Save Me (Parte 2)

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Dos meses. Dos meses navegando y buscando a Emma por todos los reinos. Dos meses donde se la pasó bebiendo ron y culpándose por no haber podido hacer nada para detener al Cocodrilo mientras pudo.


La búsqueda no estaba teniendo éxito. Nadie había visto, ni sabía nada sobre el Oscuro, ni sobre Emma... y él ni siquiera sabe por dónde empezar a buscar. 

Desde que Emma no esta con él no puede dormir. Por las noches sus sueños se ven repletos de pesadillas donde siempre la termina perdiendo.

Su ausencia es demasiado notable. Su tripulación está preocupada y puede escucharlos murmurar más de una vez sobre la el estado en que se encuentra. Y entiende que se preocupen, después de todo desde que Emma no está que se mantiene solo y callado, guardando y ahogando su dolor dentro de él.

Cuando Emma estaba en el barco pasaban el tiempo juntos, la mayor parte en la cubierta, riendo y contando historias. Y él era increíblemente feliz, como nunca antes lo había sido.

Sin embargo, él empezó a tener optimismo de que Emma estaba bien. Creer que Emma estaba viva era lo único que lo mantenía en marcha. Ella está viva y ella necesita que él la encuentre.

Muchas veces se retira a su camarote y acaricia la ropa que pertenece a Emma, también pasa su nariz sobre ellas para sentir su perfume, y recordar lo hermoso que es tenerla en sus brazos y besarla. 

El problema de todo lo que sucede es que él sigue sin querer matar al Oscuro, aún con todo lo que le hizo. Él no quiere venganza. Él simplemente quiere encerrarlo en algún lugar donde no pueda lastimar a nadie más. Él no quiere que el Oscuro arruine las vidas de otras personas como lo hizo con la suya.

Y quizás eso sea gracias a Emma, gracias a todo lo que cambió por Emma. Ella le mostró que lo que importa es su futuro, no su pasado. Y él esta desesperado deseando tener un futuro con ella, navegando los océanos juntos, persiguiendo aventuras y amándose cada segundo.

Algunas noches se permite imaginar como sería reencontrarse con ella, como sería volver a verla y volver a tenerla. Esos momentos en los que piensa en ella son los pocos en los que no se ve invadido por pesadillas. 

Una noche hacen anclas donde la conoció a Emma y eso lo hace sentir completamente miserable. Por eso se sienta en una taberna a ahogar sus penas en ron. Su tripulación se está tomando un muy bien merecido descanso, después de haber pasado muchísimos días navegando sin tener un respiro.

- ¿Te puedo ayudar en algo? - Pregunta el camarero. 

- ¿Sabes algo sobre el Señor Oscuro? - Pidió saber Killian.

El hombre parece afectado y luego de pestañear unas cuantas veces se va para una parte privada de la taberna. Killian lo sigue. 

- Sé que sabes algo. - Dijo Killian seriamente. - ¿Qué es lo que sabes? - Preguntó insistentemente. El hombre intenta escapar pero Killian lo detiene. - ¿Qué es lo que sabes? ¿Dónde esta ella? - Cuestionó intentando no perder la paciencia.

- Lo único que sé es que la torre apareció de la nada, como por arte de magia. Una torre en una isla en medio del océano, donde antes no había nada. - Confesó el hombre tartamudeando un poco por los nervios. - Un par de semanas atrás unos piratas dijeron que escucharon el grito de una mujer venir de ahí. - Agregó a modo de explicación.

Killian empujó al hombre al suelo y lo amenazó poniendo su garfio sobre su cuello. Su corazón está latiendo a toda velocidad, tanto que casi olvida quién es y que está haciendo. Lo único en lo que puede pensar es en Emma, encerrada sola en una torre, viva. Esperando que él la rescate. 

Mi Captain SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora