*Melanie P.O.V.*
Cuando alzé la vista, un chico de ojos y pelo marrones, me miró. Las chicas se habían marchado hace un par de minutos pero yo, estaba petrificada.
¿Qué quería ese chico de mi? Por instinto, retrocedí. Es imposible que alguien ayude a otro solo porque sí.
-Esas chicas...¿Te hicieron algo?-Preguntó esté.
-No...no...estoy bien.-Afirmé dubitativa.
-Puede ser que...¿Te llames Melanie?-Bueno, sabía mi nombre, eso es extraño. Otra razón para no confiar en él.
-¿No me reconoces?-Continúo esté.
-No, disculpas. Tengo que...irme.-Respondí, retrocediendo aún más.
-Espera...-Me acerqué a la cara de esté para observarlo detenidamente.
-No. Ni idea.-Negué para darme vuelta y seguir por donde iba. No conocía a ningún chico. Vamos, era una excluida. Una antisocial.
-¡Ben! ¡Soy Ben de la primaria!-Gritó esté por detrás mio.
-...¿Ben?...-Me di vuelta, vacilante. Al verlo de lejos, lo comprendí. Ya no se parecía nada al tierno Ben que había visto una vez.
-Si, disculpas por todo el asunto de la primaria. Sé qué no es excusa yo...-Intentó decir esté.
-No importa, no es culpa tuya, éramos sólo dos chicos...-Respondí, con la mirada pérdida.
-Pero yo te dejé. Eras mi amiga y aún así, no te protegí. Tú eras una chica y yo...
-Wow, ¿Era?-Cuestioné, levantando una ceja.
-No, eso...yo...-Se excusó esté.
-Es broma, estamos bien. No me he convertido en una histérica ¿Sabes? No todas las chicas son así. Además, ya deja de torturarte. No estoy enojada contigo. Tú fuiste mi único y tal vez mejor amigo en esa época.-Expliqué amablemente.
-Además, me salvaste. Estamos a mano. No me gusta que me mires con lastima ¿Si?-Argumenté.
-Okay...solo avísame cuando vuelva a pasar algo cómo esto.-Pidió amablemente.
-Algo así cómo ¿Un protector humano? No gracias, estaré bien. Arreglaré todo este asunto. Gracias.-Agradecí, retrocediendo para regresar a clases, quiso seguir debatiendo pero yo lo saludé con una mano para luego desaparecer.
Sabía quién era el responsable de todo esto. Adam. Tal como en primaria, había enviado un grupito para que se encargara del trabajo sucio mientras esté se retorcía de la risa en algún lugar.
Oh claro, que te vas a retorcer esta vez, Adam. Del dolor.
El día terminó y sólo quedamos en el salón Adam y yo. Adam, rompió el silencio.
-¿Quieres que-?
-Cierra la boca-Ordené. Él me miró, confundido.
-¿Yo que...?-Intentó preguntar.
-No, no. Deja de hacerte el inocente, ahora ya no eres un tierno niñito.-Aclaré, mirándolo con desprecio.
-Melanie, me gustas.-Confeso. Otra vez.
-¿Donde está tu amor? ¿Está apuntando a este mundo? Tú reflexión es antinatural.-Expliqué con desagrado.
-Mierda, Adam. ¡No mandas a un grupo de brabuconas a que golpeen a la chica que supuestamente te gusta!-Exclamé enojada.
-Espera ¿Qué? ¿Qué chicas?-Preguntó.
-Oh, claro, claro. Te conviene hacerte el desentendido-Dije para agarrar mis pertenencias.
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Alphabet boy
Teen Fiction"El príncipe del patio de juegos" se llamaba a él mismo. Actuando cómo un buen chico y fingiendo que tú lo sabes todo, así es como eres. Cuando nadie está mirando, me molestas con aviones de papel o con gomas de mascar. Me tratas como una estúpid...