Our Mistake

capitulo dos

Desperté a la mañana siguiente y me preparé para un largo, largo día en el colegio.

¿Qué me esperaba? ¿Qué estará pensando Will  de todo esto?  ¿Le habrá encontrado sentido?  ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Se lo habrá contado a Spencer?

¡Spencer! Spencer era novia de Will desde hace 2 años. Y personalmente yo la odiaba. Era presumida, superficial y una hueca que solo sirve para tomarse fotos y salir de compras. No entendía qué era lo que mi amigo veía en una chica como ella.

Bajé las escaleras y saludé a mi mamá queriendo parecer lo más normal posible. Y supongo que me salió bien. Porque no preguntó nada ni me miró extrañamente.

–Hola, cariño –me dejó un tierno beso en la mejilla mientras tomaba su enorme  cartera.
– ¿Ya te vas? –pregunté
–Sí. Que te vaya bien en el colegio.

“Eso espero” Pensé.

Terminé mi tazón de leche con cereales y me colgué la mochila del hombro dispuesta a salir y enfrentarme a lo que sea que deba hacer hoy.

Encendí mi viejo  Volkswagen  y recorrí  lentamente el camino a la secundaria. Mis manos temblaban, débiles sobre el volante del auto.

Will estaría ahí. Tal vez evitándome o tal vez preguntándome qué fue lo que sucedió. Sea lo que fuere. No estaba preparada para ninguna de las 2 cosas. No podría soportar una mirada de rechazo, asco o enfado hacia mí.  Y tampoco podría soportar un millón de preguntas. Aunque si algunas de estas se presentaban. Supongo que me sería más fácil la segunda.

Estacioné el Volkswagen en el mismo lugar de siempre. Cerca de la entrada principal. Un lugar que Will había bautizado como “nuestro” mi auto siempre a la derecha y el suyo a la izquierda. Uno al lado del otro. Siempre ahí. Siempre juntos. Él me esperaba para entrar todos los días. Will siempre llegaba más temprano. Pero esta vez no estaba ahí. Ni él, ni su automóvil.

¿Habrá venido andando? ¿Habrá venido con Spencer? ¿Se habrá quedado en su casa?

Mis preguntas fueron contestadas rápidamente cuando oí su voz. Estaba lejos. A unas cuantas filas de autos y bicicletas de los demás estudiantes. Discutiendo con Spencer  a los gritos.

–¡No fue mi culpa!–Gritó enfadado. Yo me escondí para que no me vean y poder seguir escuchando – Fue culpa de la estúpida de Zoey, ello lo hizo.

“Fue culpa de la estúpida de  Zoey, ella lo hizo” Sus palabras retumbaron en mi mente. No podía creerlo. Will me acababa de culpar de algo que ni siquiera recordaba. “La estúpida de Zoey” Me había llamado así muchas veces. Pero de forma cariñosa. Era nuestra forma de demostrarnos cariño. Como  dos hermanos. Pero esta vez lo hizo enojado. No fue para nada un apodo cariñoso.

Will de verdad creía que era una estúpida. Ahora no  volverá a hablarme nunca más porque le ocasioné un problema con su noviecita. Prefería disculparse con ella antes que conmigo

Me levanté rápidamente del suelo en donde estaba. No dejaría ninguna lágrima abandonar mis ojos. Y menos por un traidor como  Will. Caminé en silencio hasta la entrada. Alejándome de su voz, y quizá también  alejándome de su amistad por siempre.

Entré a la clase y como siempre: nadie lo notó. No hablaba con muchos de mi clase. Solo éramos Will y yo sentados en el último banco. Burlándonos de los de enfrente como siempre.

Unos 10 minutos después Will entró a la clase. Dirigió una rápida mirada hacia mí. Pero no pude descifrar lo que sentía. Se volteó demasiado rápido y siguió su camino hacia el frente. Le susurró unas cuantas cosas a la chica de la primera fila. Y ésta se levantó y caminó hacia mí, dejando que Will  ocupara su lugar.

“Genial, esta enojado…enojadísimo si está haciendo semejante ridiculez”

Georgie O’Dare, la chica más inteligente del último año, y tal vez también de todo el colegio tomó asiento a mi lado. Dejando su impecable carpeta de tareas en la mesa.