Seirin no Basket

12.El titán "perdido"

A/N: os dejo el avance del siguiente cap! Que es lo que estoy escribiendo ahora. Para que veáis lo buena personita que soy, y lo culpable que me siento por no actualizar muy a menudo últimamente. POR CIERTO! ya casi llego a las 70 maravillosas galleti- digo... followers! Estoy que no cago >D

El despertador no dejaba de sonar, e irritada y cansada como estaba, me arrastré como pude de la cama en dirección al pobre aparato al que había maltratado minutos antes, mandándole a volar a través de la habitación.

Todos mis músculos gritaban y se quejaban por el exceso de trabajo al que los había sometido ayer... Pero por mucho que clamasen por unas merecidas vacaciones, tenía que ir a trabajar...

Hoy me pasaría el día en mi versión femenina y eso ahora se me hacía muy extraño... Ya que últimamente y para disgusto de Kofuku, apenas salía de mi disfraz.

Me tomé mi tiempo en la ducha, estar bajo el agua me resultaba agradable y relajante.

Comí con calma y una vez terminé, salí por la puerta con mi tabla de skate bajo el brazo.

Zizaguée entre la gente y como comprobé que aún tenía tiempo, me pasé por las recreativas. a ver si con suerte encontraba la figura que aquel chico peliverde, aún a día de hoy no había llamado para venderme...

Comprobé una por una todas las figuras que había por máquina, sin encontrar ninguna que me volviese loca, y cabizbaja, salí del local.

Tan absorta estaba en mis pensamientos, que choqué contra algo frente a la salida del comercio. Paquetes de dulces parecían llover por todas partes a mi alrededor, y para cuando me iba a agachar a recogerlos, me detuve asustada por la mano gigantesca que parecía cernirse sobre mi...

Rápidamente adopté una posición defensiva, sin embargo nada sucedió.

"No los toques o me darán ganas de aplastarte" amenazó la voz irritada del gigante contra el que había chocado.

Alcé la vista, para toparme con los ojos de un enorme chico de pelo violeta. Rápidamente su mirada pareció reflejar sorpresa, y al percatarme del motivo, bajé la mirada de nuevo a todo el campo de dulces que quedaban por recoger. Decidí omitir su amenaza y le ayudé a juntar todo lo más a prisa que pude. Pero el muchacho, receloso, amontonaba los dulces cerca de él con ambas manos en un desesperado intento de alejarlos lo más posible de mi...

Nos pusimos ambos en pie, y casi se me vuelve a caer el pequeño montoncito que había recogido segundos atrás. El chico fácilmente podía sobrepasar los dos metros...

Me estudió de nuevo y fijó su vista en los dulces que reposaban contra mi regazo.

"Si te los llevas te perseguiré y te aplastaré"

Sonreí incomoda explicándole de nuevo que no trataba de robarle sus preciadas calorías. Por lo que acerqué a él, y traté de depositar los caramelos con cuidado.

"Deben de gustarte mucho" dije en un vano intento de entablar conversación.

Sin embargo lo único que recibí por respuesta fue un "munch munch" proveniente del enorme chico, que se había puesto a disminuír la montaña, engullendola.

"Bueno...yo lo siento de verdad"  dije de forma sincera, para poco después poner rumbo hacia mi trabajo.

Pero medio metro después, me vi obligada a detener mis pasos ya que el "munch munch" de fondo parecía seguirme como si fuera mi propia banda sonora...

Miré por encima de mi hombro, para encontrarme con que, el enorme titán seguía mis pasos.

¡No puede estar pensando que le he robado algún dulce! ¿o si?