Letra "G"

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*Adam P.O.V.*

En el momento que entró al salón, esa chica me irritaba.

Su largo cabello, su mirada inexpresiva. Ni siquiera se emocionó al verme. Pasó de mi lugar vacío y se sentó junto a Verónica. Esa chica no es buena eligiendo amigos ¿Verdad? Verónica era solo una chica hueca que se dejaba llevar por la masa, como todos en esta bola de ignorancia.

En el recreo, decidí presentarme a ella. Yo era el príncipe de esta escuela ¿Está mal decir la verdad?

-En fin, en realidad, soy una muy buena persona.-Le comenté.

-Una persona que se presenta como "buena" ¿Realmente lo es?-Respondió está, con una mirada directa y afilada.

¿Quién eres tú? ¿Te crees superior a mi?

Aquella chica, me estaba desafiando. El hecho de que no me tuviese en cuenta para absolutamente nada, me molestaba. Y mucho.

Siempre fingí ser un chico bueno para los demás. Mis padres, me educaron de esa manera. Pero ella...ella hacía simplemente lo que le venía la gana.

Todos los demás parecían aceptarla en respuesta. En especial, los chicos.

-¿No te parece linda Melanie?-Preguntó uno de ellos.

-A mi también me parece linda-Añadió otro.

-Es fea y anticuada-Les contesté yo, cortando el rollo.

Estábamos en clase de educación física, entonces decidí probar lo fea que era.

Pero claro que eso no era así. En el fondo, sin embargo, lo sabía. Sabía que yo quería ser el único que pensara en eso. Creo que, pensar así, era lo que más me enfurecía.

Fue entonces cuando empecé a molestarla. Todo empezó con unos inocentes aviones de papel. En serio, no planeaba llevar las cosas más lejos.

Después de eso, los chicos y chicas imitaban todo lo que yo hacía. Como marionetas sin personalidad. Aunque yo también, era uno de esos.

Las cosas se mantuvieron así por un tiempo, pero entonces, ella decidió ignorarme. Ella se mantenía intacta, indiferente a todo lo que hacía. Eso, solo hacía crecer un sentimiento inexplicable dentro de mí.

Ese mismo sentimiento, era el que me ponía de peor humor.

Al día siguiente, le pegué una goma de mascar en su cabello. No había sido un accidente. Yo solo quería que los demás pensaran que era fea. Todo lo que decía y hacía era completamente infantil y no me importaba en lo absoluto.

Después de eso, los padres vinieron por Melanie. Algo en ellos, hizo que comparara mi familia con la de ella. Era obvio que jamás tendría algo de lo que ella tenía. Raramente me abrazaban, muy esporádicamente los veía y saber que eso no era normal, hizo que sintiera envidia hacia ella.

Cuando volví a la escuela, me disculpé con la maestra falsamente y también con Melanie. Pero claro, ella sabía que eso era un acto.

Melanie se había cortado el pelo. Y ahora, su cabello, la hacía más linda de lo que ella era. Todos se dieron cuenta de ello y yo me encargué de convencer a los chicos de qué eso no era así, los chicos eran estúpidos, todo el mundo lo era para mi. 

En el receso, me disculpé con ella "verdaderamente" con algunos dulces de por medio. No quería que sospechara que tenía algo que ver con todo el asunto de los chicos.

Entonces, me sonrió. Todo se fue a la mierda en un instante, era como si mi corazón estuviese a punto de estallar. A punto de salirse. Por un momento, hasta pensé que podría tener algún tipo de problema en el corazón. Estúpidamente, me avergoncé. Cuándo la miré por unos segundos, ella también estaba roja hasta la médula y eso...eso me inquieto. ¿Por qué estoy tan inquieto?

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