Capítulo 43: Confesiones

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-En dos minutos estoy afuera de tu casa, espero que ya estén listos -dijo Alia por celular.

-Sí, ya estamos listos -contestó Oscar y rodó los ojos-. Bueno, aún falta que Sasha baje sus cosas, pero de ahí todo listo.

-Bien, bien -suspiró- ¿Ya llegó Derek?

-Eh... ese es otro problemita.

-¿Qué pasó? -su cabeza fue a dar contra el volante cuando la luz del semáforo cambio a roja.

-Que está peleado con Chelsea y dijo que mejor ella vaya con nosotros a la playa que él.

-¿Qué mierda tiene Derek en la cabeza? Primero, no entiendo por qué se peleó con Chelsea si hace dos días estaban bien; segundo, prefiero que venga él que Chelsea, no me malinterpretes, adoro a Chelsea pero se supone que este viaje era para celebrar que Ian se recuperó y creo que a Ian le gustaría ver más a Derek que a Chelsea; tercero -suspiró-, Chelsea me dijo que se iba de viaje con sus padres así que obviamente no se va a aparecer por allá.

-Ya voy a llamar a Derek -Oscar quería aventar el celular, organizar el viaje le había causado un fuerte dolor de cabeza.

-No. De eso me encargo yo, has que Sasha esté lista, voy en veinte.

-¿No eran cinco minutos?

-Cambio de planes, sé que Derek no contestará el celular para que no insistamos, así que lo voy a sacar de su casa así sea jalándolo por las orejas.

-Adoro cuando te estresas, bye.

Oscar cortó la llamada con una sonrisa.

Alia se puso más roja que un tomate.

-Buenos días -le dijo Alia al mayordomo de Derek.

-Buenos días Alia.

-Por fin me tuteas -sonrió- ¿Puedo ver a Derek?

-Está en su habitación, no ha salido ni a desayunar -dijo e hizo una mueca, se notaba que estaba preocupado.

-Oh -sonrió-. No te preocupes por eso, ahora lo saco de ese cuarto -Alia pasó y subió las escaleras. Ya frente a la puerta decidió tocar-. Derek, soy Alia.

-Vete Alia -gritó en respuesta.

-No. Vine por ti y no me voy sin ti -intentó abrir la puerta pero estaba con seguro-. Derek abre la estúpida puerta de una vez.

-No la voy a abrir Alia, déjame solo.

-Que no -bajó las escaleras y se acercó a Nina-. ¿Tú tienes las llaves Nina?

-Sí señorita.

-Préstamelas, por favor -Nina asintió y de un cajón de la cocina sacó un juego de llaves.

-Es la azul.

-Gracias -Alia sonrió y corrió arriba. Abrió la puerta con la llave y saltó sobre Derek, que hasta ese momento había estado acostado boca a bajo.

-¡Alia de mier...!

-Ni se te ocurra terminar esa frase -se puso de rodillas sobre la espalda de Derek-. Mueve, nos vamos a la playa.

-No voy Alia, prefiero que Chelsea lo haga.

-Si te atrevieras a encender el maldito celular te darías cuenta de que Chelsea se fue a Toronto a visitar a sus abuelos.

-¿Es en serio? -intentó quitarse a Alia de encima, pero no lo logró-. Pesas un montón Alia.

-Cállate, ahora levántate y vístete.

A través de los siglosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora