Alphabet boy

Letra "S"

Me ofreciste dulces y los acepté. Creí que todo estaba bien y no supuse que seguías siendo el mismo.

Mi chico alfabeto está siendo sospechoso, al parecer ama la superficialidad como yo amo los defectos. Desconozco tus actitudes últimamente, no te portas como tú mismo ¿Vas a decirme que es lo qué tienes?

Tu mirada ha cambiado, se parece a la que tenías cuando eramos niños. Un día cualquiera me decido a acercarme a ti, espero a que te encuentres solamente tú y apoyo un libro estruendosamente en tu escritorio. Levantas tu mirada. No son aquellos ojos con los que simpatizó, ya no me miras como un cachorrito perdido, parece que quisieras morderme. Si ya sabías desde el principio que no era una buena chica.

-¿Y?-Demandé impaciente. Él no me responde, se limita a observarme de un modo difícil de determinar para mi. Tu fase de niñato parecía ramificarse para controlarte a tiempo completo. Eso no está bien, me has acostumbrado a no saber compartirte.

-¿No me vas a hablar?-Le di una oportunidad de enmendar sus acciones, de que se dejase otra vez, monopolizar por mi. Se mantuvo prologando aquella posición que había optado desde el principio.

-Sólo quiero que me digas con tus propias palabras qué demonios pasa contigo. Pareces no saber que estoy haciendo una excepción al tener la delicadeza de acercarme primero, ¿Porque no les dejas las rabietas a los niños Adam, o es que sigues siendo uno?-Inquirí a sabiendas de tus puntos débiles, más bien, donde sé que no puedes parecer inexpresivo. El patrón que se estaba repitiendo me estaba fastidiando enormes cantidades.

-Te cansaste de ser mío.-Solté finalmente. Es todo Adam, si no puedo sacarte tu mascarilla ahora, no sé que es lo que lo hará. Una pausa extenuadamente insoportable se acomodo en el salón.

-¿Es qué sólo sabes como consolarte? Me aburres Melanie.-Respondió finalmente para descruzar sus piernas y luego largarse rápidamente como si obligaciones tuvieses mucho, lo único que haces es perder el tiempo. Me costaba interpretar a Adam muchas veces, pero sus silencios por alguna razón eran más sencillos que lo que a veces soltaba. Me negué a quedarme estupefacta e impresionarme por la nueva re modelada versión de tú. Me caías mejor cuando eras callado y tranquilo, como un bebé grande que busca un poco de afecto.

Pensé qué me sentiría mejor al enfrentarte, solo conseguí un fuerte dolor de estómago. ¿Y qué si no soy todo lo que creías que fuese?

Lo que observé los días siguientes era un individuo nada interesante, encajando como un bloque lego en una casita que ni siquiera sabes arme yo. Ya no estabas completamente inexpresivo, cómo solías ser con todos desde que nos reencontramos, esa exageración de amabilidad hacia los demás sólo te hace lucir estúpido. ¿Quierés saber cuánto tiempo me toma destruir lo que construyes?

Al parecer las chicas encuentran tu forma de actuar tierna, le muestras cariño a todos, lo que produce que la gente te malinterprete, seguramente eso no te importa pero dejas que te reconforten de cualquier modo.

Las sobrantes con las que te relacionabas, vuelven a ser tus acompañantes. Esta vez no me miras de reojo, ni siquiera me miras. Me pregunte si te sentías consolado con toda tu actual compañía. Todavía conservo el pensamiento de que volverás hacia mi, me extrañarás, me pedirás que vuelva, pero no tengo ganas de pensar en mi respuesta por ahora.

 He empezado a tomar algunas clases de arte, desde el incidente de plástica algo me resuena...es estúpido interesarte en la cosa que peor puedes hacer. El impulso en ese momento surgió más fuerte que eso, me tranquiliza un poco y me siento equilibrada al practicarlo, mis padres están pagando las clases. He pensado en tal vez empezar un empleo a medio tiempo, pero estoy agotada y a pesar de que a veces me siento como una molestia, sé que mis padres no lo sienten así. Por lo que, lo veo como un futuro algo lejano al presente en el que vivo.  

Mi semblante cambia cuando ahora debía enfrentar a Ben, se me había plantado durante la cafetería y no tenía manera de evitarlo. Era consciente de sus actitudes al acercarse a mí, como su boca se movía gesticulando una vocal, intentando entablar una conversación conmigo. Cómo se acercaba a mi prudentemente para que disponga de su presencia. 

