frustrante no recordar mucho de tu pasado. También, que vengan un chico y una chica totalmente desconocidos diciendo que son Hijos de Luna y personas de aquel pasado que juras haber olvidado. Eso, le pasó a Lesley Vraie.