Mi Bella Bestia (La otra historia de amor)

No Tengas Miedo

Hermione despertó sintiendo una mano en su vientre, todo su cuerpo estaba cálido, su espalda abrigada por el pecho del rubio, sus piernas entrelazadas, su cabeza sobre el brazo izquierdo de él, su cuerpo cabía a la perfección en el de él, se sobresaltó un segundo al sentirlo apoyado en sus pompas, se sonrojó,  sintió los calores subirle al rostro, pero estaba disfrutando del momento no se valía moverse y romper el encanto. Se tranquilizó y decidió disfrutar de cada instante hasta que Draco despertara, le acarició la mano sobre vientre, "éste chico no tiene remedio", pensó "me pide que lo abrace y despierto que ni respirar puedo", " por Dios que está excitado y yo sin saber que demonios hago, igual no sabría que hacer o sí; bueno en este momento me apetece mucho recostarme a su pecho, podría intentar girar sin despertarlo, sería un crimen hacerlo, se siente tan bien en sus brazos, este momento es mágico, recuerdo que Luna comentó que su sueño era muy pesado, así que yo me doy vuelta y que sea lo que Dios quiera". 

Pensando así tomó aire y coraje, comenzó a rodarse hacia su derecha, sintió como el brazo de él seguía como imantado a su ser y mientras ella se aventuraba a girarse para poder mirarlo ese brazo en su vientre viajaba ahora por su cintura, y sutilmente levantaba el camisón, el otro brazo que antes sirvió de almohada, ahora la aferraba más a su pecho, ya no llevaba la casaca del piyama ni la remera negra, ahora estaba en cueros de la cintura para arriba, y ella apoyó su cara en ese pecho algo velludo que la añoraba, sintió los latidos del corazón embravecidos por  su contacto, le acarició el rostro que se mostraba con una sombra de barba de más de un día, que le daba esa apariencia sexy a más no poder, no tenía cara de ángel ni durmiendo, siguió ella acariciándolo, se sintió muy cómoda, caricia va, caricia viene se dio cuenta que no era la única despierta en la habitación, en ese momento, en ese preciso instante no supo si ruborizarse por lo que estaba sintiendo o porque se enteraba ahora, que él no estaba dormido, y todo lo que eso implicaba.

Para zafar la situación que Draco, generó y notó, bostezó, la besó en la frente, le acarició el rostro y mirándola a los ojos la saludó con un hola cansado y alegre, absolutamente sincero, ya que era así como se sentía cansado por la desvelada y alegre por haber compartido la cama con ella. 

Ante esto la castaña no pudo menos que sonreír y rozó sus labios con los de él, _hola amor, hace mucho despertaste, _preguntó discretamente.

_Más o menos cuando Crooks saltó sobre mí, para defenderte de mis brazos._ comentó risueño, mientras el susodicho comenzaba ha estirarse en su castillo, haciéndose el desentendido.

_¿Eso fue hace mucho?,_ indagó ella que no recordaba ningún movimiento brusco que la despertara hasta la luz del amanecer que se colaba por la rendija que siempre dejaba abierta de la ventana.

Ambos estaban abrazados, haciéndose mimos mientras hablaban.

_No lo sé, no quise levantarme a ver la hora, sentí calor, así que como dormías me aliviané de ropas, dejé unos puntos en claro con tu guardián (se escuchó cómo él aludido saltó a los pies de la cama y maulló) quedamos en paz, y te abracé, pero no logré dormirme, mi cuerpo ha descansado igual pero mi cabeza divagó, largo y tendido.

Cuando ella iba a replicarle, él continuó.

_Sabes tu aparato _(él no recordaba el nombre muggle, y ella no registraba bien de qué le hablaba)  _el  de la manzana, sonó a media noche, como una burbuja en clase de pociones.

_¡Ha!, mi celular, debe ser un whatsapp de Harry por la reunión de hoy. 

Ahora la cara de sorpresa era la de él. Tratando de cambiar el tema comenzó a besarla en el cuello, sintiendo cada estremecimiento de ese cuerpo que adoraba, estaba muy excitado, no le gustó la idea de ir a lo de Potter, y eso que no sabía que iría a La Madriguera, la acariciaba y ella se dejaba en él, nuevamente su conciencia hizo acto de presencia en su mente, arruinando el momento.