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Buenos días papá – me acerque para besar su mejilla, estaba algo helada.

Hola cariño – me dedico una sonrisa.
Has dormido bien? – me miro con una ceja alzada.

De lo mejor papá – le volví a sonreír.

Me alegro, está el desayuno en la estufa – apunto hacia la entrada de la cocina.
Anda que se enfría – río, yo solo lo mire, me encantaba verlo reír.

Fui directo a la cocina y estaban los chilaquiles, el jugo, el café y los huevos revueltos que tanto me gustaban de al estilo México, bueno más bien de mi abuela.
no dude en meter mano y si, claramente estaban deliciosos solo que no le dije nada a papá, ya que los de la abuela son aún mejor, lo siento papá *pensé*

¿Y dime si te gustaron? - me estaba mirando ansioso ante alguna respuesta de mi parte, sin darme cuenta ya estaba en la cocina y se sentó en una de las sillas que tenía el pequeño comedor. Yo quería ir al comedor grande, pero ante su acción me senté frente a él, poniendo en la mesa todo lo que me había servido.

¡Si, están muy buenos y huelen mmm! delicioso. - Sonreí y comencé a comer.
papá por qué me has guisado chilaquiles? - lo miré curiosa.

Por qué sé que te gustan mucho, además tu abuela ya me ha dicho bien como hacerlos. – alzo una ceja en modo de orgullo y sonrió.

¿Papá, has llamado a la abuela para que te explicara hacer los chilaquiles? – reí y el solo se encogió de hombros.

Hey! bueno, sí, pero no te rías es un poco complicado – río y luego cerro sus ojos para inhalar profundamente.
Al menos ya se hacerlos... - me miro y sonrió, yo hice lo mismo ante tal acción, que lindo detalle de su parte.

Oh, está bien, ¿oye no iras al trabajo? – pregunté con la boca un poco llena y llevando el vaso con jugo a mi boca.

No – comenzó a recoger los trastes. He decidido quedarme, ¿por qué lo preguntas?
- hablo nuevamente llevando las cosas al fregadero

Solo, bueno es que... se me hace raro verte aquí, nunca estas en casa... - bajé la mirada al plato nuevamente y comencé a picar la comida con el tenedor
Eh pasado casi toda mi vida sola, con nana – sonreí aun con la mirada baja.

Por eso ya es momento de recompensar todo ese tiempo que he pasado como un loco encerrado, sin darme cuenta de que en casa está el tesoro que más quiero y debo cuidar. - se colocó a mi lado, depositando un beso en mi cabeza.

Te quiero papá. – solté el tenedor que tenía en mis manos y lo abracé.

Yo más ____.. - beso nuevamente mi frente, correspondiendo mi abrazo, unas lágrimas salieron de mis ojos, demostrando que sí, necesitaba tener a mi padre cerca.
Nada de lágrimas pequeña, ¿dime a donde quieres ir con papá? - me miro y sonrió, yo le devolví la sonrisa mientras secaba rápidamente mis ojos y mejillas.

No lo sé - le mire confundida.

¿No quieres ir a ver la empresa? Siempre has querido ir.. te juro que no me pondré a trabajar- sonrió.

¿De verdad me llevaras? - sonreí
Han pasado 10 años desde que no voy. - le mire extrañada pero muy ansiosa de ir.

Bueno tu eres la dueña también así que ya podrás ir cuando quieras – suspiro y rio.
Bueno anda a ducharte que en 1 hora nos vamos. – me guiño el ojo y salió de la cocina.

Fui corriendo a mi habitación, no lo pensé dos veces, me metí a la ducha, por supuesto que me apetecía la idea de ir a la empresa, han pasado muchos años de cuando papá me llevaba de la mano y la gente me saludaba, con una sonrisa tierna, ante la pequeña niña que llevaba a un costado, todos allí me conocían bien, así que, esta puede ser mi oportunidad también para demostrarle a papá de que yo puedo hacerme responsable de una gran empresa como Member's Mark.

Le pediré permiso para qué me deje ser por hoy su asistente, bueno, ¿será otro día porque según él no ira a trabajar... o me habrá mentido tan descaradamente?

Amor, Traición, Sexo y Deseo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora