Letra "O"

38 4 2
                                    

*Adam P.O.V.*

No soy cariñoso con cualquiera, pero tú crees que si.

Te odiaba pero ahora te amo.
Llámame monstruo, no me importa que me recuerdes lo que soy.
Estoy loco por ti, me seguiré arrastrando hasta derrumbarte y conseguirte.

Amarme es el único camino que te queda, Mel.

*Melanie P.O.V.*

Estaba volviendo de comprar algunas cosas que mama me había encargado, huevos, verduras, entre otras cosas. Eran las dos y media de la tarde y me quedaban algunas calles antes de volver a mi casa.

Un gato negro con ojos verdes se me cruzo enfrente mio, lo mire indiferente.

-¿No quieres cambiar de lugar conmigo?-Le pregunté.

Como era de esperarse no me respondió, se limito a tratar de hipnotizarme por unos minutos y luego se dio media vuelta para irse.

Todo sería más fácil si fuese un gato, o cualquier animal, creo yo. Mis problemas simplemente se esfumarían, aunque eso no es del todo cierto.

Solté un suspiro y volví a mi casa.
En la entrada había algo parecido a una lemosina estacionada, me acerque un poco desconcertada para comprobar el hecho de que se encontraba justo enfrente de mi casa. Sin aviso previo, en cuestión de segundos,  la puerta de los asientos de atrás se abrieron y dos brazos me arrastraron hasta el asiento.

La bolsa de las compras se había caído al suelo. Desparramando todo su contenido.

-¿¡Que!?-Me zafe del agarre y pude observar como Adam se encontraba mirando hacia adelante, inexpresivo, como si nada hubiese pasado

-Te dije que te vendría a buscar-Advirtió sin siquiera dirigirme la mirada. Miré la hora de mi celular, faltaban diez minutos, revolee los ojos.

-Todas las compras que hice se cayeron al piso-Lamente con disgusto.

-Voy a reemplazarte todo.-Avisó.

Siempre comportándote como millonario, pensando que un poco de dinero solucionará cualquier problema... tu aire de superioridad siempre fue algo que odie de ti.

Que odio.

Gire mi cabeza hacia la ventana, y luego me recosté sobre esta.
Deseé  haber traído conmigo mis auriculares.
Adam no converso conmigo ni siquiera una vez y pude hundirme en mis pensamientos.

Ya sea física o mentalmente siempre estas ahí, interrumpiéndolo todo.

Después de unos largos treinta minutos, llegamos.
Algo parecido a una mansión se presentó ante mis ojos. Que cliché.
Un chico lindo que también es rico.
Excepto que tú no eres bueno Adam, lo supe la primera vez que vi tus ojos inexpresivos, simplemente no quise aceptarlo.

Salí del auto mientras una persona del aparente personal de Adam, me abrió la puerta del coche, le agradecí en voz baja y le cedí una sonrisa, acto seguido volví a cambiar mi semblante al habitual.

Adam me miró extrañado por un segundo, luego salimos detrás de algunas mucamas que al parecer también trabajaban ahí.

El interior de esa mansión, era todavía más impresionante. Suelos de mármol, candelabros que colgaban del techo que parecían de cristal, para resumirlo era un nivel arquitectónico que no había visto ni siquiera en revistas.

Si tuviese que compararlo con algo , sería con el castillo del Príncipe de cenicienta.

Se parece un poco a ti, esa fachada de "caballeroso y bueno" me preguntó si en realidad él también era una basura como tú. No sería sorprendente.

Alphabet boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora