13.3 Duelo por recuperar la dignidad

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Había apalizado a mi oponente, y un día más había sobrevivido... Era como me gustaba verlo.

Sólo imaginar que un desconocido podría hacer dios sabe qué con una foto mía luciendo un atuendo tan vergonzoso... ¡Simplemente me despertaba mi instinto asesino!

Todo parecía ir a mejor hasta que Kofuku se acercó a mí, completamente pálida y temblorosa.

Y eso sólo podía traducirlo de una forma... Algo había sucedido con ese chico.

Sin mediar palabra, se sujetó cual niño perdido a la manga de mi traje. Conflicto escrito en su cara.

"¿Qué está mal??" pregunté preocupada mientras me inclinaba para que nuestros ojos estuvieran a la misma altura.

Antes de que pudiera añadir algo más, me guió apresuradamente a la trastienda.

"¿Estás segura de que no conoces a ese chico de nada? ¿Es la primera vez que os véis? ¿Recuerdas haberle visto en algún partido o...? "

La pequeña pelirosa no dejaba de escupir pregunta tras pregunta.

Me asustaba pensar que la mera presencia de ese chico hubiera logrado hacerle esto, o incluso... A mi.

"No. Créeme que me acordaría de ser así tontita. No parece alguien sencillo de olvidar" Señalé a mis ojos heterocromáticos, para hacer hincapié en mis palabras.

"Es... Es sólo que, estoy convencida de que tiene algo en tu contra, ¡pero no sé el qué! Tengo miedo de que te haya descubierto, o pretenda hacerte daño.. Estoy convencida de que pretende lo segundo Yuu chan"

Un pequeño sollozo salió de sus rosados labios. E instintivamente me abalancé para estrecharla entre mis brazos.

"Tendremos que esperar a ver que se propone. Pero si aún no ha hecho ni dicho nada, no es una persona impulsiva. Te prometo que tendré mucho cuidado. Sólo quiero que estés tranquila, recuerda que sé protegerme."

Le aseguré con la sonrisa más tranquilizadora que le pude regalar.

"Ahora sal ahí fuera y encanta a todos esos clientes que me traen de cabeza mientras yo me encargo de mi nuevo admirador."

Apreté sus mejillas y una pequeña sonrisa pareció juguetear por sus labios.

"Sé que no perderás, pero sólo... Ten cuidado Yuu chan"

Un gran alboroto parecía estar originándose en la parte delantera de la tienda, y esa fue la señal necesaria para que ambas volviéramos al trabajo.

Pero... ¡Maldita mi suerte!

Todos parecían atónitos ante la escena. Un muchacho gigante intentaba entrar por la puerta del NF café maniobrando con unas muletas enormes...

Me encontraba boquiabierta, un grito se escapó de entre mis labios. No le había dado ni tiempo a la gerente para regañarme por mi comportamiento descortés.

Había acudido en un abrir y cerrar de ojos al lado del titán que me había salvado la vida tan sólo horas antes...

Mil preguntas se atropellaban unas a otras, impidiéndome pensar con claridad.

¿Cómo me había encontrado?¿Me odiaría?¿Habría algún modo de pedirle disculpas y de compensarle por todo lo sucedido? ¿Estaba bien que anduviera por la calle tan sólo horas después de ser arrollado de aquella forma...?

Tenía miedo. Por culpa de mi falta de cuidado otro estaba pagando el precio... No sabía como debía arreglar eso. Nunca he sabido que hacer en situaciones así...

Seirin no BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora