Tengo que olvidarte..

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¡Nana tengo hambre! – hable y la miré con gesto que me estaba muriendo, solo la vi reírse de mí.

Espera mi niña, ya sabes que tiene que estar el niño Álvaro también... – río y me miró de la misma manera que lo hice.

¿Niño? Jajajaa! Nana papá ya está viejo. – si me reí fuerte y ella me miró incrédula, yo solo fruncí el ceño en modo de broma.

Pero para mí sigue siendo un niño, mi niña. – me sonrió alzando una ceja.

Bien, nana bien. - la mire mientras rodaba los ojos, gracias a dios el señor Álvaro iba entrando a la cocina, con unos pantalones ajustados de color Marrón.

Buenas tardes a las dos mujeres más hermosas de esta casa. - entró muy alegre tal vez porque es viernes?

Buenos días papá - dije sonriéndole.

Buenos días hijo – respondido mi nana con una sonrisa también.

Al fin comeré. - dije feliz y alzando mis manos, ambos se estaban riendo de mí y yo solo fruncí un poco el ceño.

No entiendo como es tienes tanta hambre si siempre estás comiendo. – habló el señor Álvaro con expresión de confundido.

Lo único que yo sé es que tengo más hambre. – hice una mueca llevando el bocado de comida a mi boca.

Vaya hija que tengo. - río papá

¿Irás a trabajar? - pregunte.

No. Hoy saldré con amigos. – me sonrió.

Entiendo. - baje la mirada.

¿Quieres venir? – pregunto curioso.

No, estaré en mi cuarto. – respire hondo antes de sonreír. Termine de comer y me levanté del asiento, lave los trastes sucios y subí rápido a la habitación, dejando a papá a nana tal vez sorprendidos. Subí a mi recamara y me senté en la cama, comencé a llorar, no podía entenderlo, ¿en verdad me gusta papá? ¿Por qué tendría que gustarme? ¿Como voy a olvidarlo si casi siempre está en mi mente y vive en la casa, Por más que quiero enamorarme de David aun no lo logro, ¿me gusta? Sí y lo aprecio, pero no puedo quererlo como quiero a papá.

¡Por qué te quiero tanto! – grite un poco alto, y molesta conmigo aun con lagrimas en los ojos y tallando mi rostro varias veces.

¿A quién quieres tanto? – en la puerta estaba papá cruzado de brazos, maldición no la cerré, tenía la mirada diferente. Como si se hubiera enterado de algo malo.
Por qué lloras ___? - dijo preocupado sin despejarme la vista y acercándose a mí.
Que te pasa? - se sentó a mi lado.

No me pasa nada papá. - sequé mis lágrimas lo más rápido que pude, evitando su mirada.

No, no estás bien. - me tomó por los hombros.
Anda dime ¿No me tienes confianza? - levanto mi rostro con los dedos de su mano.

Sí papá. – al fin pude mirarlo a los ojos.


entonces te escucho hija. – me sonrió tierno.

Yo.. Estoy enamorada de una persona que. - baje la mirada.

¿Que... que? - pude notar que su voz sonaba desesperada por saber la respuesta.


¿De un joven o hombre mayor? – pregunto en un tono triste, lo vi pasar saliva y una lágrima comenzó a caer por mi mejilla, él la quitó de inmediato y hablo.

¿Lo conozco? - me miró a los ojos.

Tal vez, pero no creo. - me levanté de la cama, pude sentir la mano de mi papá agarrar la mía.

¿Sabes? Así me siento yo. – lo escuche hablar, sonaba algo triste, me gire para verlo.


Solo que ella es mas chica que yo, tiene 18 años y no sabes las ganas que tengo de decírselo. - tomo mi otra mano, sentí mi corazón acelerar y un dolor en mi pecho me invadió, tenía unas ganas de llorar, pero en el fondo sabía que papá merece ser feliz.

¿Y por qué no lo haces papá? ¿Ella es hermosa? - sentí mis lagrimas salir, no pude evitarlo, y le di la sonrisa más fingida que pudo haber salido de mis labios.

Es muy hermosa. -me sonrío con los ojos llorosos mientras acariciaba suavemente mi mejilla.

Si le digo ella no me aceptaría, soy viejo a su lado, además ella – pausó unos segundos y llevó su vista a mis labios, pero la subió rápido.

¿Ella que papá? – le pregunté, no me importaba salir destrozada de esta conversación, lo único que deseaba ya, era verlo feliz.

Ella diría que estoy loco. – sonrió triste para después soltar mis manos.

Lo siento papá. - le respondí llorando, esas palabras me habían roto el alma, lo abracé fuerte, no podía dejar de llorar, el correspondió mi abrazo apretándome fuerte y acercándome más a él, me aleje y salí de mi habitación dejándolo allí parado.

Amor, Traición, Sexo y Deseo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora