Ella se da cuenta, por supuesto, de que él hace semanas que no está durmiendo.
Al principio lo relaciona con lo obvio, con el hecho de que tuvieron que rescatar su alma del infierno que es el Inframundo.
Pero a medida que pasa el tiempo empieza a preocuparle más, porque no es solo sus complicaciones para conciliar el sueño lo que le llaman su atención. Es también lo preocupado que parece cada vez que mira a su hijo, como constantemente encuentra una excusa para evitar a Henry.
Emma está preocupada de que él este estresado sobre ser padre, sobre que se haya dado cuenta que Henry venía incluido en el paquete que significaba amarla a ella, sobre unirse y ser parte de su complicada familia. Cuando esas inseguridad invaden su cabeza intenta borrarlas, recordando que él más de una vez le había probado que estaba en la relación a la larga.
Después de todo, él había sido quien había elegido la enorme casa donde vivían. ¿Cierto? Seguramente había tenido algún motivo para elegir una casa sí de grande, donde tenían tres habitaciones de sobra con las que no sabían que hacer. Pensar en eso la aterraba, pero también la emocionaba.
Cansada de estar en la cama planteándose sus miedos, se levanta y va a la cocina a preparar el desayuno. Al rato que Henry ya se había ido para el colegio, Killian se une a ella y se sirve un café.
- Buen día amor. - La saluda él dejando un pequeño beso en sus labios y sentándose en la silla de al lado. - ¿Cuáles son los planes para hoy? - Pregunta después de tomar un sorbo de su taza.
Ese es uno de esos momentos tan simple y doméstico, que generan que su corazón estalle. Él está realmente con ella, él está allí, ellos hicieron que él este allí; y todo lo que él quiere es hablar sobre que van a hacer durante el día. ¿Cuándo fue la última vez que tuvo ese lujo? Casi le dan ganas de evitar la conversación que había planeado, pero de repente puede ver como él mira con preocupación el libro de matemática que Henry había dejado en la mesa de la cocina, y se da cuenta de que no puede seguir con eso.
- Quiero que hablemos sobre lo que sea que te está molestando. - Dice ella directamente, nunca fue de tener mucho tacto con las palabras.
Se genera un silencio entre ellos, donde ella puede notar como él se tensa y tiembla un poco en su silla. Sus cejas se frunces y sus hombros caen como cansados.
- No hay nada que me este molestando. - Asegura él agarrando la mano de ella. - ¿Qué podría molestarme después de todo lo que pasamos? - Pregunta con una pequeña sonrisa para intentar calmarla, pero ella se da cuenta que es simplemente un reflejo defensivo.
- No me mientas. - Pide ella seriamente, sin soltar su mano.
- Es difícil, no da una buena imagen de mí. - Confiesa él dando un suspiro.
- ¿De verdad? ¿Te preocupas como podes llegar a lucir, cuando fui yo quién te apuñaló con una espada? - Cuestiona ella, buscando hacerlo relajar.
- Mmm, creo que me haz recompensado por eso más de una vez. - Dice él, una pequeña sonrisa sincera formándose en sus labios.
- Killian... - Comienza a decir ella.
- Todavía no estoy listo para hablar sobre esa parte de mi pasado. - La interrumpe él, volviendo a centrar su vista en el libro de Henry.
- Okay, aquí estaré cuando estés listo. - Promete ella, sin querer presionarlo pero dándole su apoyo.
...
Él viene en su búsqueda unas semanas después, otra vez una vez que Henry ya se está yendo para el colegio. Se para junto a la ventana y mira como sube al autobús.
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Mi Captain Swan
FanfictionVersiones traducidas de mis one shots Captain Swan favoritos. (Puede que también haya alguna producción propia, aclararé según el caso.)