Greengrass

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_Hermione, ¿hoy podríamos ir a ver a mi madre, recibí una lechuza y está preocupada?_ Dijo Draco a su novia.

_Si mi amor, ayer fuimos con "mi familia " es justo hoy ir con la tuya. 

Se vistieron acorde con sus arreglados outfit,  caminaron a las afueras de Howarts y desparecieron a la nueva mansión de Draco.

Al aparecer Hermione no reconocía nada del lugar si bien las rejas eran muy parecidas ahora lucían de un pulcro gris casi plateado, los jardines no eran tan amplios como lo recordaba y la casa de dos plantas no le parecía ni tan terrorífica, ni tan grande como en su "visita anterior".

La casa que se erguía frente a ella era simplemente hermosa, tejas francesas grises, finas terminaciones estilo francés, un caminito principal que llevaba al porche, y dos laterales que llegaban al patio trasero del lugar, jardines coquetos con islas de arbustos, un ciruelo de jardín que cambiaba el color mayormente verde por un lindo rojo vino, una puerta blanca grande, dos ventanales verticales en la planta baja y otros en la superior donde abajo estaba la puerta arriba había una puerta ventana con la parte superior en media luna, el altillo se veía muy espacioso con dos ventanas pequeñas al frente y seguramente otras dos al fondo. A la derecha otro sector de una sola planta con dos ventanales iguales a los del resto de la casa. 

Draco la tomó como siempre de la mano, y no notó su rigidez, así que después de besarla ligeramente, abrazarla por los hombros y acercarla a él susurró algo que alivianó el alma de la castaña.

_No es la misma casa, hemos perdido mucho dinero en multas, y otros pagos al Ministerio, mi madre tuvo que vender la casa grande y compró otra que para ella también estuviera libre de recuerdos.

_Oh_ Dijo cambiando la expresión, acarició el pecho del joven y lo miró  a los ojos.

_Me dirás que si no soy rico ya no te intereso, ¿verdad?. _Draco retrucó de forma burlona, porque sabía de sobra que ella el dinero le iba como le venía y al ser heoína de Guerra ahora ella tenía su bóveda en Gringotts, y no era pequeña, aunque no la usara, ni alardeara de ella.

Ella lo miró, buscando sus ojos y dándole con el puño cerrado en el hombro.

_Si, seguro  y tú te fijaste en mi por mi sangre inmaculadamente pura.

Ambos entraron al porche de la casa riendo, sabiendo claramente qué era lo importante y ni el dinero ni la sangre entraban en la lista.

Al oír risas la señora Malfoy se apuró en abrir, abrazar a su niño y recibir cortesmente a la chica, que la miraba entrecerrando los ojos como que algo no encajaba del todo.

_Queridos, entren, debo hablar con los dos es muy importante. _ Dijo Narcissa con cara afligida.

_Madre te sientes bien, ¿qué sucede, no quedé nada tranquilo con el tono de tu carta?,¿más cuentas?

Su hijo sabía que a su madre le afligía no poder recuperar su famosa herencia Malfoy, que él tuviera que trabajar si o si era algo que le preocupaba, había imaginado otro futuro para su hijo.

_Si, una muy grande._ Miró a Hermione y a su hijo.

La castaña pensó que capaz ella no debía escuchar y así lo hizo saber.

_Si quieren yo puedo pasear por el jardín mientras hablan, es un tema familiar y yo...

_Tú eres mi familia ahora_ Dijo Draco aferrándose a ella.

_Hija, tú debes saberlo también te interesa, es el compromiso de Draco con Astoria Greengrass.

_¿Qué? _al unísono la pareja le gritó a Narcissa.

Mi Bella Bestia (La otra historia de amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora