Mi Bella Bestia (La otra historia de amor)

Nuestro Bebé

_Draco, reacciona te está mirando, mi amor él es nuestro bebé._Ella no se creía que Draco, estaba aún más pálido, y por sobre todo no reaccionaba, miró a Narcissa que la observaba con complacencia, y a su hijo casi al borde o de pegarle o de soltar la risa, realmente estaba en shock.

_Draco, ¡DRACO!, ya hombre reacciona_él bebé en vez de llorar ante el regaño rió y el shock de su padre pasó al escuchar la risa franca y aguda de su hijito.

Lo miró con ternura, con una ternura que la castaña no conocía, levantó una mano y acarició la mollera de su pequeño.

_Hola Scorp, perdóname, no me creí ser capaz de convertirme en padre, nunca lo pensé, pero trataré de ser el mejor padre que pueda, mereces vivir con amor, mi pequeño._terminó la frase abrazando por detrás a Hermione la que seguía sosteniendo a Scorpius.

_Chicos entren por favor, hay muchas cosas que hablar._Dijo Narcissa con cierto dejo de pesadumbre.

Realmente tenían mucho de que hablar, estaba la boda, los preparativos, la recepción, y el bebé, y aunque ella por la reacción de los chicos, sabía que estaría bien, habían temas legales que estrujaban el corazón.

Pasaron al living, los tres se sentaron en el sofá grande, Hermione jugaba con las manitos de Scorp, y Draco los admiraba.

_Chicos, hay algunos detalles que no mencioné en la carta... y me duelen. 

_¿Qué sucede Narcissa?

_Madre, por favor suelta todo, que esto me huele a gato encerrado y no me deja tranquilo.

_El niño no está registrado.

-¿Qué?_ dijeron ambos al unísono.

Draco iba a decir que él no lo había reconocido, por motivos obvios, ajenos a su voluntad, su madre levantó la mano para que no la interrumpiera.

_Ellos sabían que Astoria, seguramente no terminaría el embarazo, por su salud, así que jamás la llevaron a control, el niño nació porque su elfina la asistió, y de no ser por ella, esta preciosura no estaría aquí_ Contaba la abuela, con gran pesar.

_¿Qué?. No puedo creer malditos sangres pura, de morondanga, tanto apellido, tanto cogote, y dejan morir a una niña con su hijo._ Hermione lloraba, abrazando al bebé, enfadada con los Greengrass, deseándoles cosas terribles en su mente, cosas que jamás aceptaría frente a nadie. Sintió que Draco besaba su coronilla, tranquilizándola.

_Madre, ¿qué más tengo, perdón tenemos que saber?._se corrigió ante la mirada vidriosa de su amada.

_Como él no existe, su familia materna no lo reconoce, tendría que reconocerlo yo entonces sería Malfoy Black, pero lo haría tu hermano.

_¡No!_gritó la castaña_es nuestro hijo_ colocando su cabeza sobre el pecho de Draco_es hijo de Draco, yo hablaré con el Ministro si es necesario, mentiré, si ellos no quieren que sea Greengrass, que sea Granger, yo le doy mi apellido, yo asumo la maternidad de él, no tengo problemas con eso, después cuando sea mayor ya le explicaremos todo lo de su mamá de sangre, ¿tú qué dices Draco?, ¿estás de acuerdo?

_Que te amo, más que a mi propia vida_y la besó.

Scorp, comenzó a llorar cuando sintió que perdía la atención de la castaña, Narcissa rió, los chicos alternaban la mirada entre el bebé y ella.

_¿Tendrá hambre?_dijo Hermione.

_Tiene celos, es todo un Malfoy_contestó Narcissa divertida.

_Ah, no señorito Malfoy yo se la presto, y todo eso, pero ella, es mía._Draco le hacía gestos autoritarios con un dedo inquisidor, mientras ponía una dulce y ridícula voz, para que Scorp sonriera, y lo logró._Eso es, que lo tengas claro, todo es tuyo, pero ella, mííííía._Scorp tomaba el dedo de su papá, mientras reía (aunque no era él solo quien reía, en esa habitación dos mujeres más también lo hacían) y trataba de llevárselo a la boca.