Ben, sinceramente, no podría importarme menos.

No quiero que te preocupes por una chica como yo y espero que la sencillez abunde en tu vida cotidiana, aún así estoy segura que es justo para ti que te diga lo que pienso.

Él comenzó hablando un par de cosas que no podía ubicar en espacio y tiempo, no pretendí ninguna respuesta ni interés y cambié asunto. Yendo directo hacia al punto.

-Ben, escucha, sobre el tema de Adam...sé que tal vez te preocupas por mi. Pero, en serio, tan sólo no lo hagas más.-Mencioné tranquilamente, sin mirarlo, tan solo divisando la nada en si.

-Melanie yo cómo alguien que supo todo lo que soportaste no puedo fingir que no pasa nada y que no vi lo que te hizo y te sigue haciendo él.-Respondió. ¿Es pena lo que sientes hacia mi? No estoy muy segura, intentas consolarme pero yo no necesito eso, aún así suelto una pequeña mueca que pretendía ser una sonrisa al principio.

-No te metas en mis asuntos y piérdete Ben. Eso era todo lo que quería decirte.-Aclaré por última vez, sin tomar indirectas, mirándolo por aquella única vez. Sentí un agarre en mi muñeca, empezaba a odiar que todos se aprovecharan de ella. Me solté de aquel rápidamente y resumí.

-Si tengo que volver a advertírtelo, no sé como reaccionaré.-Mi tono no fue el más agradable, pero otra vez, no me interesaba en lo más mínimo.

-¿Qué te pasó Melanie?-Cuestionó. No respondí y me decidí a irme.

Era mi culpa haber llevado a Ben a ese punto, a involucrarse conmigo. Tenía un muy mal presentimiento sobre el desconocido Adam y no quiero involucrarte, no quiero tu consuelo tampoco. Es mi culpa haberte ocultado mis verdaderas intenciones y con ella mi retorcida personalidad. Fuiste tal vez, una de las pocas personas que se tomó la molestia en intentar conocerme.

Rastreando y observando tus diferentes decisiones, intentó comprender tu nuevo "tú". Por que estoy ansiosa y no entiendo tu respuesta ¿Ese era tu plan? Sé que sabes que no iré por ti.

Los juegos que juegas ya no son divertidos, dijiste que te quedarías pero luego te fuiste. ¿Pensaste que eras todo lo que yo necesitaba?

Estoy segura de que me viste en la cafetería, pensé a decirle a Ben de ir a conversar hacia la azotea, pero terminamos hablando allí de alguna manera. Observé que tu mirada jamás se acerco a nosotros, o al menos te encargaste de que no lo viese.

Me decido a no analizarte porque ahora me irritas. Las pocas veces que me miras, lo haces como si me dijeses que ya no valgo tú tiempo.

Este debería ser el momento en donde mi libertad puede ser realizada, la parte en donde me dejas ir. Tan solo estoy demasiada extrañada, no puedo enfocarme en el momento en que te alejaste.

¿Fue cuando crucé la linea? ¿No era esa la del comienzo?  No siento el beneficio de la duda como un beneficio hasta este punto.

Desde que decidiste partir te he visto crecer y evolucionar a tu manera, siento que estás poniéndote más bonito cada día ¿Qué demonios, eres una rosa? A veces preferiría que seas gay.

Miras hacia otro lado, sin embargo, tú me dijiste tal vez todo lo que debías, no sabes lo mucho que me arrepiento de haberme quedado a tu lado cuándo tuve la oportunidad de simplemente cortarte. Cortarte al igual que la rosa que pretendes ser. Bastardo infeliz.

Me siento usada, descartable, siento que te di todo lo que necesitabas y querías mientras que yo no estoy obteniendo nada de lo que esperaba a cambio. Siento que has ido demasiado lejos, incluso si soy yo la que lo dice. Siempre permanezco como tu silencioso crimen.

Te veo rodeado de amigos sin estrenar, vestimenta lujosa. Te has vuelto aburrido, demasiado cercano a la perfección. A veces me siento con ganas de presionar tu botón. Ya sabes de cuál hablo, uno que permite siempre reiniciar las cosas. 

Consentido niñito, ahora comprendo que mi chico alfabeto no me ama como prometió.