11. Las mortíferas "armas" de Kuroko

942 102 44
                                    

A/N: capítulo dedicado especialmente a -HikariUchiha- , que ha sabido ponerme las pilas xD

Para cuando logramos llegar, los chicos ya habían terminado de cenar... Así que mi cansada, irritada y ahora hambrienta yo, también tendría que lidiar con los pucheros de la pequeña pelirosa enroscada a mi brazo, a la que le rugían las tripas cual Simba clamando por su territorio en el Rey León.

Ante ésto, sus mejillas se habían sonrosado tanto que parecían ir a juego con su corta melena, por lo que tras mucho esfuerzo y con toda la fuerza de voluntad de la que fui capaz, logré contener una carcajada que podría poner mi vida en peligro.

Enserio, jamás querría volver a tener que lidiar con Kurofú, nombre con el que las chicas del maid café habían decidido bautizar al lado oscuro de mi mejor amiga...

Esperamos pacientemenre a que los miembros del equipo salieran del restaurante y entre miradas sorprendidas, le pasé un brazo a Kofuku por encima de los hombros, en un intento de consolarla.

"No te preocupes, te invito a cenar en algún sitio de los que tanto te gustan, para compensartelo. ¡Tú eliges!" Le aseguré mirándola con una pequeña sonrisa en los labios.

Sus pequeños ¡yey! de celebración resonaban por toda la calle, y al percatarme del inusual silencio, dado que todo el equipo de baloncesto que nos seguía los pasos no era precisamente silencioso que digamos, mi instinto hizo que me girase cual resorte, para toparme con que todos y cada uno de los miembros del Seirin nos seguían si, pero anotando simultaneamente algo en pequeñas libretas...

Repito: TODOS.

Hasta alguien le había dado una a Mitobe senpai, que pese a que no escribía y tan solo asentía, su cara parecía reflejar haber aprendido algo nuevo...

"¿Que cojones estáis haciendo?" Inquirí, preparada para una respuesta que intuía que no me iba a gustar.

"Tomamos nota de tus tácticas con las mujeres. Quien iba a decir que fueras todo un maestro en la materia..." Espetó Izuki senpai levantando momentáneamente la vista de su pequeña libreta, y encogiéndose de hombros ante mi escrutinio.

Vale, punto para los chicos del Seirin... ¡Me esperaba de todo menos esa respuesta! Y creo que mi boca abierta lo dejó bastante claro. Debía de ser el cansancio pasándome factura, si, eso debía ser...

Kagami aprovechó el momento de desconcierto para acercarse a mi y posar su pesado antebrazo sobre mi cabeza, como si fuera un muro sobre el cual apoyarse de forma relajada, mientras que guardaba su mano libre en el bolsillo del uniforme del equipo. Alcé la vista exhasperada, ya que por el peso no era capaz de mover la cabeza lo más mínimo, y me preparé para la posible batalla que estaba por venir.

"¿Y a ti que te pica ahora? Sé de sobra que eres un caso perdido baKagami, pero... ¿Tan desesperado estás como para pedirme A MI, consejos sobre problemas de faldas?" Remarqué con una sonrisa de medio lado.

"Para tu información enano, yo no tengo problemas para eso, ¡simplemente no tengo interés!" alegó irritado, intentando hacerme una llave con su brazo libre.

"Ohhh~~ ¿que es eso?¿que es eso? ¿Una excusa de malos pagadores?" Mis mofas estaban haciendo mella en el pobre gigante pelirrojo, que tenía las mejillas tan sonrosadas, que cualquiera podría confundirlas con dos manzanas maduras.

"¡ Apuesto a que nadie se te ha declarado!" Le pinché, ya que tanto él como los del equipo habían visto las numerosas cartas de supuesto amor, que había recibido antes y después de ingresar en el club de baloncesto, por no recordar que seguían creyendo que mis fans me dejaban prendas de lencería en mi bolsa...

Seirin no BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora