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Desperté y miré a papá muy bien arreglado, de seguro ya se iba a trabajar, me senté en la cama dándole la espalda mientras me estiraba para quitar toda la flojera del cuerpo, lo cual no da resultado y solo quieres seguir durmiendo.

Buenos días. - dije mientras tallaba mis ojos.

Buenos días hija. - pude ver su sonrisa desde el espejo, mientras acomodaba su corbata.
Has dormido bien? - Me miro a los ojos desde el espejo.

Si. – Sonreí y cerré un ojo para después bostezar.
Quiero dormir más... - mi padre voltio a verme y río.

¿¿Quieres dormir más?? – pregunto aun riéndose.
Si toda la noche no me dejaste dormir. - se estaba riendo a carcajadas yo solo alce mi ceja y me cruce de brazos.
Así qué soy yo el que debería dormir más. - me dedico una pequeña sonrisa mientras se echaba perfume, yo solo lo mire fijamente he hice una mueca.
Te has molestado? - se acercó a mí con una risa burlona.

No señor Álvaro. – le dedique una sonrisa.
Que le vaya bien en su trabajo. – me levante de la cama en dirección a la puerta y salir de la habitación.

Fui a mi cuarto y entre directamente a la ducha salí lo más rápido posible, secándome y colocando mi ropa interior, un pantalón ajustado mi blusa suelta de manga larga color beige y mis tenis blancos, me puse un poco de maquillaje, perfume y dejé mi cabello suelto ya desenredado.
Cuando salí de la habitación mi padre me tomo del brazo, ni siquiera lo había visto allí.

____, estas molesta? - me miro raro y confundido, si estaba molesta, en serio lo estaba?

No lo estoy – dirigí mi vista a su corbata, ya que no quería verlo a los ojos.

¿Entonces, porque me hablas así? ¿Te he dicho algo malo? Por qué hija.. De verdad no te entiendo. - soltó mi brazo para el cruzar los suyos.

No es nada papá. - lo miré a los ojos unos segundos, sin querer hice una mueca.

Ya se. ¿Es por qué no te dije que sí a la pregunta de anoche? - se quedó serio.
Es por eso? - volvió a preguntar, pude notar como su mandíbula comenzaba a tensarse y uno de sus puños también.

Ya te dije que no me pasa nada. – le sonreí para que se calmara un poco, se había puesto tenso.
Ya bajemos – tome su mano y comenzamos a caminar hacia las escaleras e ir directo a la sala.

¡Buenos días abuelos! – me dirigí a ellos tranquila y sonriente.

Buenos días cariño. - dijo mi abuela con una sonrisa en su rostro, fui a abrazarla y a darle un beso en su mejilla, hice lo mismo con mi abuelo.

Buenos días hija. - dijo el señor de traje elegante, estaba sonriendo. ¿A caso ya me quería?

Buenos días padres. – hablo Álvaro mientras los abrazaba y besaba sus mejillas.

Buenos días hijo – ambos le sonrieron.

¿¿Por qué tan contenta ____?? - preguntó mi abuelo.

Abuelo, la verdad. Ni yo lo se. - reí, solo lo vi rodar los ojos, al parecer no era lo que quería escuchar.

____, a mí me encanta verte feliz mi niña – me sonrió mi nana que ya traía a las chicas para que nos sirvieran el desayuno.

Buenos días niño Álvaro. – le sonrió también. Pasemos al comedor que las chicas ya sirvieron – nos señalo al lugar.

Muchas gracias nana... – él le sonrió y tomo su mano para darle un beso.

¡Muchas gracias Nana! - estaba emocionada? la abrace, al parecer realmente estaba feliz y no sabía por qué.
Te quiero mucho. - le susurré al oído.

Yo más. - contesto ella muy bajito.

El desayuno la pasamos entre risas y uno que otro regaño por el abuelo Carlos. Hasta que llegó la hora de que los 3 se fueran a la empresa y yo preferí por hoy quedarme en casa.

Amor, Traición, Sexo y Deseo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora