El primer día en mi nueva escuela había llegado por fin. El plan no era demasiado complicado; ignorar a todos y pasar de las personas con auriculares o con el libro que llevaba en mano.
Me despedí de mamá y de papá con un beso en la mejilla y me dirigí sonriente a la salida. Ellos estaban siempre excesivamente preocupados por mi...
Era la primera hora en mi nueva escuela, gracias a Dios era el tipo de escuela que tenía alumnos nuevos todos los años... así que no pasé por ninguna estúpida presentación.
Era clase de literatura y para los alumnos viejos había tarea asignada. Ya se notaba que tipo de escuela era. Bien por mi supongo, estudiar me mantendría ocupada.
-Adam, pasa primero ¿Quieres?-Ordenó ella con naturalidad. Su simple nombre me ponía los pelos de punta pero es simplemente imposi...
Mierda. Era el niño alfabeto. Era él, podía reconocerlo por completo.
Su estúpida cara de niño bueno, su inútil cabello rubio resplandeciente y su formalidad de niño de oficina, aunque debo admitir que era una escuela bastante cara a decir verdad, pero a mis padres les estaba yendo bastante bien así que insistieron en que esta escuela estaba bien. Además obtuve un poco de créditos por mi aburrido pasatiempo de estudiar.
Yo estaba atrás de todo, así que estaba segura que no me había visto. Pero en algún momento lo haríamos, estaba segura.
Si el pasa de mi...si eso llegase a pasar...realmente sería un milagro. Pero si no es así...yo no me dejaré intimidar ni una sola vez más por él.
Por accidente, rompí uno de los lapices que usaba. Mi compañero se percató de esto y llamó mi atención.
-¿Todo en orden?-Preguntó este. Ni siquiera me fijé en su apariencia, ni me interesaba su nombre. Era como si yo hubiese desarrollado una especie de inmunidad hacia las hormonas.
-Ah, si. No es nada-Respondí restandole importancia al asunto. Este me sonrió en respuesta. Inexpresiva, me dediqué a tomar notas por lo que restaba de clases.
Por fin, la hora del almuerzo llegó. Yo me encontraba caminando sola con una bolsa simple color beige con sándwiches dentro , hasta que por el pasillo, la persona con la que quería evitar un encuentro ,por fin, apareció.
Esté, estaba acompañado de una chica y un chico, todos con la misma pinta superficial que el poseía.
Yo continué caminando, parecía que iba a pasar de mi. Pero como siempre, jamás las cosas pasan de la manera que yo quiero.
-Oh...¿Melanie?-Preguntó este volteándose. Los otros, imitaron la acción.
-¿Eh? ¿Quién? ¿Quién?-Indagó la rubia que lo acompañaba , recostándose sobre su hombro.
-No puede ser...¿Eres tú verdad?-Cuestionó este.
Me di la vuelta y sonreí falsamente.
-Si, soy Melanie-Respondí simplemente, dispuesta a seguir mi camino.
-¿En serio? Sabes, siempre quise saber el porqué de tu traslado tan repentino- Comentó este. Yo fingí una risa de dos típicas personas que se llevaban bien.
Hasta que lo agarré de su corbata y la sujeté con fuerza atrayendo su rostro directo hacia mi. Él todavía tenia dibujada su estúpida máscara de niño bueno.
-Escucha, pequeño niño alfabeto y escúchame bien.-Le ordené con una mirada fría y llena de odio.
-Ahora no soy una niña. Mírame, ahora soy adulta. Sabes que les pasa a los niños que molestan a las niñas ahora ¿verdad? Si me molestas aunque sea una maldita vez más, haré que te corran de este instituto de niñatos ricos.-Le advertí.
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Alphabet boy
Ficțiune adolescenți"El príncipe del patio de juegos" se llamaba a él mismo. Actuando cómo un buen chico y fingiendo que tú lo sabes todo, así es como eres. Cuando nadie está mirando, me molestas con aviones de papel o con gomas de mascar. Me tratas como una estúpid...