14. El emperador absoluto

449 57 11
                                    

ATENCIÓN!! NOTAS IMPORTANTES!:

Dado que no tengo mucho tiempo para escribir, y para evitar dejar ésto colgado, iré dejando capítulos como adelanto, que luego editaré y publicaré completos. Por lo que si os habéis leído la parte anterior, volved a echarle un vistazo, ya que está actualizada!!

Y OTRA COSA MÁS!!

He decidido probar suerte con los wattys de éste año.. Ya que es algo que me he planteado desde poco después de empezar a publicar las cosas que escribo. Decidí que si una historia llegaba a gustar y a recibir muchas lecturas y votos la inscribiríra. Asique espero contar con todo vuestro apoyo para #SeirinNoBasquetAdiccion !! :D

Y AHORA.... DENTRO ADELANTO!!

" ¿ Como es posible?" logré susurrar aún sin lograr salir de mi ensoñación.

Me miró con desdén antes de coger una pieza del tablero y comenzar a juguetear con ella por entre sus largos y finos dedos.

"Cuando las cosas cambian, ¿no es mejor habituarse a la situación lo más rápido posible? Si eso pasa, es mejor saber lo que hay que hacer..."

Mis ojos pasaron de estudiar el tablero a estudiar al chico frente a mí. La primera persona que en mucho tiempo había logrado que me confiase para luego engañarme vilmente. Me estaba puteando...

"¡Vamos vamos Sui chan! No tienes por qué estar tan triste, este chico tan guapo dijo expresamente que tenías que ser tú, ¡sin importar qué!" dijo la gerente en un intento por animarme, mientras me pasaba el brazo por encima de los hombros.

Me encontraba en shock... Todo el día había sido un cúmulo de cosas que ya por separado eran más o menos difíciles de sobrellevar, pero que sumadas unas a otras...

Me levanté de golpe de mi asiento, y aún con las manos apoyadas sobre la mesa, me obligué a observar una vez más al pelirrojo frente a mi.

"¡Terminemos esto de una vez!" gruñí exhasperada.

Caminé hacia él y me situé a su lado, lista para que la gerente inmortalizase uno de los momentos que de seguro cambiarían mi porvenir.

El chico permaneció relajado aún con mi aura asesina intentando engullirle...

"Cuanto orgullo, tan equivocado... Comparado a mis logros, no eres nada.. A partir de ahora, aprenderás que soy absoluto" me susuró al oído pillándome por sorpresa, justo en el mismo instante en el que tomaban la foto.

¡PERO SERÁ CABRÓN!

Había enrojecido hasta las orejas, y no precisamente por su proximidad.. Si no de ira.

Le miré a los ojos con un odio que amenazaba con volver a desbordarse e incluso quemarme desde dentro. Y para cuando mi brazo se movió por si sólo para atizarle, una mano gigantesca se posó sobre mi cabeza, y mi brazo fue detenido en el aire.

Al parecer el gigante pelimorado había estado siguiendo la escena con atención, al haberse acabado toda la montaña de dulces.

"Aún si te pareces a Akachin, te aplastaré si le haces algo..." dijo en tono perezoso.

Le observé con sumo interés, ya que me parecía increíble que después de todo lo que había pasado, me amenazase con enfadarse si le hacía algo al sujeto que tenía delante, y tan siquiera sacó el tema de que se encontraba así por mi culpa..

¿En que clase de sin sentido se estaba convirtiendo mi vida últimamente?

La gerente revoloteó de nuevo y le entregó a mi ahora enemigo pelirrojo el preciado trofeo, antes de añadir con una sonrisa..

"Sui chan, ya casi acaba tu turno, ¿por qué no te cambias y das una vuelta con tus amigos, ya que han venido hasta aquí expresamente a verte?"

MALDITA MUJER, ¡ESTABA VENDIENDO MI CABEZA! ¡¿O ACASO NO SABÍA LEER EL AMBIENTE?!

Miré con odio hacía los dos extraterrestres a los que habían confundido por mis amigos y antes de que pudiera marcharme sin mediar palabra, el demonio pelirrojo abrió su bocaza, muy para mi disgusto.

"Cierto Suiren San, te esperaremos fuera ya que tenemos un montón de cosas que discutir.."

Mi aura asesina comenzó a desbordarse y Kofuku me observó realmente asustada.

"Claro.." Fue lo único que atiné a decir antes de dirigirme al cambiador cual bólido.








Seirin no BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora