Holding On and Letting Go

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- Tendrías que haberme dejado ir. - Dice él, no por primera vez.

Las palabras no eran muy distintas a las que le dijo cuando lo encontró. Aquellas palabras las cuales combatió con un simple "Nunca escucho y me amas por eso", y su atención centrada en sus heridas. Pero ésta vez tiene que escuchar, no tienen muchas más opciones. Prueba del Verdadero Amor o no, no puede...

Ella no puede. No puede. No puede.

- No sé como decir adiós. - Dice ella con la voz temblorosa, las lágrimas amenazando con salir de sus ojos. Ella toma un gran suspiro para intentar recuperar el control. - Tu deberías... - Casi no puede sacar las palabras de su boca, su garganta quema con cada intento. - Se supone que eres a la única persona que tengo que decirle adiós. - Logra finalmente terminar de expresar algo de los millones de sentimientos que explotan dentro de su ser.

- Lo sé. - Asiste él, lágrimas formándose en sus ojos como en los de ella. Ella lleva una sus manos a sus mejillas y le seca las lágrimas, antes que puedan terminar de descender por su cara. Y duele, todo eso duele. - Lo sé. - Repite dejando escapar un pequeño sollozo.

Emma no puede más con todo eso.

Ella lo envuelve en un abrazo y se aferra a su cuerpo con fuerzas; y él corresponde fervor refugiándola en sus brazos. La nariz de Killian se posa en la comisura del cuello de Emma para poder sentir su perfume, y ella puede sentir como su respiración. Ambos pueden sentir la humedad en la piel del otro, demostradora de la tristeza que sentían. Ella respira profundo unas cuantas veces, e intenta calmarse, intenta que su presencia la consuele (sus brazos alrededor de ella, el cuero de su campera rozando las palmas de sus manos). Pero ningún intento es suficiente, no cuando significa tener que perderlo.  

Ella ya lo perdió muchas veces. No puede soportar perderlo una vez más.

- Se suponía que no ibas a morir. - Dice ella a él, sus lágrimas humedeciendo su abrigo y sus manos aferradas a éste con fuerzas, desesperada por tener algo de él a lo que aferrarse. - Yo pierdo a todos, y te dije que no podía perderte a ti también. No puedo perderte. No voy, no voy perderte. - Las palabras mezcladas con su llanto. 

- Emma. - La llama él suavemente. - Lo siento. - Murmura con suavidad, a modo de disculpas. 

- Prometiste que no ibas a dejarme. - Reprocha ella, saliendo de sus brazos para poder verlo a la cara.

- Lo sé cariño, lo siento tanto. - Dice él tristemente, descansando su frente contra la de ella y mordiéndose el labio con fuerzas.

- Lo prometiste. - Vuelve a decir ella. Su voz fuerte y llena de dolor, su corazón ardiendo de dolor en su pecho. Todo en ella duele. El dolor es tan grande, que también lo siente físicamente. - Yo te maté Killian. No puedo volver a hacerlo, no puedo. - Dice con desesperación.

- Emma. - Dice él su nombre, a un intento de comenzar la conversación que tanto temen. Su mano acaricia su cara, su pera y sus mejillas. Ella quiere irse corriendo, quiere alejarse de todo ello, porque pronto él no va a estar por causa de esa estúpida trampa de Hades y no hay nada que pueda hacer, y no volverá a sentirlo. Cierra los ojos por instante, evitando su mirada, y sabe que es injusto hacerlo pero todo dentro de ella duele hasta el punto de sofocarla. - Me hiciste el hombre más feliz del universo. Nunca pensé, en todos mis años de vida, que una vez iba a encontrar a alguien como tú. - Confiesa con la más pura sinceridad.

- No te atrevas. - Advierte ella alejándose de él unos pasos. - No te atrevas a decirme adiós cuando ya tuve demasiados de ellos. - Pide, mientras intenta calmar su llanto.

Él ignora el hecho de que ella lo está evitando, se acerca a ella, y la funde en un abrazo. Killian le da un beso en la mejilla, y luego uno en el cuello. El brazo de su garfio, rodea su cintura, atrayéndola y manteniéndola lo más cerca de su cuerpo posible. Ella se lleva una de sus manos a la boca, para intentar apagar un poco los fuertes sollozos que salían de su interior. Él le acaricia el cabello en un gesto para consolarla. - Me hiciste el hombre más feliz Emma Swan. Eres la persona más fuerte que conocí en mi vida, y lo supe desde el primer momento que nos conocimos. Tenes una familia que te ama, y que te necesita. El tiempo que tuvimos, por más que haya sido pequeño... - 

Mi Captain SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora